En capítulos anteriores hemos aprendido sobre la historia de Cáritas Internacional, Cáritas Europa, Cáritas España y los orígenes e historia de nuestra Cáritas Diocesana de Zaragoza en la segunda mitad del siglo XX.
A comienzos del siglo XXI se asienta definitivamente el término exclusión social, que es un concepto más amplio que el de pobreza. Se entra en el nuevo siglo con el mismo espíritu, centrando las líneas de trabajo en la importancia del voluntariado, la formación como elemento imprescindible para realizar bien la tarea, la sensibilización a la sociedad sobre las realidades de exclusión social y la denuncia de las causas que la originan. Se apuesta por un enfoque promocional en la atención a las personas.
Pero, en el año 2008 y siguientes, Cáritas Zaragoza se enfrenta al reto de dar respuesta y acogida a un número creciente de personas afectadas por la crisis económica: incrementó las ayudas, adaptó su organización para ser más ágiles en la atención y denunció la situación. Fueron años difíciles en los que nuestra tarea fue posible gracias - más que nunca - a los agentes de Cáritas, que se implicaron con generosidad, y a las aportaciones económicas de socios y donantes.
De esos años de más impacto de la crisis surgió la necesidad de ofrecer soluciones y crear proyectos que trabajaran por la empleabilidad de las personas que acompañamos: nacieron la Fundación por la Inclusión Social de Cáritas Zaragoza y la empresa de inserción A Todo Trapo.
Te animamos a entrar en nuestro portal de transparencia, donde encontrarás información sobre cómo se organiza nuestro presente: la misión, visión y valores de la entidad y las líneas que habrán de guiarnos los años próximos, que tienen que ver con: la acogida y acompañamiento a personas en situación de vulnerabilidad, la respuesta a la realidad de la movilidad humana forzada, la empleabilidad de las personas que acompañamos, la participación en la comunidad y el trabajo en red junto a otros (sumar fuerzas y recursos), la renovación e incorporación de voluntariado, hacer más visible nuestro ser y hacer, y la mejora de nuestra organización para un mejor servicio a nuestra misión.
Muchas cosas han cambiado desde que Cáritas Diocesana de Zaragoza fue erigida oficialmente en 1964. Sin embargo, siempre permanece el convencimiento de la “dignidad inalienable de la persona, en cuanto hijos e hijas de Dios”: es el fundamento de nuestro Modelo de Acción Social, del que hablaremos en próximos capítulos.
(Imagen de la colección de carteles de Cáritas Diocesana de Zaragoza, 2010) |