Desde la tempestad provocada por la pandemia de la COVID-19, las setenta Cáritas Diocesanas que componemos la Confederación de Cáritas Española hemos trabajado al límite de nuestras posibilidades para estar junto a las familias más vulnerables. En Cáritas Zaragoza hemos volcado esfuerzos en estar cerca, escuchar, informar y apoyar a los más vulnerables, adaptando nuestra forma de trabajar a las nuevas circunstancias, para poder atender a 900 familias a la semana.
La ralentización de la actividad económica y las estrictas medidas de confinamiento en España han tenido graves efectos sobre la vida diaria de las personas. El cese de la actividad económica ha provocado la desaparición o reducción de ingresos. Por ello, no es de extrañar que en Cáritas Zaragoza hayamos aumentado las ayudas a personas que tenían empleos informales, o trabajos precarios e inestables, y también a personas con trabajos estables antes de la pandemia. Ciertamente muchos de los problemas y dificultades de las familias que en Cáritas acompañamos los tenían antes de esta crisis. Lo que la pandemia ha hecho es acelerar y agravar las situaciones de precariedad, pobreza y riesgo de exclusión social, que ya señalamos el año pasado en el VIII Informe FOESSA en Aragón.
El último informe que ha publicado Cáritas Española que lleva por título “La crisis de la Covid-19. El primer impacto en las familias acompañadas por Cáritas” desvela que esta nueva crisis no está siendo igual para todos. El estudio constata cómo una emergencia, eminentemente sanitaria, se ha convertido en una crisis de hondo calado social, donde los más frágiles son quienes más rápidamente y más intensamente ven empeoradas sus condiciones de vida.
Desde el inicio del estado de alarma y hasta el 31 de mayo de 2020, en Cáritas Zaragoza hemos dado 3.258 ayudas económicas, por valor total de 524.573,09 euros. Los importes destinados en los meses de abril y mayo de 2020 alcanzan los máximos históricos de la última década, siendo algo superiores a los recursos destinado en los peores años de la crisis económica (2014 y 2015). No queremos ahondar en las cifras sino mostrar la realidad tan complicada de las familias que acompañamos.
Esta crisis sanitaria está provocando en las familias angustia, miedo e incertidumbre ante el presente y el futuro, y al mismo tiempo crece también nuestra preocupación como entidad social dedicada a cuidar de los últimos. Es por ello, que además de nuestra labor de acogida y acompañamiento diario, que quizás es la que más se conozca, tenemos como misión trabajar por la defensa de los derechos de los más vulnerables. En Cáritas defendemos y demandamos el refuerzo de políticas públicas –tanto a nivel estatal, como autonómico y local- que garanticen unas condiciones de vida dignas para todas las personas, en especial, de las más desprotegidas, y el reconocimiento de sus derechos como personas y ciudadanos.
Ojalá la solidaridad de todos nuestros socios y donantes nos ayude a seguir acompañando a todas esas personas que se acercan hasta nuestra entidad pidiendo apoyo.
Carlos Gómez Bahillo
Director de Cáritas Diocesana de Zaragoza