El pasado mes de abril, una comisión de 15 personas de 8 diocesanas, entre ellas Zaragoza y junto a dos personas de Cáritas Española realizaron un viaje a Palestina con el objeto de acompañar el trabajo que realizan desde Cáritas Jerusalén.
Todas las diocesanas, de una manera u otra, tienen vinculación con Caritas Jerusalén por proyectos con jóvenes (campo de trabajo en verano), proyectos agropecuarios, apoyos parroquiales al centro de salud o colegios o participación activa en la “Iniciativa por la paz”.
Así pues de esta manera Cáritas Zaragoza quiso acompañar el trabajo de nuestra contraparte, Cáritas Jerusalén, y dentro de lo posible, compartir y estar con la población palestina. Con el documento Kairos como guía y como signo de esperanza, este viaje confirmó la fortaleza de la Iglesia Palestina.
Acompañando a la parroquia que les acogió, en los Días Santos, se compartieron momentos con una comunidad viva, llena de una profunda espiritualidad y humanidad. Durante esa celebración fueron conscientes de que la fe es el motor de vida de ese pueblo y como muchas de las cosas que escucharon esos días nacían de las raíces de esa espiritualidad.
Lo vivido en la parroquia esos cuatro días animó al equipo, les dio fuerza, les alimentó para todo el viaje y les confirmó que las piedras vivas de Tierra Santa mantienen, en mayúsculas, la fe, la esperanza y la caridad y que acogen en gestos y en hechos igual que aquellas primeras comunidades lo hicieron. Y porque no decirlo, sintieron admiración de ver tanta gente joven, tantas familias, tanto canto cultural/espiritual, tanta participación y tanto sentimiento expresado en lo comunitario.
En definitiva fueron unos días intensos de acompañamiento, de conocer la realidad de nuestros hermanos en Palestina y con muchos retos por delante para continuar trabajando, sensibilizando, y apoyando a la Iglesia Palestina.