12 febrero, 2015

Una historia de corazón a corazón

                                                            Julio Carretero García

        EL día 9 de febrero  de 2015 Julio nos dejó.  Siempre fue una persona especial. Ha sido de esas pocas personas que, desde su grave exclusión, nunca pareció perder su  dignidad.
       Su elevada capacidad intelectual, sus contactos y correspondencia con los representantes políticos y militares siempre han demostrado esa actitud educada y de respeto tan paradójica en comparación con su realidad vital.
       Apareció por la Acogida a Transeúntes en esta Cáritas allá por los años 90 y, tras un proceso de atención más o menos puntual,  recaló en el Centro de Inserción Social, el CIS.

       Tras una historia salpicada de abandonos, recorridos por toda Europa y una salud mental deteriorada, había llegado a la conclusión de que debía o quería echar el ancla y ubicarse en Zaragoza.
      A partir de ahí se empezaron a dar pasos de cara a su recuperación personal e inserción social. Los objetivos a trabajar fueron muchos: tramitar documentación, buscar alojamiento, ocupar su tiempo libre, obtener pensión no contributiva y encauzar tratamiento médico.
     Una vez equilibrada en lo posible su salud y asentado en una vivienda de alquiler social, ha estado durante muchos años acompañado por Margalida, su trabajadora social del proyecto de salud mental y Margarita, su confidente y amiga.  Mantener su salud, ocupar su tiempo en sus análisis y estudios  y cubrir sus necesidades básicas con una organización económica casi ejemplar ha constituido su proyecto vital.
      Ante su avanzada edad se le estaba preparando para su paso a la  Residencia, hecho que no terminaba de asumir del todo. Un proceso bronquial ha terminado con su vida de la manera más suave, mientras dormía.
      Acompañado hasta al final desde una actuación mucho más que profesional, con una calidad humana sobresaliente, vaya este reconocimiento a Julio y  al proceso de cambio vital desarrollado y compartido con quienes hemos tenido la suerte de ser considerados su familia.
     Que Dios lo acoja en su seno y le colme de amor y bendición.


      Cristina García Uriel




Nota: Las fotografías corresponden a dos cuadros de la exposición que el CRPS "San Carlos" realizó en 2013

1 comentario:

Alfonso dijo...

"En verdad os digo que todo aquello que hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis"