Uno de los ámbitos que más importan a Cáritas y por los que trabaja día a día son los niños, adolescentes y jóvenes. Son el futuro de nuestra casa común y para ello requieren de un contexto adecuado para su perfecto desarrollo, siendo la familia un referente básico para su bienestar personal.
Por desgracia, aún a día de hoy, muchas familias se ven en situaciones de pobreza, en algunos casos extrema, que dificultan su supervivencia en la sociedad y convierten a los niños en un colectivo muy vulnerable.
Por esta razón, Cáritas está comprometida al cien por cien en mejorar esta situación. Para ello, trabaja a través de sus Cáritas parroquiales, acogiendo, acompañando y mejorando las circunstancias que marcan a estas personas. Desde este proyecto no solo se cubren las necesidades materiales, sino que también se cubren otras carencias personales, afectivas, relacionales, educativas, laborales y sanitarias que limitan el desarrollo humano, la participación social o el crecimiento personal. En concreto en el año 2017 se atendieron a más de 963 hogares con menores.
Así mismo, contamos con un programa de sensibilización para los más pequeños denominado “Educar la mirada” el cual trata de acercar la realidad de la pobreza y exclusión al ámbito educativo, asentar valores solidarios y facilitar a los educadores el trabajo que desarrollan sobre educación en valores.
Estos datos nos ayudan a entender que debemos seguir comprometidos con el prójimo, a no desistir en el camino y a seguir luchando y trabajando por conseguir que los niños y jóvenes conviertan el mundo en un lugar más justo y solidario.