El pasado día 29 de noviembre coincidiendo con el primer domingo de Adviento celebramos en el Monasterio de las Canonesas del Santo Sepulcro una Eucaristía con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Unas 70 personas compartimos el gozo de la Eucaristía y nos unimos en oración para rezar por todas aquellas personas que están sufriendo el conflicto, para pedir el cese de la violencia y de la violación de los derechos humanos que continuamente son vulnerados y suplicar la búsqueda de una solución tras 40 años de enfrentamientos.
Encendimos la primera vela de la corona de Adviento y pedimos que en este período del año litúrgico que comienza “Maranatha” (Cristo viene), tengamos preparados nuestros corazones para recibir con alegría y esperanza la venida del Señor. También encendimos la paloma como símbolo de esa paz tan anhelada por el pueblo palestino y por todos los que creemos en la paz y en la justicia, sin olvidar a nuestros hermanos cristianos perseguidos en otros lugares. Hicimos nuestras las palabras del Padre Raed Abusahlia, director general de Cáritas Jerusalén: “En esta situación tan difícil la Iglesia de Jesucristo debería predicar la esperanza porque creemos en la Resurrección. Es verdad que somos la iglesia de la cruz, del calvario y del Santo Sepulcro, pero también es cierto que somos la Iglesia de la Resurrección, por tanto esperamos nuestra resurrección, que llegará tarde o temprano”
Finalizamos la celebración con la firme esperanza de vivir como hermanos, trabajando y construyendo un mundo de justicia y de paz.