15 diciembre, 2015

Presentación de la Campaña de Navidad en Caspe

El día 11 de diciembre a las 7 de la tarde tuvo lugar en Caspe la presentación de la Campaña de Navidad de Cáritas con el lema “Práctica la Justicia, deja tu huella”.

El acto estuvo presidido por la Secretaria General de Cáritas Diocesana de Zaragoza, Cristina Garcia , el vicario de la Vicaría V, Jesús Arduña, y Carmelo Crespo, técnico de sensibilización de la institución. Inauguró el acto María Pilar Piazuelo, voluntaria del equipo de Cáritas de Caspe que agradeció la presencia de la Diocesana en Caspe, y de las más de 70 personas que acudieron a la cita de la Campaña entre las que se encontraban además de vecinos de Caspe, su alcalde y concejala de bienestar social, personas procedentes de Alcañiz, Calanda, Nonaspe, Maella y Fabara.

La secretaria de nuestra entidad,  Cristina García, agradeció a los distintos equipos la huella que están dejando por ser eco de la campaña y agentes de transmisión y Carmelo Crespo  junto a la técnico de zona, Marisol, manifestó su ilusión al poder compartir y reflexionar sobre los puntos en los que se sustenta la campaña, agradeciendo la tarea comprometida de todos los voluntarios en su labor por practicar la justicia cada día en defensa de los más desfavorecidos. 

Se recordó cómo el año pasado nos planteamos “identificar a los hermanos que están en las cunetas, salir a las periferias”, … para invitarnos este año a dar un paso más, “Practicar la justicia, dejar nuestra huella” haciendo posible con nuestras acciones la búsqueda del  bien común universal. Para conseguirlo es necesario educar la mirada, uniendo realidad y esperanza; denunciar la injusticia, procurando transformar las estructuras con propuestas concretas y promocionar la dignidad de  las personas y sus derechos fundamentales.

Jesús Arduña, vicario de la Vicaría V,  cerró el acto de  la Campaña con una reflexión que invite y anime a dejar nuestra huella. Una huella concreta,  dirigida hacia nuestro compromiso real que ponga a la persona en el centro de nuestras acciones.  Nos convocó a participar en el Año de la Misericordia, a dejarnos guiar no por la justicia aislada sino por la Misericordia y el perdón que brotan de Dios. Para ello  puede ayudarnos la propuesta que recoge el Plan Pastoral Diocesano con sus necesidades, respuestas y retos. Crecer para  ser signos e instrumentos de la Caridad, estar  atentos para escuchar el clamor de los descartados y así contribuir a construir un mundo más fraterno en un marco de una iglesia pobre, humilde y servidora.
Amenizó la jornada un concierto de la Rondalla Pulso y Púa San Antonio y por supuesto no faltaron las tortas de balsa y unas bebidas para compartir.