En el año 2018, Cáritas Diocesana de Zaragoza atendió a 8.793 personas (3.727 hogares). Creemos en las potencialidades de la persona y en acompañarla en sus procesos. Hay veces –no siempre- que ese acompañamiento requiere, entre otras acciones, de una ayuda económica.
La ayuda económica es un medio, no un fin en sí mismo, y esperamos que de una u otra manera cale el mensaje de que hay muchos tipos de pobreza; la ayuda monetaria ni siempre resuelve los problemas ni es la única solución. Por eso, a través de nuestro Servicio de Estudios Sociales y gracias al esfuerzo de los equipos en la recogida y sistematización de datos, podemos indagar en las causas de la exclusión social que se hallan detrás de esas necesidades económicas, así como de otras necesidades no económicas que necesitan solución.
Durante el año 2018 se concedieron 9.809 ayudas económicas, por un importe de 1.214.534,75€. A lo largo de varias entradas de este blog hablaremos de las ayudas económicas en torno a los siguientes derechos humanos fundamentales: derecho a la dignidad e integridad, derecho a la vivienda digna, derecho a la salud universal, derecho a la educación para todos, derecho al trabajo decente. Hoy, hablaremos del derecho a la vivienda digna.
Viviendas que deberían ser hogares
Hemos llamado “derecho a la vivienda digna” a este apartado en el que incluimos conceptos de ayudas económicas tales como ayuda al pago del alquiler, habitación de alquiler o hipoteca, recibo de la comunidad, suministros, equipamientos o reparaciones necesarias en el hogar.
Las ayudas económicas por vivienda en 2018 fueron 2.241, lo que sumó un importe de 434.852,08€ (22,8% y 35,8% del total de ayudas e importes, respectivamente). El mayor número e importe de ayudas se destinó a cubrir gastos fijos del hogar; en segundo lugar para el pago de gastos de suministros y en tercero para atender necesidades de equipamiento, reparaciones y otros gastos de la vivienda.
Un total de 8 de cada 10 diez ayudas económicas que se concedieron en el ámbito de la vivienda se destinaron a cubrir los gastos fijos del hogar, o lo que es lo mismo, alquiler, hipoteca, gastos de comunidad. El subconcepto alquiler representó 3 de cada 4 ayudas económicas para gastos fijos de la vivienda (1.660 ayudas y 329.121,41 €). Las partidas destinadas a suministros representaron el 14,9% de las ayudas y el 9,4% de los gastos. Las de mayor volumen para el suministro eléctrico, seguido por el gas y, de manera minoritaria, para el pago del agua. Las ayudas para necesidades de equipamientos, reparaciones y otros gastos de la vivienda solo representaron el 6,5% y el 9,3% de las cuantías concedidas en el ámbito de la vivienda.
Titulamos estos números con el nombre de un derecho humano fundamental para no olvidarnos de que son cifras con rostro, para recordar que detrás de ellos hay personas. También, para que entendamos que dichas ayudas están contextualizadas no solamente en el marco de una intervención y acompañamiento social más amplio, sino también en relación con nuestra misión de abogar siempre por la dignidad de la persona.
Seguiremos explicando las ayudas económicas realizadas a lo largo del pasado año; puedes encontrar más información en la Memoria 2018