14 junio, 2013

Un día de aventura bajo la lluvia

La laguna de Gallocanta



       El equipo del Proyecto Cárcel se fue de excursión el día 9; nos lo cuentan así:
       Comenzó el día lloviendo  y, a pesar de todo, fuimos llegando poco a poco, cubiertas por el paraguas al lugar de referencia. Algunos llegamos medio perdidos y bastante  mojados.
       Nos fuimos saludando y conociendo a las familias nuevas y en seguida nos distribuimos en dos furgonetas  que Caritas consiguió para el grupo.
       Teníamos un buen plan hecho, pero, con tanta previsión de lluvia nos preguntamos: ¿Cambiamos la ruta?  ¿Adónde vamos? ¿Suspendemos la excursión? La respuesta surgió de inmediato: Vamos hacia Cariñena y  ya seguiremos viendo el resto en el camino… El deseo desde el comienzo era vivir la experiencia juntos pasara lo que pasara.
       Estaba claro. Cargamos las camionetas con la comida y muy decididas nos lanzamos a probar fortuna. Así llegamos a la ermita de la Virgen del Águila.  Allí encontramos lo necesario para pasar un rato. Estuvimos bajo techo cubierto, con  mesas y bancos y un paisaje húmedo y lluvioso que amenizó nuestra primera parada. Tuvimos un buen almuerzo: bocadillos, tortilla de patata, café… Pero todo con un sentido. La orientación desde el principio fue una invitación a despertar nuestros sentidos: la mirada, la escucha, el sabor, el olor, un abrazo…
       Y cuál fue nuestra sorpresa cuando los mini bocadillos estaban envueltos en papel de distintos colores y dentro llevaban un mensaje inacabado. “Cuando salgo al campo/ a la naturaleza, lo que más me gusta observar es”…  Me gusta escuchar el sonido de… Me deleita el aroma…” Y así cada una/o cogió sus bocadillos. Y faltó tiempo para comenzar a compartir espontáneamente… y para escucharnos. ¡Qué bonito primer” stop”!
 Dimos una vuelta por el santuario y en seguida nos pusimos en marcha hacia la Laguna de Gallocanta. Pero antes, pasamos un rato en Daroca. Dimos una vuelta por el pueblo  y allí compramos pan para la comida.
El equipo, con chubasqueros...
       Seguía lloviendo, pero poco importaba. La lluvia añadía sentido a nuestro día. No era la estación propicia para ver pasar las manadas de grullas por la laguna y escuchar su susurro especial, pero también es difícil describir la belleza del paisaje del que tanto fuimos disfrutando y gozando. Los colores cambiantes de las nubes en movimiento, la llovizna que daba un cierto encanto al verdor del ambiente, la laguna llena de agua, los pueblos en la lejanía… las flores de mil colores que descubríamos caminando al borde del camino en el paseo que nos dimos…
       Y allí también encontramos un espacio cubierto con mesas y bancos para sacar la comida y disfrutar de otro rato sereno y lleno de buen humor…. Saboreamos deliciosos manjares y agradecimos “el pan de cada día” recordando a los que carecen de lo esencial en la vida. Y el momento del postre llegó. Había un jarrón adornando la mesa lleno de flores verdes hechas  a mano. Algunos curiosos preguntaban ¿qué será esto?
     Los organizadores nos presentaron un cuento para leer “El maestro y el alacrán” con una bonita moraleja “algunos persiguen la felicidad, otros la crean”…. Leímos el texto de Mateo 6, 26 tan a punto para ese tiempo: “No andéis preocupados por la vida pensando qué vais  a comer o a beber… Fijaos en los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan; y sin embargo, vuestro Padre los alimenta… Daos cuenta de cómo crecen los lirios del campo… ¿No valéis vosotros mucho más que ellos?...
         Y a continuación nos pasaron un precioso mensaje con frases muy apropiadas para cualquier tiempo de la vida: Haz el bien  y no “huelas a quien”.
       Compartimos mucho y muy profundo. Abrimos el corazón con sencillez y nos escuchamos con profunda atención y respeto. Nos escuchamos, nos animamos y sobre todo nos comprendimos más. Alabamos a Dios por el regalo de un día lluvioso que siempre recordaremos. Y sabemos que dará fruto de vida.
      Recogimos el día diciendo que nos llamaba la atención la alegría del grupo, lo que nos reímos y también lloramos, lo bien que lo pasamos. RECORDAMOS a los que no pudieron venir y AGRADECEMOS  a cada uno/a que hizo de esta excursión un día  que no podremos olvidar. GRACIAS.
Junio 9, 2013
Proyecto Cárcel. Acompañamiento individualizado



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