El pasado lunes 24 de junio nos reunimos los voluntarios de los
pueblos de Zuera, Villanueva, San Mateo, Villamayor, Pastriz, Alfajarín y el
barrio rural de Peñaflor, con el objeto de compartir el trabajo de estos
primeros 6 meses del 2013 y poder valorar cambios o nuevas propuestas para el
resto del año.
Para ello, en cada equipo reflexionamos sobre nuestro trabajo y, más tarde, pusimos en común con el resto de los equipos.
Este año hay muchas novedades; disponemos, en Pastriz y Villanueva, de dos nuevos locales, cedidos
por los ayuntamientos para realizar las acogidas y que garantizan mejor la
intimidad de las familias que acompañamos. El equipo de Zuera explicó su nueva organización de la acogida, fruto del esfuerzo de las
dos voluntarias, el sacerdote y el técnico de la zona. Esta nueva organización ha estado motivada por la fuerte demanda de
las familias y la limitación de recursos humanos para poder atender con
dignidad a todas ellas. La valoración de la experiencia es muy buena y cada día se va afinando más su funcionamiento. Por un lado se ha conseguido
atender a más familias y con mayor calidad y, por otra parte, se ha mejorado el acompañamiento
con los mismos recursos que antes no era posible. Desde la zona se animó a
continuar con este esfuerzo que además también ha generado un grado mayor de
satisfacción de las familias y en los voluntarios que las acompañan.
Sin duda, está siendo el año donde las familias, que, antes de
la crisis, no necesitaban ser atendidas por Cáritas, acuden por primera vez. Han
agotado los diferentes recursos económicos que las han estado manteniendo durante el período en el que cobraban el subsidio de desempleo, ahora Cáritas pasa a ser su "tabla de salvación", como reza uno de los sloganes de la campaña de socios.. Esta situación
afecta a los equipos en la medida que son los vecinos de toda la vida los que acuden a las acogidas de Cáritas.
En cuanto a la formación se ha realizado un curso en la zona sobre
“Comunicación y escucha en la acogida” que ha sido un gran éxito y nos hizo plantearnos cuestiones que son
importantes para nuestra tarea. Queremos felicitar al equipo de formación por
su labor. ¡Seguiremos contando con
ellos!
La visita a Fogaral fue un momento de ánimo para todos, porque, al ver el esfuerzo y el tesón de las personas que forman esta pequeña familia,
animó a todos los voluntarios de la zona a afianzar su manera de trabajar por la integración y la dignidad del ser humano.
Tuvimos un espacio para compartir aquellos aspectos
positivos que destacamos de estos meses. Sobre todo, este espacio, sirvió para
darnos ánimo y ver la vida más de “color de rosa”, que buena falta nos hace.
No queremos, desde aquí, dejar de animar al nuevo equipo de
este arciprestazgo que, desde el inicio de este año, está en proceso de formación.
Se trata de La Puebla de Alfindén: son un total de 12 voluntarios, incluidos
los dos sacerdotes. No tienen prisa en empezar a atender a las familias que demandan
apoyo de Cáritas, porque saben que “las prisas no son buenas” y prefieren
formarse bien antes “meter la pata”.
Son conscientes de que las familias están siendo bien atendidas por el
técnico de la zona y puede seguir siendo
así, hasta que se consideren preparadas.
Para terminar, compartimos la comida que cada uno trajo; fue
en momento de fortalecer lazos entre los diferentes equipos en un ambiente muy
positivo. Queremos, también, compartir
el final de la fábula que se leímos para ayudarnos en la reflexión en el
inicio del encuentro:
“Que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumine
tu camino y a todas las personas que te rodean.
Que puedas siempre esparcir e irradiar con la fuerza,
optimismo y alegría el “dulce aroma del café,” para que nunca pierdas ese olor
grato que solo tú y quien es capaz de
atravesar por las duras circunstancias sabe transmitir a los demás”
(Esta crónica la ha enviado el técnico de la Zona, Luis Moreno.)
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