05 junio, 2013

Seminario de Trabajadores 2013: "Reaviva la vida, reaviva la fe"

Vista general de la sala del Centro de Historias


Desde hace unos años se ha convertido en habitual la celebración del  Seminario de Trabajadores. Este año, con el título “Reaviva la vida, reaviva la fe”, nos reunimos alrededor de 40 trabajadores de Cáritas Diocesana de Zaragoza en el Centro de Historias de la ciudad para compartir unas horas de encuentro, de reflexión y de formación. Nos acompañaron Gonzalo Gonzalvo, consiliario de Cáritas, el director, Carlos Sauras, y el secretario general, Frank Yagüe.
Es este un momento especial para encontrarnos los trabajadores y ahondar en la línea de profundización de nuestra identidad añadiendo una dimensión espiritual a lo profesional y personal.
El Director con tres compañeras de Cáritas

El Encuentro comenzó escuchando –y viendo una imágenes preciosas-  una canción de Luis Guitarra; a continuación Gonzalo leyó una introducción para iniciarnos en el sentido de este acto.
Hicimos una ronda de presentación de cada uno de los participantes añadiendo una palabra que expresara cómo nos sentíamos y a quién o a qué estábamos conectados. Fue interesante escuchar a los compañeros cómo se expresaban.
La persona encargada de impartir la formación ha sido Luisa Gella, psicóloga y orientadora que nos planteó una serie de contenidos  en la línea de la felicidad y el bienestar como actitud interior, la Atención Plena, las emociones positivas, la Mirada sobre uno mismo y los demás, la vida al servicio de los otros, etc. Los objetivos de estos contenidos eran aprender a pensar de una forma más eficaz y a desarrollar nuestras fortalezas personales para mejorar nuestro bienestar, reflexionar sobre nuestra auténtica identidad, mejorar nuestra actitud interior y descubrir la motivación profunda que da sentido a nuestra vida personal y profesional.
En el centro Luisa Gella, Ana Salvador, a la dcha y Lita ,a la izda.

Partiendo de la interioridad –utilizó muy sabiamente el pozo vacío o lleno de agua- planteaba la necesidad de fortalecer nuestra relación con:
1.       La realidad: teniendo en cuenta el optimismo y la evaluación realista
2.       Los demás: a través de la empatía, conexión y aceptación
3.       Con uno mismo: a través de las emociones positivas, Atención Plena, fortalezas y autenticidad; aceptando nuestra “sombra” y nuestra vulnerabilidad.
4.       Con Dios: a través de la fe, la confianza y el sentido.
Una de las conclusiones más certera fue que no podemos dar de lo que no tenemos; si “nuestro pozo” está vacío ¿qué podemos ofrecer?. Nuestra interioridad es nuestro pozo y es lo que nos ayuda a vivir la relación, como ha quedado explicado más arriba, con Dios, con nosotros  mismos, con los demás y con la realidad.
Trabajando en una de las prácticas

Nos dejó Luisa dos frases que resumen muy bien el contenido de la exposición: “La falta de aceptación de la realidad es la base de la infelicidad” y otra del filósofo griego Epícteto: “No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que decimos sobre lo que nos sucede”.
Quizá hubiéramos necesitado más tiempo para reflexionar, interiorizar, compartir y hacer nuestro  tantas y tan buenas ideas como se dijeron en ese Encuentro.

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