Vista general de la sala del Centro de Historias |
Desde hace unos años se ha convertido en habitual la
celebración del Seminario de
Trabajadores. Este año, con el título “Reaviva la vida, reaviva la fe”, nos
reunimos alrededor de 40 trabajadores de Cáritas Diocesana de Zaragoza en el
Centro de Historias de la ciudad para compartir unas horas de encuentro, de
reflexión y de formación. Nos acompañaron Gonzalo Gonzalvo, consiliario de
Cáritas, el director, Carlos Sauras, y el secretario general, Frank Yagüe.
Es este un momento especial para encontrarnos los
trabajadores y ahondar en la línea de profundización de nuestra identidad
añadiendo una dimensión espiritual a lo profesional y personal.
El Director con tres compañeras de Cáritas |
El Encuentro comenzó escuchando –y viendo una imágenes
preciosas- una canción de Luis Guitarra;
a continuación Gonzalo leyó una introducción para iniciarnos en el sentido de
este acto.
Hicimos una ronda de presentación de cada uno de los
participantes añadiendo una palabra que expresara cómo nos sentíamos y a quién
o a qué estábamos conectados. Fue interesante escuchar a los compañeros cómo se
expresaban.
La persona encargada de impartir la formación ha sido Luisa
Gella, psicóloga y orientadora que nos planteó una serie de contenidos en la línea de la felicidad y el bienestar
como actitud interior, la Atención Plena, las emociones positivas, la Mirada
sobre uno mismo y los demás, la vida al servicio de los otros, etc. Los objetivos
de estos contenidos eran aprender a pensar de una forma más eficaz y a
desarrollar nuestras fortalezas personales para mejorar nuestro bienestar,
reflexionar sobre nuestra auténtica identidad, mejorar nuestra actitud interior
y descubrir la motivación profunda que da sentido a nuestra vida personal y
profesional.
En el centro Luisa Gella, Ana Salvador, a la dcha y Lita ,a la izda. |
Partiendo de la interioridad –utilizó muy sabiamente el pozo
vacío o lleno de agua- planteaba la necesidad de fortalecer nuestra relación
con:
1.
La realidad: teniendo en cuenta el optimismo y
la evaluación realista
2.
Los demás: a través de la empatía, conexión y
aceptación
3.
Con uno mismo: a través de las emociones
positivas, Atención Plena, fortalezas y autenticidad; aceptando nuestra “sombra”
y nuestra vulnerabilidad.
4.
Con Dios: a través de la fe, la confianza y el
sentido.
Una de las conclusiones más certera fue que no podemos dar
de lo que no tenemos; si “nuestro pozo” está vacío ¿qué podemos ofrecer?.
Nuestra interioridad es nuestro pozo y es lo que nos ayuda a vivir la relación,
como ha quedado explicado más arriba, con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con la realidad.
Trabajando en una de las prácticas |
Nos dejó Luisa dos frases que resumen muy bien el contenido
de la exposición: “La falta de aceptación de la realidad es la base de la
infelicidad” y otra del filósofo griego Epícteto: “No nos afecta lo que nos
sucede, sino lo que decimos sobre lo que nos sucede”.
Quizá hubiéramos necesitado más tiempo para reflexionar,
interiorizar, compartir y hacer nuestro tantas y tan buenas ideas como se dijeron en
ese Encuentro.
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