A los pies del altar mayor de la iglesia de San Pablo |
El acto central de la celebración tuvo lugar ayer en torno a una Eucaristía, celebrada en la parroquia de San Pablo. Se ha elegido este año este lugar por ser, ésta de San Pablo, enclavada en el corazón del casco Histórico zaragozano, una de las parroquias donde acuden más personas en situación de vulnerabilidad social; en esta parroquia el 80 % son personas extranjeras y conviven multitud de razas, religiones, lenguas...
Vista general de la nave central de la iglesia de San Pablo |
Asistiero más de 200 voluntarios, donantes y trabajadores de Cáritas.
Entre las ofrendas hubo alguna especialmente significativa: el decálogo de la sencillez, el proyecto Entremadres y un copón y una patena de madera de olivo, realizado por artesanos de Belén.
Un momento de la presentación de ofrendas: el copón y la patena de Palestina |
En la Comunión -así como en toda la Eucaristía- el coro de la cofradía del Silencio cantó:
Si me falta el amor, no me sirve de nada
si me falta el amor, nada soy
El día del Corpus, Día del Amor, de la CARITAS, tenía más significado que nunca.
El equipo de voluntarios de San Pablo obsequió a los asistentes con unos refrescos y unas pastas, en un momento de confraternización y cercanía entre todos los voluntarios de tantas parroquias de la ciudad.
Vídeo de la Eucaristía:
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