Hoy se habla de la pérdida de valores en
las personas, pero si nos fijamos bien, veremos que nadie puede vivir sin
ellos. Sólo hace falta cambiar nuestra mirada para verlos. Miradas que salen
del ser y no del tener. Miradas que descubren el tesoro de uno mismo y
descubren en los demás sus tesoros. Para esto no solo son importantes las
palabras cargadas de sentido como la fraternidad, la gratuidad, la solidaridad
sino que es imprescindible utilizar el lenguaje del corazón.
Allí descubrimos la capacidad de la
belleza, del asombro, del encuentro con el otro y reconocerlo como hermano, de
indignarse ante las injusticias y de descubrir la capacidad de transformar
desde nuestras acciones y actitudes. Un cambio de mirada que hace que los ojos
ya no miren de la misma manera porque hemos descubierto la mirada del amor al
prójimo.
Desde el proyecto de sensibilización
“Educar la Mirada” abrimos puertas a la esperanza creyendo firmemente en el
potencial de los niños y jóvenes, acompañándoles en el descubrimiento de un
mundo que tienen que explorar.
Mª Teresa Pérez
Técnico del Proyecto de sensibilización "Educar la Mirada" de
Cáritas Diocesana de Zaragoza
- Extracto del Boletín semestral nº 57 de Cáritas Diocesana de Zaragoza -