03 octubre, 2019

Marcha solidaria: Compartiendo el viaje

Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado el domingo 29 de Septiembre Cáritas Diocesana de Zaragoza y la Delegación de Migraciones convocamos la “Marcha Solidaria: Compartiendo el Viaje”. Una marcha enmarcada en la campaña impulsada por Cáritas a nivel internacional y a la que asistimos cerca de 200 personas. 


Queríamos sumarnos a las numerosas Marchas que se están llevando a cabo en todo el mundo para lograr entre todos 1 millón de Kilómetros que reflejen nuestro deseo de encontrarnos y compartir el viaje con los hermanos migrantes. Una llamada del Papa Francisco para promover la “cultura del encuentro”. 


Comenzamos la mañana acogiendo y dando la bienvenida a las personas que llegaban poco a poco y cuyas procedencias eran muy diversas. Y a través de los 4 verbos que nos propone el Papa Francisco recordamos las actitudes que debemos tener para que verdaderamente se dé el encuentro que tanto anhelamos: 
  • Acoger es abrir los brazos, arropar y acompañar. 
  • Proteger es poner nuestra mirada en el foco de los derechos humanos y a la persona en el centro. 
  • Promover es ser signo de esperanza. 
  • Integrar es encontrarnos tú y yo, y cada uno desde nuestra identidad sin renunciar a nuestra raíz, construir juntos algo nuevo. 

Antes de comenzar la marcha pusimos nuestros corazones a la escucha del poema “Un lugar donde Mirarse” de Pati Blasco del poemario “Sueños en el Mar”. 
A veces siento que no te miro. 
A veces siento que tiene que haber un lugar solo nuestro 
para ti y para mí, vengamos de donde vengamos. 
Un mapa de vida y no una frontera. 

Y con el corazón esponjado por la profundidad y humanidad de este poema iniciamos la Marcha. Por delante 2,5 Km para encontrarnos con la otra persona y compartir el viaje que tantas y tantas personas se ven obligadas a iniciar dejando toda una vida atrás, buscando nuevas oportunidades, derribando muros, vallas, incomprensiones y rechazos. 

Nuestro punto de llegada fue la plaza del Pilar. Todos abrazamos en espiral la bola del mundo y abrimos nuestro mundo con la llave de la acogida, de la protección, de la promoción, de la integración… en definitiva, con la llave del amor. Y con el tintineo de las llaves de nuestra casa simbolizamos esa apertura a la que todos estamos llamados. 


Entre todos recorrimos 320 km que, por supuesto, sumaremos a los 489.326 Km. que se han recorrido a lo largo de nuestro mundo.

02 octubre, 2019

Ayudas económicas: dignidad e integridad de las personas


En el año 2018, Cáritas Diocesana de Zaragoza atendió a 8.793 personas (3.727 hogares). Creemos en las potencialidades de la persona y en acompañarla en sus procesos. Hay veces –no siempre- que ese acompañamiento requiere, entre otras acciones, de una ayuda económica. 


La ayuda económica es un medio, no un fin en sí mismo, y esperamos que de una u otra manera cale el mensaje de que hay muchos tipos de pobreza; la ayuda monetaria ni siempre resuelve los problemas ni es la única solución. Por eso, a través de nuestro Servicio de Estudios Sociales y gracias al esfuerzo de los equipos en la recogida y sistematización de datos, podemos indagar en las causas de la exclusión social que se hallan detrás de esas necesidades económicas, así como de otras necesidades no económicas que necesitan solución. 

Durante el año 2018 se concedieron 9.809 ayudas económicas, por un importe de 1.214.534,75€. A lo largo de varias entradas de este blog, hablaremos de esas ayudas económicas en torno a los siguientes derechos humanos fundamentales: derecho a la dignidad e integridad, derecho a la vivienda digna, derecho a la salud universal, derecho a la educación para todos, derecho al trabajo decente. 

Cifras con rostro 

Hemos llamado “Dignidad e integridad de las personas” a este apartado en el que incluimos conceptos de ayudas económicas como alimentación, ropa o calzado, enseres variados (coche de bebé, cunas, etc.), documentación o trámites administrativos o civiles. 

La alimentación fue el concepto que más ayudas económicas concentró, alcanzando el 36,6% y casi la mitad de los recursos económicos destinados a éstas (46,4%). Fueron 3.586 ayudas que ascienden a 563.460,59 €. Representan 8 de cada 10 de las ayudas otorgadas y 9 de cada 10 € concedidos. Destacamos las 435 ayudas para ropa y calzado por 28.758,72 €, que supuso 1 de cada 10 ayudas concedidas en este apartado. 

Titulamos estos números con el nombre de un derecho humano fundamental para no olvidarnos de que son cifras con rostro, para recordar que detrás de ellos hay personas. También, para que entendamos que dichas ayudas están contextualizadas no solamente en el marco de una intervención y acompañamiento social más amplio, sino también en relación con nuestra misión de abogar siempre por la dignidad de la persona. 

En próximas entregas de este blog seguiremos explicando las ayudas económicas realizadas a lo largo del pasado año. 

Puedes encontrar esta información de forma ampliada en la Memoria 2018 


30 septiembre, 2019

En busca de un lugar seguro para vivir [testimonio]

José (nombre ficticio) ha querido dejarnos su testimonio por si puede ayudar a otros que estén en su misma situación. 

Le agradecemos que con su historia personal nos acerque a la realidad de tantos hermanos que tienen que dejar su tierra. 

Llegué a Zaragoza hace casi un año. Estoy casado y tengo dos hijos. Tuve que dejarlos en mi país. 

Allí era promotor de derechos humanos en un ONG y me costó mucho cambiar de vida, dejar mi país… En la organización llevábamos años denunciando las irregularidades promovidas por el gobierno en cuanto a salud, educación y a todo tipo de injusticias. En el momento en el que el pueblo decidió salir a las calles de forma pacífica, comenzaron los problemas para la asociación y las personas que trabajábamos en ella. Nos requisaron los ordenadores, quemaron parte de la sede y el propietario del local nos pidió que nos fuéramos. Tras todo eso, comenzaron las amenazas. 

Mientras el pueblo salía a la calle pacíficamente, el gobierno envió a las fuerzas militares disparando de frente. Hubo cientos de muertos y heridos. Pasados unos meses donde la tensión política y civil en mi país era muy complicada, recibí una orden de captura por terrorismo. Me dieron una paliza que me ocasionó diversas fisuras y roturas de hueso. Me escondí durante más de dos meses para recuperarme, durante ese tiempo a mi padre lo cogieron preso para obligarme a salir de mi escondite. 

Mis compañeros de la ONG habían sido apresados todos. Mi familia estaba sufriendo un auténtico asedio por mi situación. Decidí que la mejor solución era salir del país. 

Cuando llegué a España, un familiar me acompañó a Cáritas donde me acogieron y acompañaron en este difícil camino. 

Hoy tengo el carnet de protección internacional y doy clases de español como voluntario a personas africanas, pero desgraciadamente no me relaciono con compatriotas míos por seguridad, he sido avisado de que es peligroso. Me gustaría trabajar, soy licenciado en Administración de Empresas y casi tengo finalizada la carrera de Derecho, pero en mi país no me permitieron compulsar mi título por lo que no puedo convalidar mis licenciaturas en España, ello me impide poder trabajar de mi profesión. 

Sufro mucho por estar separado de mi familia, pero no pierdo la esperanza de poder reunirme con ellos pronto.

Testimonio extraído del boletín semestral de Cáritas nº65. 
Está disponible en el siguiente enlace 

27 septiembre, 2019

El verano en el Huerto San Nicolás


Este verano no nos hemos ido de vacaciones ¡El huerto San Nicolás no descansa ninguna estación del año! 

Y nosotros nos hemos mantenido al pie del cañón regando nuestro huerto, cuidándolo y lo más importante que sucede durante el verano, recogiendo todas hortalizas que generosamente nos regala este fabuloso espacio de cultivo en pleno centro de la ciudad. 


Los participantes del proyecto de acompañamiento San Nicolás implicados en la actividad de huerto, han dedicado todas las mañanas de los miércoles del verano a esta tarea. 

¿Qué tiene de original? Pues que además de recoger los productos ¡nos los hemos comido! 

Este verano hemos preparado y disfrutado de almuerzos saludables con productos recién recogidos de la huerta ecológica: ensaladas, gazpachos, salmorejos y deliciosas tostadas de pan con tomate. 

El esfuerzo ha merecido la pena pero lo mejor de todo ha sido la compañía, compartir estos momentos junto a nuestras compañeras y compañeros con una buena conversación, dan sentido a la mañana. 

Ahora sí, nos tomamos unos días de descanso para coger fuerzas y empezar con energías renovadas en octubre para preparar la huerta de otoño.

Carmen Manero
Directora


26 septiembre, 2019

Proteger la Tierra, nuestra casa común

Cáritas Diocesana de Zaragoza se suma a la Movilización Mundial por el Clima que está teniendo lugar entre el 20 y el 27 de septiembre, con acciones en todo el planeta que reclamen más compromiso por parte de los gobiernos en la lucha contra el calentamiento global y sus efectos, que impactan especialmente en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables del mundo. 

Mucho se está diciendo y haciendo esta semana sobre la crisis climática. Nosotros queremos recordar hoy el llamamiento del papa Francisco: 

“Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios»[22]. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades”. 2015, Laudato Si´, Introduc., 14. 


Desde aquí, os animamos a concretar las pequeñas y grandes acciones que cada uno de vosotros, desde vuestro ser y hacer, podáis aportar. 

Es un reto y un acto de amor aprender a cuidar mejor y de forma urgente nuestra casa común, la Tierra, desde esa solidaridad universal de la que habla el papa.