El Centro de Rehabilitación Psicosocial “San Carlos” estrecha lazos con la empresa de inserción Le Damos la Vuelta

El pasado mes de octubre comenzó en el Centro de Rehabilitación Psicosocial “San Carlos” un nuevo programa de intervención al que han denominado “Rehabilitando Juguetes” consistente en el reciclado de juguetes procedentes de donaciones. 

Más allá de los beneficios que como actividad rehabilitadora puede reportar a las personas que participan en ella, el programa pretende sensibilizar a la sociedad sobre la potencialidad que tiene para las personas que asisten a dispositivos de rehabilitación psicosocial.

 

Otro de los objetivos de "Rehabilitando Juguetes" es el establecimiento de lazos y alianzas con otras entidades sociales. Es el caso de la empresa de inserción "Le Damos la Vuelta", la cual apuesta por la generación de empleo, el desarrollo sostenible, el consumo responsable, y la integración de las personas con dificultades de inserción socio laboral.

Los inicios de la colaboración vinieron marcados por el conocimiento y presentación de ambos proyectos. A raíz de aquí surgio una propuesta de colaboración por parte de "Le Damos la Vuelta": realizar el montaje de sus cajas de regalo, que por la carga de trabajo del día a día, no pueden montar al ritmo que la demanda les marca.

Pasados unos meses el equipo de "Le Damos la Vuelta" realizó una sesión de presentación a los participantes de San Carlos donde aprovechó la ocasión para impartir una sesión práctica

del montaje de las cajas de regalo. A partir de ese momento, esta actividad se ha incorporado a la programación del centro a la cual dedican una sesión semanal. Se trata de una acción en la que, por destrezas o intereses personales, tienen cabida diferentes perfiles de participantes. Y es que no solo se dedican a ensamblar, sino que el proceso de elaboración requiere dibujar la plantilla en la cartulina, recortarla, doblarla, pegar el logotipo, taladrar los agujeros de las asas y colocarlas… y todo aquello que pueda surgir desde la creatividad de los participantes.
 

Esta colaboración supone un paso más en el desarrollo del centro y de sus participantes, ya que supone realizar un trabajo significativo con una utilidad inmediata y una visibilidad al mundo exterior.

El huerto de San Nicolás en primavera

La espantapájara Casi-Mira

     Esta  primavera nos ha traído mucho trabajo en la huerta de San Nicolás.

     Han sido varias las labores de mejora que hemos acometido:

     Hemos aportado 12 m³ de sustrato vegetal, abono orgánico que convenientemente labrado han contribuido a mejorar considerablemente el suelo. La “operación sustrato” fue todo un éxito gracias a la colaboración y esfuerzo de todos los usuarios del centro.

      Pasados unos días, se procedió a labrar meticulosamente toda la superficie del huerto, gracias a la colaboración especial de “Consolida Oliver” que pertenece a la red de huertos escolares. La tierra quedó  en muy buenas condiciones por lo que en unos días procedimos a plantar escalonadamente las verduras de primavera-verano: tomates, pimientos verdes y rojos, ajos tiernos, cebollas, berenjenas, calabacines, sandías y melones entre otras cosas. Al ser una huerta ecológica hemos respetado la rotación de cultivos, la asociación de plantas, y el uso de  aromáticas.

      También se han confeccionado carteles indicativos, pirograbados en madera, que dispusimos en cada bancal. Esto  ha contribuido a decorar el huerto y sobre todo a recordarnos lo que hemos plantado los diferentes grupos que trabajamos en el mismo.

      Para rematar nuestro trabajo, en el taller de expresión hemos dado vida a  una espantapájara llamada Casi-Mira. Esperamos que sirva para espantar a los pájaros, que siguen disfrutando de nuestra rica huerta, ¡especialmente de las lechugas!.

     Y por fin  hemos obtenido la primera recompensa de nuestro huerto: escarolas y lechugas, que estaban muy buenas, y acelgas que las utilizamos para la elaboración de un plato en el taller de cocina que fue todo un éxito.

     En el momento de escribir este artículo los tomates asoman, las berenjenas y los calabacines van tomando forma, y de momento hemos probado unas guindillas estupendas para  aderezar salsas y legumbres en nuestra cocina.

    Este año, gracias al esfuerzo de todos,  la cosecha se augura mucho mejor que la del año pasado. 

    Mª Jesús Mayoral y todo el equipo del huerto de San Nicolás

    Ver todas las imágenes de cómo ha evolucionado el huerto

Actividad medioambiental en el huerto de San Nicolás

Altar mayor de la iglesia del monasterio de las Canonesas del Santo Sepulcro, en cuyo recinto se ubica el Huerto de San Nicolás

La idea de esta actividad transversal surge desde Cáritas Diocesana de Zaragoza ante la petición del Centro de Rehabilitación Psicosocial San Carlos. El objetivo es  poder incluir una actividad relacionada con la jardinería, dentro del proyecto de rehabilitación con determinados pacientes. El trabajo relacionado con la jardinería ofrece múltiples posibilidades y enfoques, tanto educativos, como de inserción, rehabilitación, formación sociolaboral, etc. 

El proyecto completo explica los objetivos, las fases, los trabajos realizados, etc., así como la proyección de futuro de una actividad de estas caraterísticas y los beneficios que puede reportar, tanto para los participantes del CRPS "San Carlos", como para los participantes del Itinerario de Inserción Sociolaboral.

Haciendo un poco de historia os remitimos al primer post que publicamos el 14 de febrero de este año, titulado  El Berro del hortelano . 

En él podíamos ver las primeras lecciones, los primeros brotes en macetas, las primeras actividades.

Vendría después lo que publicamos el 15 de mayo de este mismo año titulado El huerto de San Carlos.

Allí ya se veía algo distinto, algo que, poco a poco, progresaba.

En el mes de julio el huerto de San Nicolás ya era una auténtica realidad y como prueba de ello aquí tenéis las fotografías que hicimos en ese momento:

Firma del convenio de colaboración con Peluquería Passaró

El director de Cáritas, Carlos Sauras y el gerente de Peluquería Passaró

El día 11 de junio se firmó en la sede de Cáritas Diocesana de Zaragoza el convenio de colaboración entre Cáritas y Peluquería Passaró. Este convenio, que estará en vigor hasta diciembre de este año 2013, contempla tanto el corte de pelo de personas en situación desfavorecida - y que se encuentran en procesos de acompañamiento en la Cáritas parroquiales-  como la dotación de tres becas para que otras tantas personas puedan formarse en este oficio y, en el futuro, aspirar a un puesto de trabajo.
Javier Mesones, gerente y propietario de Peluquería Passaró, se dirigió a Cáritas para ofrecer sus servicios a través de la página web de Cáritas. Se inició un proceso de conversaciones y reuniones con el proyecto de Cáritas, Empresas con Corazón, que ha culminado felizmente en la firma del actual convenio.

En la reunión de firma del convenio pudimos hablar con Javier  y escuchar cómo nos contaba su trayectoria vital y profesional: que aprendió el oficio de peluquero cuando hacía el servicio militar, que puso su primer negocio con gran sacrificio, horas de trabajo y mucho entusiamo... que creó la firma Peluquería Passaró y que ha llegado a extenderla a Brasil y  Rusia y muchas ciudades españolas.

Javier nos decía que él entiende su trabajo como un proceso de formación permanente y de enseñar a lo demás lo que él ha aprendido; que "él tiene la obligación moral de colaborar para salir de esta crisis en la que se han perdido valores fundamentales; que sólo la sociedad civil organizada logrará que salgamos de ésta y que sólo la solidaridad, la colaboración y el trabajo bien hecho ayudarán a superar esta situación". Su frase más repetida: "la sociedad tiene que empezar a moverse".
Javier es optimista, cree en la gente, cree que todos podemos aportar algo para resolver los problemas. Entiende que en un mundo globalizado las formas de comunicarse han cambiado y que las redes sociales son imprescindible para que nuestro mensaje llegue: "así hemos llegado a Brasil y a Rusia", nos decía.
Javier nos contó que se considera una persona feliz cuando ayuda a otros, encuentra una gran satisfacción cuando ayuda a otros a través de su trabajo. El sigue creyendo en la gente y se ha ofrecido para animar la vocación de los jóvenes a los que Cáritas acompaña.
Javier ha elegido a Cáritas para colaborar porque cree que Cáritas está haciendo una gran labor en tiempos tan difíciles.

Al finalizar la conversación nos decía: "Si puedo ayudar y aportar algo ¿cómo voy a dejar de hacerlo?. Eso sería cobardía"
De cara al futuro él desearía poder crear puestos de trabajo para todas las personas que se forman en sus centros, "invirtiendo pequeñas cantidades de dinero se podría dar empleo a muchas personas".
El cree en su proyecto, lo manifiesta con total sinceridad y entusiasmo.
Javier es un ejemplo, como tantos otros que llegan a Cáritas, de persona comprometida, de persona que quiere aportar su pequeño granito de arena para que este mundo sea diferente, para que "otro mundo sea posible", como decimos en Cáritas. De todas esas personas que realizan, en definitiva, gestos de esperanza

La crisis, el paro y el trabajo por el que se lucha en Cáritas

 

En el Centro "Joaquín Roncal"

 

 

El día 1 de Mayo fue el Día Internacional del Trabajador. 

 

En el Itinerario de Inserción Sociolaboral pensamos que es un buen momento para que participantes, voluntarios y técnicos reflexionemos juntos sobre el momento actual, en el que superamos los 6 millones de parados, y sobre cómo nos posicionamos en Cáritas en relación al empleo y al modelo económico y social que nos ha llevado a esta realidad.

 

 

El pasado martes 30 de abril nos reunimos en el Centro "Joaquín Roncal" para reflexionar juntos y, sobre todo, para escuchar la realidad de los participantes del Itinerario de Inserción, protagonistas de este proyecto, para compartir cómo viven este momento, su realidad y su esperanza.

  

Partimos del análisis de que desde Cáritas promovemos y luchamos por un trabajo “decente”, que nos permita a todos vivir con dignidad, realizarnos personalmente y contribuir al bien de la comunidad. Frente a esto, el modelo económico actual es deshumanizador, nos ha ido educando en la sociedad de consumo, ha hecho que entendamos el trabajo como un medio para buscar únicamente el beneficio y el enriquecimiento personal, para así ganar más y más dinero que nos permita consumir más…

 

Los asistentes, divididos en grupos de trabajo, aportaron sus opiniones en relación a cuatro cuestiones que concretaban el debate y que fueron los siguientes: 

   *  ¿Qué significa vivir dignamente? ¿Cómo influye el empleo en la dignidad de las personas? ¿Qué características consideras que debe de tener un trabajo digno?
    * ¿Cómo consideramos que el actual modelo económico contribuye a la crisis que estamos viviendo
    * ¿Qué cambios económicos y sociales se podrían hacer para favorecer la dignidad y felicidad de las personas y cómo podríamos contribuir nosotros?
    * ¿Cómo influye no tener empleo en la persona y en nuestro entorno familiar y social?

Cada grupo llegó a unas conclusiones que quedaron reflejadas y plasmadas en cartulinas. Entre ellas  hay recogidas frases como:

 

“para tener una vida digna hay que tener cubiertas las necesidades básicas, tener unos valores de cara a la sociedad y posibilidades de acceso al empleo”;

 

“el actual modelo económico agrava las diferencias de clases sociales, en este modelo hay mucha corrupción y despilfarro”;

 

“el no tener empleo aporta fundamentalmente el miedo a las pérdidas, de vivienda, de autoestima…; en esta situación hay que tener esperanza y exteriorizar los problemas”;

 

“como soluciones deberíamos: evitar desigualdades sociales, controlar la corrupción y el gasto del dinero público; otorgar más poder a las personas y no al poder político, cambiar nuestra manera de comportarnos y empezar a pensar qué puedo aportar yo a la vida”.

 

  

La actividad finalizó con la colocación de las cartulinas en las instalaciones del Itinerario de tal modo que quedaran plasmadas las ideas y aportaciones que desde el Itinerario se realizan en torno a la conmemoración del día del trabajador, cada 1 de mayo.

 

 Fue una experiencia enriquecedora para todos.

Ana Salvador, Directora del Itinerario de Inserción Sociolaboral

 

 

 

 

 

 

BSH dona a Cáritas el importe de las felicitaciones navideñas para el proyecto de actividad ocupacional

El subdirector general del área económica de BSH Electrodomésticos España, Joaquín Franco entrega al talón correspondiente a la donación a Alberto Ruiz, Secretario General de Cáritas Diocesana de Zaragoza y Pedro Cotera, Coordinador de Empresas con Corazón.


Las tradicionales tarjetas navideñas que BSH Electrodomésticos España enviaría en estas fechas a sus clientes, proveedores y colaboradores se han convertido un año más en dinero contante y sonante destinado a una asociación benéfica. En esta ocasión, los 6.000 euros de esas felicitaciones se han entregado a Cáritas Diocesana de Zaragoza para el desarrollo de su programa de “actividad ocupacional protegida”. Joaquín Franco, Subdirector General del área económica de BSH Electrodomésticos España entregó el correspondiente talón a Alberto Ruiz, Secretario General de Cáritas Diocesana de Zaragoza, acompañado por Pedro Cótera , coordinador de Empresas con Corazón (Cáritas). A través de este proyecto, Cáritas, trata de potenciar la mejora de habilidades sociales y competencias personales de los participantes, así como desarrollar sus capacidades y destrezas mediante el aprendizaje de distintas técnicas manuales. El objetivo último de estas actuaciones para la motivación y habituación laboral es facilitar la integración, formación y desarrollo de una ocupación de aquellas personas que precisan una intervención adaptada a su situación, para mantener o avanzar en la adquisición de hábitos sociales básicos y nivel de empleabilidad.
Para acceder al programa de actividad ocupacional, es necesario haber pasado por un proceso motivacional -en los talleres “San Pablo” o “Fogaral”-, o de habituación laboral, en el Centro de Inserción Social o en la Granja de Reinserción de Transeúntes, que Cáritas tiene en Zaragoza y en Movera. El equipo de referencia del centro valora quiénes han cumplido los objetivos y estima necesario que participen en un proceso más largo y lento que se adecue a su situación.
En el programa iniciado en el mes de octubre de 2007 participan 20 personas, con una edad mínima de 45 años y una máxima de 65, si bien el mayor determinante no es la edad sino el grado de deterioro y baja empleabilidad. Su presupuesto es de 50.085 euros, y de su puesta en marcha se encarga una coordinadora y una educadora contratadas, y ocho voluntarias que desarrollan tareas de ejecución y apoyo en el resto de actividades.
Los talleres se realizan en dos grupos de trabajo, según las habilidades sociales y manuales; el deterioro de la salud -en los dos es elevado-; las dificultades sensoriales y motoras; nivel cultural -en algunos casos de analfabetismo y bajo nivel de neolector-; demanda de actividades, sobre todo manuales en ambos grupos; el grado de asistencia; el grado de atención y memoria; y también el deterioro de la salud. Las actividades se dividen en dos áreas: en la de crecimiento personal se trata de crear un espacio “acogedor” de referencia y de formación personal y en el área ocupacional se trabajan los hábitos de empleabilidad.