Como cada año, después
de la celebración de las primeras comuniones, una representación de
niños y profesores del Colegio "Sagrada Familia" visitan las instalaciones
de Cáritas con el objetivo de conocer más de cerca la entidad y hacer
entrega de un donativo.
En
esta ocasión, los 43 alumnos han sido recibidos por la Secretaria
General, Cristina García, quien les ha agradecido su colaboración y les
ha animado a que su trabajo por los “más pobres” siga siendo
sensibilizando a su cole, sus familias y sus amigos. Además, les ha
explicado la importancia del voluntariado en Cáritas y les ha invitado a
que cuando sean mayores se planteen ser también voluntarios.
Gracias
a la implicación del colegio,en una campaña realizada en Navidad, los
alumnos –grandes y pequeños - y las familias consiguen recaudar fondos
para Cáritas cada año.
Posteriormente,
los niños han escuchado atentamente el cuento del Oso Yamike (extraído
de los materiales de la Campaña 2008-2009 de Cáritas). El cuento decía
así:
“Había
una vez un oso llamado Yamike que vivía tranquilamente en un gran
bosque lleno de animales de muchas especies. Era el animal más fuerte
del lugar. Un día vinieron aterrorizados todos los ciervos pidiéndole
ayuda y protección, porque un grupo de hombres había entrado en el
bosque con la intención de llevárselos a todos al zoológico. Pero
Yamike, mientras comía su ración de miel silvestre sacada de un panal de
abejas, les dijo indiferente: — ¿Y a mí qué? Yo no soy ciervo. Ese es
vuestro problema. Estoy demasiado ocupado buscando mi alimento. Pasados
unos días, todos los ciervos fueron capturados y llevados al zoológico
de la gran ciudad. Poco tiempo después, todas las nutrias fueron
corriendo a Yamike pidiendo auxilio, porque los hombres querían cazarlas
para arrancarles la piel y fabricar abrigos de pieles. Pero el oso,
mientras trataba de pescar unos cuantos salmones del río, les dijo
indiferente: — ¿a mí qué? Yo no soy nutria. Ese es vuestro problema.
Estoy demasiado ocupado pescando salmones para no morir de hambre.
Pasados unos días, todas las nutrias del río fueron cazadas y
desaparecieron de aquel bosque. No pasó mucho tiempo de esto, cuando
todas las liebres acudieron angustiadas a Yamike pidiendo ayuda, porque
los hombres querían cazarlas para vender su sabrosa carne en los
supermercados de la gran ciudad. Pero él, mientras escarbaba su
madriguera para hibernar durante el invierno, les dijo indiferente: — ¿a
mí qué? Yo no soy liebre. Ese es vuestro problema. Bastante tengo yo
con construirme un cobijo para pasar el frío invierno. A los pocos días,
todas las liebres del bosque fueron cazadas por los hombres. Pasó el
frío invierno y llegó la primavera. Yamike salió de su madriguera
bostezando y desperezándose, después de haber dormido allí durante dos
meses seguidos. Pero nada más salir, los hombres le estaban esperando
para cazarlo por sorpresa. Cayó una red sobre él y quedó atrapado sin
remedio. Entonces, desesperado, empezó a pedir auxilio y socorro con
todas sus fuerzas. Pero nadie vino en su ayuda. Ya no quedaba ni un solo
animal en el bosque. Ahora le había tocado el turno a él. Los hombres
lo querían para disecarlo y ponerlo en un museo. El oso Yamike empezó a
llorar amargamente, porque si desde el principio hubiera hecho suyo el
problema de los ciervos, las nutrias, las liebres..., no lo habrían
tenido tan fácil los hombres para acabar con todos los animales del
bosque. Ahora no podía decir: ¿Y a mí qué? “ - José Real Navarro
Al
finalizar, se les ha regalado una pequeña cruz realizada por mujeres
artesanas, en Palestina, de madera de olivo. La compañera de la Comisión de Cooperación Internacional,
Mercedes Torrejón, les ha esxplicado que hay niños en todo el mundo que
lo están pasando mal por guerras, hambre y situaciones difíciles y que
con nuestra pequeña ayuda desde aquí también podemos ayudarles
colaborando de distintas formas.
Desde Cáritas queremos agradecer a la Dirección del Colegio, a los profesores y a todos los alumnos su implicación con Cáritas.
Realizado por:
Teresa Pérez, técnico del proyecto Educar la Mirada , y Alba Monaj, técnico del Servicio de Comunicación
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