¿Sabías que en Cáritas Diocesana de Zaragoza tenemos un proyecto residencial para personas dependientes? (mayores de 65 años o menores de 65 años que tengan dependencia física o social).
En anteriores entradas de este ¿sabías que…? hemos explicado el origen de Cáritas, claves que resumen nuestro Modelo de Acción Social entre las que destacábamos la frase la persona como centro de nuestra acción. Y por eso usamos las palabras personas que: “personas que están sin hogar”, “personas con enfermedad mental” “personas que están en prisión” “personas que ejercen la prostitución”… es nuestra forma de recordar a la sociedad que detrás de cada situación - y en el centro de ella- hay siempre una persona.
Hoy os hablaremos de qué hacemos por y con las personas que son dependientes. La Residencia “Santa Teresa” es un recurso residencial para personas mayores y menores de 65 años, en situación de dependencia y marginación social.
Ofrece una atención integral centrada en la persona, encaminada a su desarrollo personal, permitiendo que las personas que se atienden y sus familias puedan mejorar su calidad de vida. Da un testimonio con su forma de hacer y ser, que a la vez es denuncia de la realidad que viven muchas personas en soledad. Se trabaja para que el residente mantenga su independencia funcional lo máximo posible y logre tener su mayor autonomía pudiendo dirigir su vida según sus gustos, creencias y preferencias.
Cuenta con 68 plazas residenciales y un capital humano valioso: 47 profesionales contratados y 102 voluntarios que aportan un valor añadido en presencia y acompañamiento. Entre todos, además de la atención sanitaria y social adecuada debida a las circunstancias de los residentes, se esfuerzan para crear sentimiento de pertenencia, disfrutar del tiempo libre y la cultura, fomentar la autonomía a través de la participación social, incrementar la red social y sensibilizar a la comunidad sobre el colectivo de personas dependientes.
Desde mayo de 2018, está certificado como un centro libre de sujeciones, esto es: mantener a todos los residentes libres de ataduras físicas, psíquicas y farmacológicas pudiendo ejercer su derecho a la libre deambulación, a ser respetados, escuchados y cuidados con dignidad. La base de esta metodología innovadora se encuentra en nuestro código ético y en los fundamentos de la atención centrada en la persona, que da valor a la autonomía, autodeterminación y al cumplimiento de los proyectos vitales como eje central de la acción.
¿Conoces a alguna persona dependiente?
¿Te has parado a pensar la vida que han dejado atrás las personas que pierden su autonomía?
¿Cómo te gustaría que te trataran si te vieras en esa situación?