29 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: Tierra Santa (2)

Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo afectan las circustancias actuales a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de la Caridad Universal. Hoy Carmelo nos sigue contando cosas de los hermanos que viven en Tierra Santa, os dejamos con la segunda parte de su artículo. 

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Dejábamos el artículo de la pasada semana con la palabra preocupación, pero no me gustaría dejarlo así prefiero combinarlo con otras palabras como dignidad, comunidad y trabajo. Nuestros proyectos, actualmente allí, son tres: dos de apoyo agropecuario y comercialización de productos, junto a Cáritas Jerusalén y Caritas Española y uno de educación: apoyando el colegio de Ntra. Señora del Pilar y a las Hnas del Calvario. 

 Ha sido este tiempo de parón, tiempo de saber que poco se podía hacer. Junto a las compañeras de Cáritas Española ha sido tiempo también de comunicación con nuestras contrapartes de los países con los que cooperamos para saber de las gentes allí y de las posibilidades de continuar. En paralelo, el trabajo administrativo aquí estaba también paralizado y la pregunta, en medio de la incertidumbre, era cómo continuar, cuándo hacerlo y qué pasaría en el futuro: ¿Cumpliremos con las propuestas, alcanzaremos los plazos, daremos el servicio a las familias con las que nos habíamos comprometido? 

En primer lugar, os quiero hablar de Belén. Fue uno de los primeros focos en esta pandemia y el confinamiento fue estricto, respondido con responsabilidad por sus habitantes. Tal es así que en los campos de Beit Jala, un vergel verde en el distrito de la ciudad de Belén, los campesinos no han podido acceder a sus tierras. Y justo allí, teníamos en marcha sendos proyectos de nuestra Cáritas, uno apoyado por el Ayuntamiento de Zaragoza y otro, iniciando justo en marzo, apoyado por el Gobierno de Aragón. Para tener una visión general de la importancia de estos proyectos, habría que comentar que un 27% de los hogares de la Cisjordania ocupada sufre de inseguridad alimentaria (Informe OCHA) por falta de empleo, el alto coste de la vida y los escasos ingresos familiares... Un vector importante en sectores campesinos es la poca producción, a su vez con causas también enraizadas, entre otros, en el conflicto. 


Preocupa también la caída del turismo, en una ciudad de continuo turismo religioso como es la eterna Belén (por cierto, ciudad hermanada con Zaragoza y cuyo alcalde nos visitó en 2018). Además, a las familias del proyecto, más allá de la producción agropecuaria, la razonable preocupación por la protección de su tierra, heredadas de sus ancestros están con la amenaza cierta de la ocupación. Esa preocupación se agudizó hasta la semana del 17 de mayo por la imposibilidad de trabajarlas. En este tiempo, Cáritas Jerusalén continúa apoyando a las familias y desde aquí continuaremos apoyando su trabajo, al lado de los últimos. 

En segundo lugar, os quiero hablar de Jerusalén. Allí en pleno centro se encuentra el colegio de Ntra Sra del Pilar, con el que lleva trabajando Cáritas Zaragoza desde 2004, con fondos propios y también con apoyo de la DPZ. Jerusalén, ciudad donde empiezan y acaban los caminos, Ciudad Santa para las tres grandes religiones y ciudad hoy en día de contrastes. En este tiempo, se paralizó también toda la actividad educativa, hace bien poco las alumnas pudieron volver de nuevo. El colegio- en un antiguo edificio que fue hasta 1923 sede del Consulado español- cumple una fenomenal labor educativa y de acogida a más de 200 niñas palestinas (cristianas y musulmanas) de familias en situación vulnerable e imparte educación desde preescolar a superior. Además, es un centro modelo en Jerusalén Este, modelo de educación en valores, de tolerancia, de cuidado a las personas, de amparo y de generosidad... Desde allí la Madre Marta Gallo y su equipo y con voluntarias como Bárbara lidian a diario en una realidad, sin duda, compleja, apoyando la educación y el crecimiento personal de las niñas y jóvenes del colegio. 

En estos días, el patio exterior del colegio se ha convertido en improvisado lugar de reunión para cristianos. El párroco del centro, al tener que cerrar la Iglesia, ha celebrado las misas en árabe para un máximo de 30 personas por día, fuera martes, domingo o cualquier día. Haciendo comunidad desde la comunidad, bajo la imagen de la Virgen del Pilar. En el confinamiento, profesoras y alumnas han tenido dificultades para la enseñanza a distancia. Sin duda, los privilegios también se han notado en esta cuarentena. Y ahora el futuro: retorno de las alumnas, con nuevas situaciones familiares, seguramente afectadas gravemente y de nuevo por esta crisis... Desde el equipo de Cooperación de CDZ acompañaremos ese futuro desde el servicio y la cooperación fraterna, creyendo -junto al equipo del colegio- con firmeza en una vida mejor para esa generación. 


Aquí, desde nuestra Iglesia y nuestras comunidades, tenemos la oportunidad de abrir los ojos peregrinos. En nuestra reflexión, nuestra oración y en nuestros viajes parroquiales allí no veamos solo los muros turísticos e históricos: miremos a los primeros cristianos y la sociedad donde viven, a las piedras vivas y los otros muros, estos modernos e impuestos, que rodean las primeras comunidades. Sin miedo, con denuncia profética, desde aquí ampliemos esa mirada en Tierra Santa y seamos capaces de ver la realidad de aquellas personas que habitan la tierra donde está la esencia de nuestra fe y que hoy es signo de sufrimiento para muchos, pero tiene que serlo también de esperanza. 

"La misión de la iglesia es una misión profética que proclama la 
Palabra de Dios en el contexto local y en los acontecimientos cotidianos, con 
osadía, dulzura y amor por todo. Y si la Iglesia toma partido, es por el 
oprimido que Ella toma partido. Ella permanece a su lado, como Jesús ha 
estado del lado del pobre y del pecador que ha llamado a la penitencia, a la 
vida y a volver a encontrar la dignidad que Dios le ha dado y que no es 
permitido a nadie de privarla de ella". 
Documento Kairos .Un momento de verdad. 

Carmelo Crespo Zaldivar 
Técnico Cooperación CDZ

27 mayo, 2020

Las personas sin hogar en tiempos del COVID-19

Hoy os traemos un artículo de Goyo García Carpintero, trabajador social de Cáritas Zaragoza que atiende y acompaña a las personas sin hogar que se acercan a Cáritas buscando apoyo. El artículo de Goyo comienza con una reflexión directa: ¿Cómo vivir un confinamiento cuando no tienes un hogar? Y es que cuando se decretó el Estado de Alarma, las calles se vaciaron y entonces las vimos, caímos en la cuenta de todas esas personas que su techo, es la calle. Personas que conoce muy bien Goyo y que hoy quiere contarnos más sobre ellas. 

No calificamos ni hablamos de sintecho, hablamos de personas sin techo. Seres humanos con rostro y nombre. Personas que sufren la más extrema de las situaciones, la de falta de vivienda, de exclusión residencial. Pero también hablamos de aquellas alojadas en “centros de alojamiento de urgencia”, como los albergues fijos o temporales, que llevan dos meses sin salir del centro, por estar confinados. Estas personas no tendrán a donde ir cuando se levante el confinamiento. Todos ellas sufren exclusión residencial, “sin vivienda”. La misma situación en la que están mujeres alojadas en dispositivos de alojamiento para ellas, o personas privadas de libertad que cuando queden libres, o menores acogidos cuando cumplan la mayoría de edad y sean expulsados de los pisos tutelados… Todas estas personas sufren exclusión. Exclusión residencial. 

Y en medio de nuestro confinamiento, complicado pero cómodo en nuestras casas, quiero que reflexionemos un poco más. No me quiero olvidar de los que están alojados en habitaciones alquiladas en pisos compartidos. Creo que ni siquiera nos podemos hacer a la idea de cómo puede ser vivir un confinamiento solamente en una habitación. Pero aún sigo con más colectivos que me preocupan, por ejemplo, las mujeres forzadas a vivir en confinamiento con su maltratador, o quienes tienen una orden de desahucio. Todas estas personas sufren exclusión. Exclusión residencial: “vivienda insegura”. 

Y quienes habitan espacios no aptos (coches, naves abandonadas…), o temporales (caravanas), o conviven hacinados en viviendas, u ocupando un local o una casa abandonada… Todas estas personas sufren exclusión. Exclusión residencial: “vivienda inadecuada”. 

Pues bien, desde casa, teletrabajando, podemos acompañar a través del teléfono -a quien lo tenga- y así lo hemos hecho. Pero, para que mentir, lo hemos hecho con ganas de volver a encontrarnos cara a cara, como lo hacemos siempre. ¿Pero véis lo importante que es evitar la exclusión tecnológica en una situación como esta? Tener un teléfono, una tarjeta, un cargador y un sitio donde poder cargarlo… Sin duda, nada será igual después de esta experiencia que estamos viviendo. Y además creo que ¡nada debe ser igual! No podemos volver a estar como estábamos, en relación al sinhogarismo, que es a lo que me dedico yo. Tenemos que repetir tantas veces como haga falta que el derecho a una vivienda digna y adecuada es un Derecho Universal básico (artículo 25 DDHH). Pero tampoco debemos olvidar los demás derechos como la salud (¡cuánto estamos hablando de salud estos días!), el alimento (que no ha faltado a nadie pese al estado de “alarma”) y ¡qué importante es la vida! Cuidar la nuestra y la de los que nos rodean. 

Y desde ya… nos vemos otra vez de nuevo en nuestra sede, con mascarilla y cita previa, sin abrazarnos, pero nos vemos. Y eso ya es motivo de alegría.

25 mayo, 2020

Re-apertura de los centros de Cáritas

Estimados amigos, nuestros centros y servicios llevan unos días abiertos (con cita previa) adaptándose poco a poco para cumplir las medidas de seguridad, distancia e higiene que permitan cuidar la salud de todas las personas acompañadas, voluntarias y trabajadoras. 


La atención al público general está cerrada y sólo se realiza la acogida con cita previa en el teléfono 976 294 730. Todas las personas que necesitan ser atendidas por Cáritas deben llamarnos a ese teléfono. 


En estos momentos, en nuestra sede no podemos recoger donaciones de juguetes ni ropa, las de juguetes quedan aplazadas y las de ropa rogamos que se hagan en los contenedores rojos de A TODO TRAPO, habilitados para ello. Está disponible el listado en nuestra web

La tienda Latido Verde ya está abierta al público con las estrictas medidas de seguridad y prevención. Podéis estar al tanto de sus noticias en su página de Facebook. 

Mucha gente nos pregunta ¿y entonces, cómo puedo colaborar con vosotros? 


1. Haciendo un donativo por transferencia a las siguientes cuentas bancarias:
  • Ibercaja: ES31-2085-0113-62-0300027229
  • Triodos Bank: ES28-1491-0001-25-2082701828
2. Realizando una aportación a través de la web: www.caritas-zaragoza.org/hazundonativo.php
3. Enviando un donativo a través de Bizum con el código de ONG: 33461 

Importante: los socios y donantes que lo deseen serán atendidos presencialmente en la sede (Pso. Echegaray y Caballero, 100). También pueden pedir cita previa y/o realizar cualquier gestión (altas, bajas, aportaciones extraordinarias...) llamando al 976 21 33 32.

La misión principal de Cáritas es acoger, acompañar y atender a los últimos y más desfavorecidos, incluso en una situación tan excepcional como la que se está viviendo actualmente. Cáritas Diocesana de Zaragoza sigue estando cerca de los más necesitados, aunque por responsabilidad ese “estar cerca” sea un poco diferente en el contexto actual que nos toca vivir. 

22 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: Tierra Santa (1)

Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo viven estos tiempos de cuarentena, cómo cambia la vida en otros países y, sobre todo, cómo afectan esos cambios a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de Cáritas de la Caridad Universal. Hoy les toca el turno a nuestros hermanos que viven en Tierra Santa, os dejamos el artículo de nuestro compañero, Carmelo. 

Cáritas Zaragoza lleva muchos años colaborando con Cáritas Jerusalén, situada en Palestina, en muchos temas: desarrollo social, agropecuario, salud, agua, mujeres y empleo, comercio justo o protección de tierras… También apoyamos la educación, colaborando con el colegio del Pilar, que gestionan las Hnas. del Calvario. Además, formamos parte de la bonita Iniciativa por la Paz (IPP) junto a otras diocesanas de nuestro país y junto a Cáritas Española. Fuimos fundadores (en tiempos de nuestra anterior técnico de cooperación: Mercedes Torrejón) junto a otras Cáritas que trabajaban desde principios de los 2000 en esas tierras sagradas que tuvieron la buena idea de juntarse, para compartir ideas comunes. Desde entonces participamos con reuniones esporádicas en Madrid, y trabajamos conjuntamente temas como el Comercio Justo, el Desarrollo, la Sensibilización y, una iniciativa muy especial, el campo de trabajo para jóvenes. Tal y como contamos también en este blog, en el año 2019 fueron dos jóvenes zaragozanos, Lidia y Manuel, que han pasado a formar parte de nuestro equipo de voluntarios de Cooperación. 


Contexto histórico 
Gracias a nuestra colaboración con Cáritas Jerusalén podemos contaros algunas cosas de la realidad de allá. El contexto habitual en el que viven nuestros hermanos palestinos es realmente complicado. Allí los cristianos suponen apenas el 1.8% de la población y ellos sufrieron también las consecuencias violentas de la Nakba (catástrofe) del 48- al escribir esto se conmemora los 72 años- y no pudieron recuperarse, como tantos otros palestinos. Hoy los cristianos tienen presencia de calidad en la autoridad palestina y en la sociedad civil, además de ser como Iglesia, una autoridad reflexiva y comprometida con su pueblo que vive bajo las reales dificultades de la ocupación israelí. Tras los acuerdos de Oslo en 1993, el Territorio Palestino se clasificó en tres zonas “políticas”. 

Para comprender bien todo esto, os recomiendo leer el documento cristiano “Kairos” que nos habla, desde la fe, la serenidad y la firmeza de la lucha por la paz, ante el “Pecado contra Dios que es la opresión” y donde se vislumbra la esperanza, aun en una situación como la que allí viven. 

La crisis sanitaria allí 
En la actualidad que nos ocupa, el 5 de marzo se detectaron los primeros casos de COVID-19; se dice que traído por peregrinos y por ello el Estado de Israel estableció medidas de cuarentena para los viajeros. En Jerusalén se podía salir a pasear en los alrededores de la vivienda y el confinamiento estaba además aderezado y animado por las protestas de activistas por la complicada situación política israelí, entre alianzas electorales, juicios y demás. 

En los territorios palestinos, la situación no ha sido tampoco fácil en esta emergencia. En Gaza, territorio golpeado continuamente, la situación sanitaria preocupaba especialmente. Cuentan con un sistema de salud colapsado totalmente. Hay que saber que la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos – UNRWA- enumera 8 los campamentos de refugiados, campos que albergan a más de 1.200.000 personas, es decir, más de la mitad del total que habita Gaza). 

Según un informe de NNUU de finales de abril hubo solamente 17 casos confirmados en esa zona. En cambio en Cisjordania se dieron más de 320 casos. El 22 de marzo entraron en confinamiento en Palestina, aunque con ciertas excepciones para el comercio. Por ejemplo, compañeros nuestros de Cáritas Jerusalén que viven en Cisjordania no podían pasar los férreos y desagradables “check point” para entrar en Jerusalén, sede de la Cáritas nacional y por tanto su lugar de trabajo. 


Nuestros proyectos 

En esta situación, los proyectos que apoyamos desde nuestra Cáritas junto a DGA, Ayuntamiento de Zaragoza y DPZ han estado paralizados. Sabemos que Cáritas Jerusalén ha apoyado a más de 500 familias con alimentos, pero nos trasladan que existe una preocupación profunda en varias áreas: en el campo por ejemplo por la producción y la tierra, en las ciudades por el turismo y el paro. La semana que viene os seguiré contando más cosas de allí, siempre desde nuestra dimensión universal, y en este caso en concreto con una mirada de peregrinos cristianos. 


“Nosotros creemos que nuestra tierra tiene una vocación universal. En esta visión de universalidad, el significado de las promesas, de la tierra, de la elección y del pueblo de Dios se amplía para incluir a toda la humanidad, empezando por los pueblos de esta tierra. La promesa de la tierra no fue nunca un programa político, sino una introducción a la salvación universal; fue el comienzo de la realización del Reino de Dios en la tierra”. 
(2.3) Documento Kairos Un momento de verdad. 2009 

Carmelo Crespo Zaldívar 
Técnico de Cooperación de CDZ

20 mayo, 2020

Las colaboraciones en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad”. Hoy nuestra compañera, Pilar, nos cuenta para este blog cómo se han volcado algunas entidades y/empresas para colaborar con nuestra Cáritas y ayudar a través de nosotros a los que más lo necesitan. 

Con el COVID-19 todo ha cambiado. Sin embargo, algo parece haber seguido intacto, la generosidad de las personas, y la de muchas empresas y entidades, grandes y pequeñas, que construyen la red productiva y económica de nuestro entorno. Es habitual que en momentos socialmente difíciles, esta generosidad fluya y aumente, y esto es lo que hemos experimentado a lo largo de estos dos últimos meses en Cáritas, a través del equipo de Colaboraciones Institucionales, que junto a Administración, se encarga de atender esta línea de trabajo institucional. 


La solidaridad mostrada, que hemos estado recibiendo minuto a minuto, día a día, de manera personalizada y con un agradecimiento infinito, nos da la posibilidad de seguir apoyando y acompañando a las personas en desigualdad, las de antes y las que se han sumado inevitablemente a esta población de riesgo, no sólo sanitario sino también social, al perder su trabajo u ocupación. De momento, gracias a estas colaboraciones tenemos la oportunidad de continuar con nuestra labor, sin bajar la guardia y poniendo en el centro a las personas y, también, cuidando el planeta, nuestra casa común. 

La colaboración ha llegado en forma de múltiples donativos económicos, suscripciones como socios, intenciones para cualquier tipo de colaboración, algunas veces imposible por las circunstancias, pero igualmente meritorias. También en forma de ofrecimiento de productos, algunos de ellos alimentarios, que con el transcurso del confinamiento serían desechados por falta de consumo. Es el contrasentido de nuestro sistema, por un lado personas con necesidades básicas sin cubrir, por otro el desaprovechamiento de alimentos. Sin embargo, parece haberse tomado conciencia de que esta es la peor de las opciones. Gracias a los que así lo habéis visto. Como ejemplo nuestra colaboración con Encantado de Comerte 3, empresa de jóvenes emprendedores cuya línea de trabajo es el aprovechamiento de la comida. 


Hemos tenido que aclarar en muchos ofrecimientos que Cáritas no realiza reparto de comida ni tiene comedores sociales, y que no dispone de logística y almacenaje de alimentos, ya que su intervención social se basa en la autonomía de las familias, realizando un acompañamiento educativo con ellas a través de ayudas económicas en efectivo. Sin embargo, en estas circunstancias, hemos reajustado alguno de estos criterios a favor del aprovechamiento alimentario, la cobertura de alimentación en un amplio colectivo de familias con especiales dificultades, aportándoles además una alimentación equilibrada, y el detraimiento de gasto en consumibles de productos ofrecidos. 

Nuestra residencia Santa Teresa, nuestros proyectos especializados y la atención a la alimentación y necesidades básicas de las familias, desprotegidas y abrumadas por la realidad actual, han recibido esta generosidad con colaboraciones múltiples y diversas: confeccionando mascarillas en los primeros momentos de escasez e incertidumbre, donando pantallas protectoras, miles de litros de agua, de leche, chocolates, yogures, productos alimenticios variados, productos de limpieza y colaborando en su transporte y distribución de forma altruista. 


Desde los más grandes, a los más pequeños GRACIAS. Muchos no queréis dar notoriedad a vuestra colaboración y por eso no nombraremos a las más de 124 empresas socias y a las 280 empresas donantes y colaboradoras, 40 de ellas nuevas en estos dos últimos meses de COVID-19. Estas colaboraciones han abierto puertas y ventanas y esperamos darles continuidad cuando todo se normalice. Recojo el comentario de uno de los más activos colaboradores en el reparto de alimentos a domicilio, gracias a cuya colaboración ha sido posible hacer llegar 448 lotes de alimentos básicos para cubrir una necesidad imperiosa, como es la de comer. Esta colaboración ha sido estrecha y, por su complejidad, ha generado algunas pequeñas incidencias, sin embargo su contestación ante estos imprevistos agradeciendo su paciencia fue: “Lo que se hace a gusto no agota la paciencia. Encantados por ayudar”. 

GRACIAS. ESPERAMOS SEGUIR CONTANDO CON VUESTRA COLABORACIÓN, AHORA Y SIEMPRE. 

LA DESIGUALDAD NO TIENE FECHA DE CADUCIDAD Y LLEGAN TIEMPOS MUY DUROS PARA MUCHAS FAMILIAS 

Tu compromiso mejora el mundo
Si tú cambias, todo cambia
#CadaGestoCuenta


Mª Pilar Tirado Aramendi
Coordinadora de Colaboraciones Institucionales 

18 mayo, 2020

La Fundación por la Inclusión en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando a cabo en la diócesis y en nuestra Cáritas y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad”. Hoy os acercamos cómo lo están viviendo en la Fundación por la Inclusión Social de nuestra Cáritas. 

El estado de alarma ha provocado la paralización de las actividades presenciales en la sede de la Fundación por la Inclusión Social de Cáritas Zaragoza, cuyo objetivo es favorecer el acceso al mercado laboral de personas en situación de desempleo. La acogida de la Agencia de Colocación se vio obligada cesar su atención presencial, al igual que el resto de proyectos tuvieron que dejar de realizar sus actividades grupales, entrevistas individualizadas o talleres presenciales. Sin embargo, la crisis sanitaria provocada por el COVID – 19 está suponiendo para el equipo de profesionales y para los participantes del Programa de Inserción Laboral de la Fundación por la Inclusión Social una oportunidad para explorar nuevas herramientas de trabajo y nuevos métodos de intervención que, por otro lado, van a servir para mejorar las competencias de las personas en situación de vulnerabilidad a la hora de acceder al mercado laboral. 


Además, las más de 40 personas voluntarias que participan en el proyecto también tuvieron que dejar de participar en las actividades, aunque han seguido conectadas a través del correo electrónico para mantenerse informadas de la situación de sus familiares o de los propios participantes que pudieran conocer. Algunas de ellas, han realizado también tareas digitales, mejorando herramientas que se venían utilizando en los registros de acogida. 

Desde el minuto cero, el equipo reorganizó el trabajo para poder continuar haciendo la orientación y acompañamiento de los participantes que estaban en activo en los proyectos, a través de teléfono y de correo electrónico. Durante los días más duros del confinamiento esta orientación se convirtió más en una orientación social, ya que se detectaron casos de necesidad social y de apoyo psicológico, que propiamente laboral. 

La orientación laboral fundamentalmente se centró en información sobre los ERTE, derivaciones e información en caso de despidos, las posibles ayudas que empezaron a legislarse por parte del gobierno, etc. También se están recibiendo nuevas inscripciones a través del correo electrónico. 


Aunque durante el estado de alarma está habiendo una realidad de desempleo muy dura, por otro, hubo sectores donde se nos demandó una intensa intermediación, como fue en el socio-sanitario, en el momento más duro del confinamiento, a través de residencias o las bolsas de empleo que generó el Gobierno de Aragón a través de empresas privadas, o más recientemente el sector agrario a través de las organizaciones agrarias. 

También este largo periodo está siendo un momento de iniciativas para la reflexión colectiva y la cocreación de propuestas para el futuro en torno al empleo y la inserción laboral. Se ha estado participando a través de videoconferencias en tres espacios digitales que están generando pensamiento creativo muy interesante de cara al futuro del empleo. El primero en torno al proyecto Incorpora, otro de nueva creación #SumandoEmpleoAragón, en el que participan entidades, empresas y profesionales de modo individual y con distintas perspectivas impulsado por el Cluster IDiA y, el tercero, promovido a nivel estatal por la Asociación Española de Fundaciones (AEF). 

La experiencia, a pesar de lo duro y del choque inicial, también está teniendo su lado gratificante, sobre todo porque el objetivo son las personas que participan en los proyecto, una de ellas nos decía: “Saber que hay alguien que te está ayudando, sentir apoyo, darte ánimo, me ha ayudado mucho en estos momentos y me ha dado tranquilidad. Me ha servido de gran ayuda estar en contacto con CARITAS. De todo corazón les doy las gracias y un fuerte aplauso por la gran labor que hacen todos! Gracias".
Frank Yagüe 
Gerente de la Fundación por la Inclusión Social de CDZ

15 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: los refugiados

Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo viven estos tiempos de cuarentena, cómo cambia la vida en otros países y, sobre todo, cómo afectan esos cambios a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de Cáritas de la Caridad Universal. 

En estos tiempos complicados no queremos olvidar dos temas que nos preocupan y mucho: la migración y el refugio. Y es que muchas cosas se han detenido en este tiempo: las administraciones nacionales y por supuesto las fronteras. La situación ha provocado un descenso en la llegada de migrantes y por ende, de solicitantes de asilo. Vamos a profundizar sobre ello. 


Comenzamos con un dato evidente. En el periodo comprendido entre el 16 y el 22 de marzo, únicamente 25 personas solicitaron asilo, cuando la semana inmediatamente anterior lo habían solicitado 3.600. Cabe recordar que a diferencia de lo que se cree, en España la mayoría de las personas que recurren a esta solicitud proceden de Venezuela, Colombia o países centroamericanos que llegan, naturalmente, por avión. Es cierto que la vía de entrada por Canarias se ha mantenido activa (casi 700 personas en mes y medio). Pero si miramos las cifras del cómputo general del 2020, hasta el 30 de abril han llegado a España un 24% menos de migrantes que en el mismo periodo de 2019. Cierto es que la situación de la frontera Sur ha sido también complicada y diferente desde finales de marzo: confinamiento en Marruecos, cierre de fronteras en Senegal, Mauritania, Libia… Es como si el mundo, la movilidad y las gestiones se hubieran paralizado. Pero, ¿y los derechos? Y esto nos lleva a hablar de la situación de los refugiados en Grecia. 

Echemos un vistazo a Grecia y sus campos de refugiados. Un país que recibió, en todo el 2019 y enero de 2020: 78.000 personas. La gran mayoría de ellas está atrapada en las islas y esta cuarentena les llegó con una situación cuanto menos peculiar. Sigamos profundizando, a principios de marzo, Turquía -gran aliado y receptor de fondos de la UE- abrió el camino a la UE y Grecia desplegó sus antidisturbios en la frontera. Cabe preguntarnos: ¿por qué lo hizo Ankara? Seguramente fuera para recriminar a la UE que no le apoyara en su lucha contra el régimen de Damasco. Y en medio de las estrategias políticas, ¿qué pasa con las personas que buscan refugio y que huyen de la guerra y el hambre? 

En las islas se cerraron los campos de refugiados a cal y canto. Lesbos, la isla con mayor número de migrantes, contaba con 27.000 personas en sus campos. A ellas hay que añadir las más de 10.000 personas apiñadas en campos de Olivos, durmiendo bajo precarios techos. A estos hay que sumarles los 1.200 menores no acompañados que están en el campo de refugiados de Moria. Y en toda la isla se habla de que hay más de 4.000 menores solos. Conviene recordar en este punto que los Estados están obligados a respetar y a tomar medidas para que se respeten los derechos fundamentales de estos niños y jóvenes -por encima de su condición de migrante-. En la isla de Chios (isla al sur de Lesbos), el campo de refugiados multiplica por cinco su capacidad, imaginemos entonces las condiciones de vida en el mismo. Ante esto, la Unión Europea por el momento no va acoger a 1.600 menores en países del centro y del norte de su continente. 


¿Y en Cáritas? ¿Cómo trabajamos por los derechos de estas personas? Trabajamos en el terrero directamente, a través de nuestras Cáritas hermanas. En las islas, Cáritas Grecia, en este tiempo de confinamiento cuenta con una organización de “teletrabajo” ejemplar que proporciona apoyo laboral y legal, clases de griego e inglés, apoyo psicológico, apoyo escolar a menores vía WhatsApp, asesoramiento en temas del COVID-19, todo ello en diferentes idiomas. ¿Y a nivel Europeo? ¿Qué hace Cáritas? Nuestra entidad es entonces cuando pone en práctica una de sus principales misiones: la denuncia profética. A primeros de abril y junto a doscientas organizaciones lanzó una petición para reubicar a las personas que malviven en los campos. Era una reivindicación clara por la dignidad y los derechos de todas esas personas. La petición ponía de manifiesto que el hacinamiento no debería darse nunca, pero en tiempos de pandemia agravaba la situación aún más. 

Somos rotundos porque nuestra Doctrina Social es clara y como Iglesia mantenemos una postura de manos abiertas, de denuncia y de salvaguarda de la dignidad de cada persona. Como entidad confederal participamos en los foros de Cáritas Europa y Caritas Internationalis. En lo personal y comunitario, como cristianos, debemos mirar de frente la migración y ser capaces de acoger sinceramente abriendo el corazón al que huye, al diferente, al que busca acogida y aliento. Y debemos hacer nuestras las palabras que nos ha dicho el papa Francisco, nuestro pastor: acoger, proteger, promover e integrar. Cuatro verbos que no son optativos para los que formamos la Iglesia, son imperativos. 


“Cada ser humano es hijo de Dios. el emigrante y el refugiado no es un problema que debe ser afrontado, sino son un hermano y una hermana que deben ser acogidos, respetados y amados, una ocasión que la Providencia nos ofrece para contribuir a la construcción de una sociedad más justa, una democracia más plena, un país más solidario, un mundo más fraterno y una comunidad cristiana más abierta, de acuerdo con el evangelio”
 Papa Francisco, 2014. 

Gracias a nuestra compañera de Cáritas Española, Carmen Gómez de Barreda, por trasladarnos la información sobre la situación en las islas griegas. 

Carmelo Crespo Zaldívar 
Técnico Cooperación de CDZ 

13 mayo, 2020

La acogida rural en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando a cabo en la diócesis y en nuestra Cáritas y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad”. Hoy nos acercamos al mundo rural a través de Marisol Zaforas, una de nuestras trabajadoras sociales de territorio que coordina las acogidas de Cáritas en los pueblos de Alcañiz, Caspe y Valderrobres y todos los pequeños pueblos de alrededor. 

Quiero compartir con todos vosotros un motivo de alegría que hemos vivido hace unas semanas en nuestro equipo de Caspe. Y es que, a pesar del coronavirus ¡ha empezado la campaña agrícola! Y pensaréis, qué importancia tiene esto para Cáritas. ¡Pues mucha! Desde el equipo atendemos durante el año muchas familias que trabajan en el campo. Aunque con nóminas muy bajas, todas ellas esperan con ansias y mirando al cielo cada año para que el tiempo permita una buena campaña y lo más abundante posible. Y este año no sólo miraban al cielo, su incertidumbre era mucho más grande. Y a pesar de los momentos críticos que estamos viviendo, hay empresas que con las medidas de seguridad que se requieren, han podido arrancar y como conlleva trabajo para nuestras familias, estamos muy contentos. 

Pero, concretamente, queríamos compartir un caso en particular. Un día por la mañana nos despertamos con esta foto en nuestro móvil de acogida. 


B.O. nunca había acudido a solicitar ayuda, temporada tras temporada trabajaba en el campo, y el resto del año lo pasada con sus pequeños ahorros. Nunca ha necesitado acudir a ningún recurso social. Pero tras la demora del comienzo de la campaña, empezó a quedarse sin ahorros y hubo un momento en el que no pudo pagar el alquiler ni comprar comida. Gracias a un amigo del pueblo, supo de nuestra existencia y nos llamó. Nosotros le asesoramos, le informamos de los servicios sociales, y junto a los voluntarios decidimos ayudarle desde Cáritas económicamente con el pago del alquiler y para productos de primera necesidad. Y no podemos estar más contentos al saber que ha vuelto a trabajar, que es lo que él quería, y nos ha mandado la foto para darnos las gracias por haber estado ahí. 

Pues hoy nuestro agradecimiento va para él, gracias por compartir tus logros con nosotros. Gracias por tu foto en plena faena de trabajo.

12 mayo, 2020

Detalles durante el confinamiento con motivo del COVID-19

Hoy os traemos el bonito gesto de una persona que vive en nuestra residencia Santa Teresa. Ella preparó con mucho cariño el reparto de estos preciosos dibujos para las auxiliares y compañeras de limpieza de la Residencia en agradecimiento por su dedicación y en nombre de todas las residentes que pintan. Además junto a cada dibujo añadió una dedicatoria. 

Ya que ella no ha querido desvelar su identidad, lo dejaremos en incógnita, para que sea en nombre de las muchas residentes que estos días se entretienen con esta labor que aunque al principio no les resultara muy apetecible, ahora están encantadas. Y os animamos a todos vosotros también a pintar, os aseguramos que si os ponéis os irá resultando agradable y al final os encontraréis a gusto con la tarea.


Y el resto del Equipo de la Residencia se suma a este reconocimiento que los residentes hacen de las compañeras auxiliares y personal de limpieza que están dando el 100% en un tiempo en el que se ha incrementado su trabajo y que como los voluntarios dicen: un tiempo para VALIENTES. Valientes profesionales y con gran calidad humana.

Beatriz Sierra / Nerea Nuevo
Trabajadoras sociales de la Residencia


11 mayo, 2020

La acogida en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando a cabo en la diócesis y en nuestra Cáritas y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad” del que hablábamos en la campaña de la pasada Navidad. Hoy os acercamos cómo lo están viviendo en el servicio de Acogida General a través de Mayte, una de esas ´voces´ amables que atienden la centralita de la sede de Cáritas en Zaragoza. 

Me gustaría compartir con todos vosotros una reflexión que lleva en mi interior todas estas semanas de intenso trabajo desde casa, y es que mi labor es atender el teléfono de la centralita de Cáritas en Zaragoza. Digo teléfono, porque desde mitad de marzo, ese primer encuentro no lo podemos hacer presencialmente. Y es que trabajar desde casa ¡es tan distinto! Echo en falta las acogidas en persona, ver la cara de las personas que atiendo, los saludos de mis compañeros cada mañana y también echo en falta los encuentros de mi comunidad de vida, mi catequesis, el resto de mi familia, mis paseos por el mar, entre otras muchas cosas. Pero intento dar lo mejor de mí a pesar de todo lo que echo en falta.


Día a día, intento que no me afecten las cosas que me cuentan las personas que llaman pero resulta realmente complicado. Cuanta desesperación y cuanto dolor está causando este maldito virus. Es un choque emocional fuerte, porque te hace descubrir lo privilegiados que somos nosotros. Entonces, piensas y te consuela lo importante que es toda la labor que estamos haciendo desde Cáritas, como se han volcado todos los compañeros, muchos voluntarios que pueden seguir colaborando desde sus casas y que buen equipo hacemos. Pero, amigos, muchos días me quedo con la sensación de ¿qué más podemos hacer? 

El otro día leyendo la biblia, me fijé en el pasaje de Lucas "Camino de Emaús". Y me hizo pensar en lo que estamos viviendo ahora. Después de cada llamada, de cada familia que contacta con nosotros pidiendo ayuda, al igual que los Discípulos, siento como el corazón me arde por dentro y me preguntó ¿Jesús dónde estás? Tras orarlo, puedo decir que ahora más que nunca está visible en todas y cada una de esas personas que luchan cada día por hacer la vida más llevadera de los que sufren y entre ellas estamos todos nosotros. Está claro, que el COMPROMISO SOCIAL es el testimonio religioso más provocador de Fe en estos momentos. Ojalá que todos veamos esto como una OPORTUNIDAD para empezar a ver la vida con otros ojos y descubrir su verdadero sentido en lo más pequeño y en lo más sencillo. 

Foto de archivo de todo el equipo de Acogida General de CDZ
Y finalizo con esta frase: "Resulta curioso que, en mitad de esta extraña situación llena de dolor e incertidumbre, podamos reencontrarnos con la belleza o la verdad"... y que tan cierto es. Cueste lo que cueste, no dejemos de SONREIRLE a la VIDA para seguir ayudando a los demás.

08 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: Bolivia (2)


Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo viven estos tiempos de cuarentena, cómo cambia la vida en otros países y, sobre todo, cómo afectan esos cambios a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de Cáritas de la Caridad Universal. 

Hoy continuamos con Bolivia, y la labor que apoyamos desde Cáritas Zaragoza a través de la ONG K´Anchay y la Pastoral Social Cáritas Bolivia. En primer lugar, seguimos conociendo la situación de Bolivia durante esta crisis sanitaria. Han ascendido a medio centenar los muertos por COVID-19. Aunque los contagios no han crecido tanto. Las cifras oficiales hablas de unas 1000 personas infectadas. Mientras tanto, el gobierno boliviano negocia con el Banco Mundial la subida de la categoría del país a “renta media alta” con el objetivo de poder acceder a un tipo de créditos especiales. Pero a nosotros nos importa más “lo micro”. Los bolivianos de a pie siguen pensando cómo comer cada día, preocupación diaria incluso desde antes de la cuarentena. 



Cáritas Diocesana de Zaragoza trabaja intensamente en el departamento de Potosí, apoyando los internados que gestiona la ONGD K´Anchay y apoyando también los proyectos de seguridad alimentaria y agroecología de la Pastoral Social de Cáritas Potosí. 

Qachari es uno de los internados de K´Anchay y está en el municipio de Sacaca. Nos cuentan que las prácticas -que hicieron los alumnos en febrero en ese internado cultivando cebolla dulce en la huerta- han tenido como resultado el reparto de cebolla a los ancianos de la comunidad. Además de la crisis sanitaria, las familias campesinas están preparando los campos para sembrar la “papa” y los jóvenes continúan jugando al fútbol. Eso sí, los caminos de la comunidad están cerrados, lo que provoca un bloqueo a la entrada de personas y, por supuesto, de cosas. ¿Qué ha supuesto esto? Pues, por ejemplo, a primeros de marzo, estábamos construyendo cocinas nuevas en el internado y cómo ya no hay suministro de gas y se acerca el duro invierno y la alternativa de leña no da tiempo, pues se ha paralizado el tema. 

Otro asunto parado es el tema escolar. El gobierno suspendió las clases el 12 de marzo (en Bolivia el curso casi coincide con el año natural). Aquí hay más elementos que intervienen además del educativo (que saben que es una auténtica oportunidad) también el alimenticio: el internado garantiza durante todo el curso tres nutritivas comidas diarias. Todo eso parece básico, pero para muchas familias de allá es algo excepcional. 


Algo más al sur, en el mismo departamento de Potosí, el padre Marco y su equipo trabajan comprometidamente en la Pastoral Social Cáritas que ha montado un centro de recogida de alimentos. La Pastoral Social Cáritas Nacional cuenta con un pasado fuerte en el Área de Emergencias pero claramente debilitada desde 2016, donde las diocesanas se baten en primera línea. Además en la ciudad apoyan - gracias a la red Cáritas y a la solidaridad potosina- a familias venezolanas a quienes el confinamiento detuvo en la fría e imperial ciudad, a familias mineras que viven al día y que han visto sus ingresos reducidos a cero. 

Además, Tacobamba y Puna tenemos dos proyectos (apoyados por DGA y Ayuntamiento de Zaragoza, coordinados por Cáritas Española) que están actualmente paralizados donde se ve con preocupación, por ejemplo, el calendario agrario que no cesa. También aquí las comunidades están cerradas y se dio un fenómeno curioso: muchas familias que emigraron a Argentina, viendo lo que se avecinaba, volvieron a estas sus tierras de origen quechuas a confinarse. En estos lugares de economía puramente campesina hay mucha incertidumbre sobre el futuro. Tanto la Pastoral Social Cáritas como Cáritas Zaragoza acompañaremos de cerca la adaptación de los proyectos a la nueva realidad. Y es que en estas zonas viven los rostros campesinos e indígenas de la pobreza y necesitan de nuestro apoyo ayer, hoy y mañana. 


Agradecemos fraternalmente el trabajo e información de Padre Marco Abascal, Cintia Salazar y equipo de PSC Potosí así como de Guiller Cabrera y equipo de K´Anchay, con Robert Crespin al frente. 


“Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, atacando las causas de la inequidad, no se resolverán los problemas del Mundo”. 
Papa Francisco, EG/202. 

Carmelo Crespo Zaldivar 
Técnico de Cooperación de CDZ

06 mayo, 2020

El Centro San Nicolás en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando a cabo en la diócesis y en nuestra Cáritas y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad” del que hablábamos en la campaña de la pasada Navidad. Hoy os acercamos cómo lo están viviendo en el Proyecto de Acompañamiento San Nicolás a través de su directora, Carmen Manero.

El equipo lo conformamos 15 voluntarios y 5 profesionales de la educación social y el trabajo social. Habitualmente, son más de 50 familias las a las que ofrecemos un acompañamiento personalizado y continuado en el tiempo que requiere de una gran cercanía y contacto con la familia. Esto implica entrevistas, charlas, visitas al domicilio, etc. que nos permiten conocernos y establecer un vínculo del que poder partir. En nuestro propio centro, ofrecemos también la posibilidad de participar en actividades ocupacionales y en un taller de manipulado de papel, en las que participan alrededor de 30 personas. 


Ante esta situación excepcional, las personas nos transmiten temor ante el contagio y falta de información en algunos aspectos relacionados con la misma y su prevención, incertidumbre... La asistencia diaria al centro para realizar cualquiera de las actividades ofrece un sentido y una ocupación al tiempo, compañía, aprendizaje… La cercanía y contacto personal propio del acompañamiento que implica una participación en su vida cotidiana, su entorno, quedan suspendidos. 

Trabajando desde casa, salvar un poco esta distancia se hace posible gracias al teléfono, al WhatsApp, al correo electrónico… nos permite estar unidos a los que trabajamos y en contacto permanente con las personas que acompañamos. Pero tenemos esa “espinita clavada” porque nos falta vernos y compartir más de lo que cuentan las palabras. Nos quedamos cortos en sensaciones, gestos… aunque la complicidad y la confianza permanecen a pesar de esta distancia impuesta. 

Nuestra labor principal ahora es escuchar, sostener, apaciguar y quizás por dar un poco de esperanza… Por ejemplo, a aquellas madres solas con sus hijos, con falta de espacio en sus casas, con pocos recursos personales para poder cubrir todas las necesidades lúdicas y educativas de los niños, al no disponer tampoco de formación ni medios tecnológicos suficientes. O a esas personas que viven solas, sin familia, sin amigos,…que viven en habitaciones de pisos compartidos y no disfrutan de relaciones de convivencia positivas. A esas familias donde la calidad en las relaciones no acompaña igual que a otros la salud, estando más desamparados que nunca y a personas que en otros momentos hemos atendido en el proyecto y que han retomado el contacto con nosotras. Acompañamos a personas que este confinamiento ha provocado más soledad si cabe y ha empeorado situaciones de necesidad que ya existían, poniendo de manifiesto la gravedad de su situación. 


Desde nuestra casa, haciéndolo lo mejor que sabemos, esperamos con esperanza que esto pase pronto y volvamos a vernos y podamos recuperar el tiempo perdido todos juntos en el Centro San Nicolás.

04 mayo, 2020

Entrevista: los sacerdotes ante el COVID-19

Hemos querido abrir una ventana a través de la mirada de algunos sacerdotes que colaboran con los equipos de las acogidas parroquiales. Hoy, Jaime y Sergio nos van a contar en primera persona su labor como párrocos y la situación de las personas que acompañan desde sus parroquias. 

1. ¿Cómo estáis llevando a cabo la labor de Cáritas en vuestras parroquias? 

Jaime: “Estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos”, estas palabras del papa Francisco del pasado 27 de marzo, nos ayudan a comprender mejor nuestra misión hoy. Desde la unidad pastoral hemos tratado de insistir en la necesidad de sentirnos todos Cáritas y de asumir corresponsablemente esta tarea de la caridad en la comunidad. Como unidad pastoral y apoyados por nuestra trabajadora social de referencia de Cáritas hemos tratado de coordinar una respuesta eficaz a la urgente necesidad que vivimos en nuestro barrio de Oliver a causa de esta pandemia". 

Sergio: "Vivir la caridad es parte del mensaje de Jesús, y Cáritas es el compromiso de la comunidad cristiana por hacer presente el amor de Dios, especialmente en los más necesitados. Mi labor como cristiano y como pastor es estar acompañando y animando al equipo de Cáritas de mi parroquia, trabajando junto a los voluntarios, a la trabajadora social de Cáritas de nuestra zona y a las personas que acompañamos, aunque ahora sea de forma telemática". 

2. ¿Cómo ves la situación de las personas que acuden a Cáritas en estos momentos? 

Jaime: "En nuestro barrio, siempre hay ese margen de personas que están en riesgo de exclusión. Ahora, con la pandemia, observamos una situación diversa: muchas personas que trabajaban en empleos esporádicos o por horas y que no habían acudido nunca a nosotros. Ahora esas personas ya no disponen de su fuente de ingresos y se encuentran en una situación realmente precaria. Nuestra respuesta debe ir encaminada a ayudar a todos ellos, sin excluir a nadie". 

Sergio: "Es fundamental ser buena noticia, ser evangelio, cuando hay tantas malas noticias. Hace falta ser oído abierto cuando hay tanta distancia física, obligados por el confinamiento, o ser palabra de cariño, ante la distancia afectiva. La situación externa, la vemos y la intentamos paliar con ayudas económicas pero me preocupa más lo interno que no vemos, por ejemplo el cómo están viviendo las familias que atendemos la incertidumbre y el miedo ante lo que vendrá". 


3. ¿Esta situación, cómo ha hecho cambiar vuestra labor cómo párrocos? 

Jaime: "Como sacerdote, aunque la situación es triste y dolorosa, a la vez pienso que es el momento perfecto para replantearnos las opciones pastorales y los medios para poder llegar de una manera efectiva y afectiva a tantas personas que necesitan de nuestra ayuda, acompañamiento y cercanía. Por otra parte, como párroco de una iglesia de barrio, agradezco la coordinación entre las diferentes asociaciones, proyectos e instituciones y la nueva Red de Apoyo vecinal. Ello nos ayuda a vivir muy cerca a la realidad del día a día y nos facilita una respuesta tejida en conjunto para los que más nos necesitan. Nuestra misión ahora es la de saber estar, acompañar, escuchar y permanecer". 

Sergio: "Aunque los templos estén cerrados, la Iglesia está presente en cada cristiano. El acompañamiento a los fieles cristianos es más virtual, telefónico o por redes o apps que estamos aprendiendo a descubrir. Es seguir viviendo lo mismo en diferente contexto. Seguir siendo signo de fe, de esperanza y por supuesto de caridad". 

4. ¿Cómo crees que podemos ayudar todos? 

Jaime: "Con gestos sencillos de corresponsabilidad, solidaridad, generosidad, siendo conscientes que lo poco o mucho que pueda aportar es importante. El papa Francisco nos señalaba: "los seres humanos han descubierto que no pueden seguir cada uno por su cuenta, sino sólo juntos y que nadie se salva solo". 

Sergio: "Ahora no podemos encontrarnos en los locales parroquiales, pero podemos acompañar por teléfono y seguir siendo buena noticia. Además, pienso que es momento también de cuidar lo importante y no dejarnos llevar siempre por lo urgente. Seguimos teniendo mucho campo para trabajar y el Señor nos envía a ello". 


5. ¿Qué mensaje de esperanza quieres lanzar a los amigos de Cáritas? 

Jaime: "Los cristianos tenemos que reconocer en esta pandemia una oportunidad de oro de llevar la Buena Noticia a un mundo al que, de repente, se le ha caído la escala de valores con la que medía las cosas, las personas, etc… Es una oportunidad, como quizás no hemos tenido en mucho tiempo, de descubrir y de mostrar el amor de Dios a los demás a través de la fe, la oración, la caridad y la esperanza". 

Sergio: "Aunque estemos en casa, y nos sintamos encerrados, tenemos muchas posibilidades. Nuestro mundo necesita buenas noticias y testigos que las den. Y el Señor camina junto a nosotros, aunque nos cueste reconocerlo. Abre tu corazón y ayuda a quien encuentres como prójimo, es el Señor esperándote, pero solo lo descubriremos desde la caridad". 

Agradecimientos: 
Jaime Gualdrón, parroquia de la Coronación Virgen (Oliver) 
Sergio Martínez, parroquia del Rosario (Almozara)