10 enero, 2019

Y dices que eres cristiano...¡Pues no pareces tan mayor!

Al hilo del mensaje de nuestra campaña "Tu compromiso mejora el mundo", nuestro consiliario Gonzalo Gonzalvo Ezquerra ha querido trasmitirnos una reflexión acerca del compromiso de los más jóvenes.

Este titular gracioso, resume la idea que mucha gente tiene de la Iglesia Católica. Y a la vez, la realidad que se vive en bastantes comunidades cristianas, grupos, y movimientos. Una realidad que afecta también a Cáritas Diocesana de Zaragoza y a otras muchas.



Es verdad que la mayoría de los jóvenes no quieren compromisos duraderos, porque su misma vida, está cimentada sobre arenas movedizas. No tienen un suelo firme, por su edad y porque esta sociedad tampoco lo tiene.



Si que en algunos momentos se puede contar con ellos para acciones puntuales y especialmente en tareas de acción social.



Cáritas, además de ser una institución que se mueve en el ámbito social, tiene un punto de denuncia y un puntazo de Iglesia.



A los voluntarios que vienen a Cáritas no se les discrimina ni rechaza porque tengan otras convicciones religiosas o no tengan ninguna. Pero si se les pide que respeten la identidad cristiana de la institución.



Cáritas es el “corazón misericordioso” de la Iglesia, que somos los cristianos que un día fuimos incorporados a ella por el bautismo. Cáritas es el “amor de Dios” puesto en las manos de los cristianos.



Y aquí aporto un dato: El 53,5% de los jóvenes españoles no creen en Dios. Para muchos de ellos, la Iglesia está en el penúltimo lugar de sus preferencias, solo por encima de los políticos.

Y mucha gente apoya a Cáritas, pero no acepta a la Iglesia. Son muy libres. Aunque hay que afirmar que la Iglesia es Cáritas y Cáritas es la Iglesia.



Cáritas es el aspecto visible del amor de la Iglesia, sin olvidar a otros grupos e instituciones formadas por cristianos, que son libres para organizarse y vivir y realizar la caridad cristiana. Sería una pena que lo de “ser cristiano” o formar parte de Cáritas, solo fuera algo de los mayores. Incluso sería saludable, que llegados a una cierta edad, se fuera dando paso a otras generaciones nuevas. Las personas con una cierta edad son fuente de experiencia y sabiduría, pero a veces pueden ser freno para los nuevos.



Y de todas formas, el hacer el bien, el preocuparse de los necesitados, el defender los derechos humanos, el poner en las relaciones el bálsamo de la ternura… y tantas cosas que desde Cáritas (voluntarios, socios, trabajadores, usuarios, donantes…) intentamos hacer, no es solo cosa de mayores.