09 diciembre, 2010

El Director de Cáritas nos relata su reciente viaje a Polonia

Nuestro Director, Carlos Sauras, ha viajado recientemente a Polonia; a continuación nos hace un relato del viaje y de las ideas y reflexiones más destacadas:

Tras la experiencia reciente de Polonia deseo transmitiros, en lo posible, un resumen de lo allí vivido. Como sabéis se trataba de una reunión de representantes de las Cáritas de Europa y de otras organizaciones de la acción socio-caritativa de la Iglesia, convocados por el Pontificio Consejo Cor Unum de la Santa Sede. De España estábamos unas 40 personas, entre obispos, sacerdotes y seglares responsables de las Cáritas, entre ellos el Secretario General de Cáritas Española, Sebastián Mora. También estaban la presidenta nacional y otros responsables de Manos Unidas.

A comienzos de este año, nuestro Arzobispo me pidió que asistiera a este encuentro en representación de la diócesis. De nuestra Cáritas Regional de Aragón-La Rioja acudimos los responsables de las Diocesanas de Barbastro-Monzón, La Rioja y Zaragoza, encabezados por Don Alfonso y Don Juan José.

Quisiera en estas líneas referirme a tres aspectos de las Jornadas de Czestochova: las personas que nos reuníamos, el lugar y los contenidos de este encuentro de espiritualidad.

A) Las personas que allí estábamos procedíamos de toda Europa. Éramos unos 300 participantes, de 26 naciones y de 146 diócesis europeas, desde Rusia y Georgia hasta Irlanda y Portugal. Encuentros similares se han celebrado en años anteriores en Asia y en Iberoamérica, con una participación también muy numerosa.

Estos días en Polonia hemos vivido la unidad y la catolicidad de la Iglesia. Gentes de lenguas y culturas diferentes, con presencia también de católicos de rito oriental, todos unidos en la misma fe y con una comunicación que conseguía superar las dificultades idiomáticas. La utilización del latín en buena parte de la celebración de la misa y en otros momentos de la liturgia nos ayudó a vivir esa unidad. Comunión entre quienes de modo especial debemos impulsar la acción socio-caritativa de la Iglesia y animar a los cristianos que conforman nuestras comunidades diocesanas y parroquiales a tener la caridad como principio fundamental.


B) El lugar, el Santuario de Jasna Góra, era un marco muy adecuado para este encuentro. Impresiona la profunda religiosidad del pueblo polaco y la devoción a la Virgen. En Ella confían plenamente y la sienten como la protectora que les ha ayudado en las épocas de tanto sufrimiento que han atravesado a lo largo de su historia, donde nos han faltado invasiones y persecuciones y donde llegaron a desaparecer como nación libre durante largos periodos.

Ver rezar a la gente en Jasna Góra –hombres y mujeres; niños, jóvenes y mayores; sacerdotes, religiosas y fieles- es una auténtica lección de piedad y de espiritualidad. Es un lugar que invita a la oración y a la escucha.

Sabíamos que nuestro viaje era una peregrinación. Desde que llegamos allí nos acompañaron la nieve, el frío en el exterior y un horario lleno de momentos de oración y de reflexión para que no olvidáramos los motivos que nos habían llevado hasta Polonia. Hay que agradecer a los representantes de la Cáritas Polaca todas sus atenciones y como fueron solucionando los problemas de desplazamientos o vuelos.

C) No es fácil resumir los contenidos porque fueron unos días intensos. Entre los conceptos centrales, vivir una caridad de la proximidad, la necesidad de formar el corazón y, en definitiva, la necesidad de volver constantemente a la fuente que nos mueve a actuar en nuestra acción socio-caritativa: En Jesús, Dios ha elegido hacerse pobre. En Cristo encontramos al hermano y, por eso, nuestro servicio a los hermanos que viven en la pobreza no puede quedarse únicamente en la misma intervención social que podrían hacer también otro tipo de organizaciones. Sintetizando algunas de las intervenciones:

-El Cardenal Sarah –el prelado africano que preside Cor Unum- decía que si queremos salvar la identidad de nuestras organizaciones debemos reforzar la relación personal con el Dios de Jesucristo. No podemos caer en el activismo. (…) La verdadera caridad nunca se puede separar de la evangelización: cada acto de caridad contiene un mensaje de amor. Ese es el testimonio necesario.

-El Cardenal arzobispo de Sarajevo (Bosnia) recordaba en la misa de clausura que “nosotros debemos llevar a los pobres y enfermos hasta Jesús. Él es quien los curará. No nosotros. La crisis es también una crisis de vacío de Dios”.

-En el grupo de trabajo que me correspondió se señalaron puntos como los siguientes:
-En Cristo encontramos al hermano y lo nuestro no es tanto hacer como testimoniar el amor de Dios.
-La Iglesia tiene que aportar algo distinto a lo que ofreceríamos si fuésemos sólo una ONG.
-Es preciso profundizar en un itinerario de espiritualidad de la ternura.
-Debemos esforzarnos en descubrir caminos para que “la formación del corazón” llegue a todos los que participan en la misión de Cáritas.

Me gustaría haber sabido transmitiros algo de lo vivido en estas jornadas en Polonia. Recibid un abrazo fraterno.

Carlos Sauras Herrera
Director
Zaragoza, 9 de diciembre del 2010.

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