¿Sabías que Cáritas está constituida como una red internacional de ayuda humanitaria para luchar contra la pobreza y a favor de la justicia, constituida por 165 miembros de las diferentes Cáritas de todo el mundo?
La primera organización de Cáritas que se conoce nació en Friburgo (Alemania) en 1897 con el nombre de Asociación Caritativa para la Alemania Católica, después siguieron Suiza (1901), Austria (1903) y Estados Unidos (1910), entre otras. Pero no fue hasta 1950 cuando la Secretaría de Estado Vaticana otorgó personalidad jurídica propia a una Cáritas Internationalis como representante oficial ante todas las organizaciones de asistencia en el plano internacional -sobre todo las de la ONU-. Hoy, Cáritas Internationalis es una de las más amplias redes humanitarias del mundo, congregando a las Cáritas de más de 200 países, y tiene su sede en Roma; “responde a las crisis humanitarias, como las catástrofes naturales, los conflictos y las consecuencias del cambio climático. Salva vidas, alivia sufrimientos, ayuda a reconstruir medios de sustento y comunidades a largo plazo. Quiere que las mujeres y los hombres de las comunidades más pobres y vulnerables puedan sobrevivir y recuperarse de las crisis humanitarias, para vivir en un medio ambiente seguro y protegido” (www.caritas.org). Trabaja con personas de todas las creencias y también con quienes no las tienen.
Cuando se produce una catástrofe en cualquier lugar del mundo, la Cáritas del país siniestrado se pone en contacto con Cáritas Internationalis para poner en marcha los dispositivos de emergencia y ayuda humanitaria, se evalúan los daños y necesidades y se elabora un plan de acción a corto y medio plazo, que se envía a toda la confederación mundial. De este trabajo se informa periódicamente a todas las Cáritas nacionales, quienes a su vez lo transmiten a las Cáritas diocesanas, desde donde se difunde a las parroquias y población en general, poniéndose en marcha la campaña de emergencia, de sensibilización y recogida de fondos para hacer frente a los requerimientos del país de origen.
Cáritas Diocesana de Zaragoza, desde su compromiso con la dimensión universal de la caridad y gracias a la generosidad de sus socios y donantes, puede contribuir a paliar los efectos de las emergencias y desastres naturales haciendo llegar sus aportaciones.
