11 junio, 2020

El día de Caridad... ¡una oportunidad!

El Día de la Caridad y el Día del Corpus Christi, es decir, la celebración de la eucaristía. No es casualidad que coincidan en el mismo día. Celebrar la eucaristía es celebrar y hacer presente la vida que Jesús entrega por amor a toda la humanidad y que se hace presente en el pan y el vino cada vez que nos reunimos en torno a su mesa. Celebrar el Día de la Caridad significa partir y compartir el pan en comunidad, responder a la propuesta de vida que Dios nos hace para aprender a vivir como hermanos y hermanas, con el corazón y el alma en atenta mirada hacia los demás, para dar la vida y hacer propia la misión de Jesús: amar al mundo y mostrarle lo que Dios le ama. Vivir la caridad es saberse amado por Dios y ser capaz de verle reflejado en los demás, en la Creación, en las personas más pobres, vulnerable y excluidas de nuestros lugares cotidianos, dejarse tocar por sus vidas y aprender a mirar a escuchar el sufrimiento y el dolor de los demás, sin miedo, para conmovernos y no pasar de largo. 

Una propuesta para la vida 
Tenemos la oportunidad de renovar nuestro “sí a Jesús”, para reactivar nuestro seguimiento y el compromiso con su misión, para dar vida y multiplicarla y ser vida para otros. Como comunidad cristiana y como Cáritas, es el momento de renovar nuestra forma de vivir el compromiso con las distintas realidades de nuestro mundo para mejorarlo. Estamos llamados a ir moldeando nuestra vida, el tipo de decisiones que tomamos a nivel político, social y económico, la forma de consumir y de emplear el dinero, la forma en que nos relacionamos con los demás, nuestras actitudes en el trabajo y en las actividades que realizamos, la forma en que empleamos el tiempo…


Todo ello conforma nuestra manera de ser y estar en el mundo, y la manera de ser al estilo cristiano, al estilo de los seguidores y seguidoras de Jesús, pasa por:
  • Vivir desde la gratuidad y la donación,
  • Vivir desde la hospitalidad y la acogida de todas las personas sea cual sea su procedencia.
  • Vivir desde la tolerancia y el respeto que construye ciudadanía participada y participativa.
Abre la puerta
Es hora de exponerte a la realidad del mundo más allá de lo que ves o escuchar en los medios de comunicación. La realidad viene cargada de mensajes que quieren decirte algo. Jesús hoy, nuevamente, dice: “Estoy a la puerta y llamo”. Lo dice en los gritos imponentes de las personas migrantes que llegan a nuestros barrios; en el silencio de quienes viven ahogados en la soledad; en las familias desahuciadas de sus hogares; en las personas sin hogar, incapaces de practicar protocolos de distanciamiento; en los ancianos, tristes de dolor en medio de la soledad y el dolor; en la situación desesperada de autónomos y trabajadores que han visto destruido el sustento de sus familias… 

¿Qué vas a responder tú? 

¿Te paras, pasas de largo, miras hacia otro lado?

¿Qué ves?

¿Qué ven los demás de ti?


10 junio, 2020

Campaña de Caridad: necesitamos mantener la esperanza

Desconcierto. Incertidumbre. Angustia. Soledad. Miedo. Vulnerabilidad. Fragilidad. Sufrimiento. Muerte. Todo esto, de golpe, ha irrumpido en nuestras vidas generando un cambio impensable tan sólo hace unos meses. El desasosiego nos atenaza, nos sacude profundamente. Hemos descubierto de pronto que la inseguridad planea por encima de nuestras cabezas como una espada de Damocles que se ha activado sin que tuviéramos ni siquiera unos avisos preventivos. Hemos tenido que parar nuestras vidas mientras la ciencia, sumida también en el desconocimiento, ha de reconocer que se ha descosido por los cuatro costados la coraza tecnológica y busca a la desesperada urgentes soluciones sin garantía de éxito por el momento. 

El futuro no parece prometedor y se han activado de nuevo todas las alarmas que evidencian ya el afloramiento de la extensión de la pobreza, de las carencias de lo más elemental, de la falta de recursos en las familias, de la miseria, del desempleo. 


En medio de este tsunami social, el compromiso al que reiteradamente está llamando Cáritas eleva al máximo la necesidad de su puesta en práctica. Ante la desolación, necesitamos mantener más que nunca la esperanza, necesitamos hacer sentir la presencia de una Iglesia que abra sus puertas samaritanas. Ha sido necesario clausurar las puertas materiales de nuestros templos, pero el compromiso de la caridad, siempre de la mano de la justicia, no puede cerrar nunca su actividad. Se han multiplicado los hermanos y hermanas que yacen al borde del camino. Cáritas llama a multiplicar también las manos dispuestas al consuelo, al alivio y a elevar la voz para que se activen políticas de redistribución y de solidaridad con el fin de que nadie se quede en el camino llorando su abandono y su soledad. 


Al lado de esto, sin duda lo más urgente y necesario en estos momentos, Cáritas también llama a realizar una profunda reflexión que nos lleve a todos sin excepción a cambiar modos y estilos de vida. Necesitamos con urgencia nuevos horizontes. No podemos seguir construyendo un planeta basado en el acaparamiento, en la desigualdad, un planeta foco de múltiples pandemias que se suman a las del coronavirus COVID 19, las pandemias de la pobreza, de las guerras, del hambre, del cambio climático, de la desigualdad, de la globalización de la indiferencia, del maltrato a la naturaleza. 

Es necesario que la humanidad reaccione y se apreste a recorrer caminos más solidarios, a replantear sistemas que pongan en el centro a las personas y no a los mercados. 


Necesitamos mantener la esperanza reforzada por multitud de personas que con su trabajo ofrecen un testimonio social de primer orden posibilitando el mantenimiento de los servicios sociales básicos para la convivencia, y por miles de iniciativas desinteresadas que han puesto voluntariamente al servicio de la sociedad y especialmente de los más vulnerables su saber y su actuar. 

Para transitar hacia el futuro de una normalidad que nadie se atreve a definir, necesitamos mantener la esperanza. Como creyentes hoy adquieren especial relevancia muchas de las bellísimas palabras que recorren el libro de los Salmos que subrayan la confianza en Dios y en su misericordia tales como: “Yo confío en tu misericordia, mi alma gozará con tu salvación”… “Dios es nuestro refugio y fortaleza, poderoso defensor en el peligro”. 

Desde Cáritas, en comunión con toda la Iglesia y con todas las entidades y organizaciones que no escatiman esfuerzos en su labor solidaria, decimos que la fuerza del mensaje evangélico nos empuja a enamorarnos más del compromiso al que nos vemos estimulados por la referencia salvífica de Jesús de Nazaret. 

Ramón Sabaté Ibarz 
Voluntario de Cáritas Diocesana de Zaragoza

09 junio, 2020

Campaña de Caridad: El poder de cada persona #CadaGestoCuenta


Celebramos la Semana de la Caridad. En Cáritas creemos que las personas tenemos el poder de cambiar las cosas y hacer del mundo un lugar mejor. 

Y si una sola persona es capaz de tanto, ¿te imaginas todo lo que podemos conseguir juntos? Nosotros sí. 

¡Hagámoslo posible!


#CadaGestoCuenta

08 junio, 2020

Caridad en tiempos revueltos


Comenzamos la SEMANA DE LA CARIDAD con un artículo de nuestro consiliario. 

Hay un refrán mejicano que dice: “Cuéntale tus planes a Dios y veras como le haces reír”. Un pequeño virus que no sabemos dónde se esconde y que lo ha invadido todo, nos ha hecho cambiar los planes y nos ha dejado, durante mucho tiempo encerrados en casa, parando casi toda la actividad económica. 

Llegamos a la luna, trasplantamos el corazón, el AVE marcha a 350 por hora, vamos venciendo el cáncer… y un bicho pequeño nos devuelve a la realidad. 

Y de repente ha hecho del hombre orgulloso, un humilde y desvalido gusano. 

Hemos descubierto nuestra fragilidad y vulnerabilidad, y se nos ha abierto un futuro más lleno de incertidumbres que de certezas. 

Pero también ha sido un tiempo en el que hemos descubierto a las personas que estaban a nuestro lado, en nuestra propia casa, en el rellano de la escalera y en nuestro bloque y que hasta ahora eran invisibles. Esto no vale para los pueblos pequeños. 


Además, a la hora de afrontar las dificultades ha salido lo mejor de cada uno en la ayuda a los demás. Mascarillas, pantallas, compras, medicamentos, llamadas telefónicas, canciones grupales, aplausos, carteles de “todo ira bien”… 

Lo que hemos hecho es lo que tendríamos que haber hecho antes y tendríamos que hacer después. Tenemos el poder, la posibilidad y la oportunidad, y además el entrenamiento

Hemos abierto las ventanas y balcones para salir al exterior y encontrarnos con los demás. Hemos compartido el dolor y hemos dejado que las vidas de los otros entraran en las nuestras, reflejando así la vida de Jesús de Nazaret, que se conmovió y se comprometió, ante el sufrimiento de los más frágiles y desgraciados. 

Los problemas no han de gobernar nuestras vidas, y donde otros ven dificultades, nosotros hemos de ver posibilidades

Una invitación a ser activista de la CARIDAD, con gestos sencillos, como los que hemos hecho, que reflejen el amor por la vida y el compromiso con los más desfavorecidos. 

En definitiva, a llevar una vida honrada, sobria y solidaria. 

Gonzalo Gonzalvo Ezquerra
Consiliario de CDZ

05 junio, 2020

Una mirada a otra realidad: la Amazonia

Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo viven estos tiempos de cuarentena, cómo cambia la vida en otros países y, sobre todo, cómo afectan esos cambios a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de Cáritas de la Caridad Universal. Hoy les toca el turno a nuestros hermanos de la Amazonia, os dejamos el artículo de nuestro compañero, Carmelo. 

El pasado mes de mayo precisamente celebrábamos el quinto aniversario de la Encíclica Laudato Si´, así que en nuestro recorrido por esta pandemia en el mundo, nos detenemos hoy no en un país sino en 9. Los que cobijan la cuenca amazónica, en la que habitan casi 34 millones de personas, 380 pueblos indígenas y 140 pueblos aislados. Y se calcula que tiene de extensión unos 7 millones de km2. Una cuenca que - de todos es sabido - sus títulos reales y extraordinarios son: ser el pulmón del mundo y el mayor centro de biodiversidad del planeta. 

Nuestra vinculación 
Por varios motivos, desde CDZ estamos de un modo u otro cerca a ese territorio: venimos trabajando hace mucho e intensamente en uno de los países de la cuenca, como es Bolivia. Además a través del área de América de Cáritas Española tenemos información continua de las Cáritas de los otros países hermanos y, también, Cáritas participa activamente en la Red eclesial panamazónica (REPAM). Asimismo, como parte de la iniciativa Enlázate por la justicia, que aglutina varias entidades de Iglesia- CEDIS, Manos Unidas, Justicia y Paz, CONFER, REDES y en Zaragoza Jesuitas Pignatelli- que trabajan la cooperación internacional, como CDZ participamos en la animación y la difusión de la campaña, aun activa, “Si cuidas el planeta , combates la pobreza”. En la campaña se incide en la fragilidad de la Casa Común y la necesidad de cuidar nuestro alrededor, de reflexionar ante el consumo en nuestra sociedad, de conocer y cuidar nuestros recursos, como el agua, y de manejarlos de manera más sostenible y buscar modos de vida que al menos, como principio fundamental, no perjudiquen a otros. Con una visión global, saber consumir sosteniblemente en lo cercano, apoyar un comercio justo e insistir en que todo está conectado (Laudato Si´). Esa ha sido la esencia la campaña y de nuestras actividades de sensibilización en Zaragoza.

La situación de la zona 
En esta gris temporada de COVID19 la situación tampoco está siendo fácil en la Amazonia. El Papa Francisco en su discurso en enero de 2018 en Puerto Maldonado, en la región peruana de Madre de Dios, insistió en la cultura del descarte, que atrapa en su lógica a la naturaleza y a las personas. Y sin duda es cierto, las comunidades aquí se sienten en manos de intereses políticos y económicos que imponen esa lógica del extractivismo, de la desforestación, de imponerse en un territorio por encima de sus habitantes ancestrales. La Iglesia y Cáritas no pueden callar ante ello y la Laudato Si´ nos ayuda a profundizar en el tema. 

“Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que produzca una mejora integral en la calidad de la vida humana y esto implica analizar el espacio donde transcurre la vida de las personas. Los escenarios que nos rodean influyen en nuestro modo de ver la vida, de sentir y de actuar...”. 
Laudato Si´ 147


Con esa realidad estructural, cualquier situación coyuntural como la de ahora viene a “tambalear” la vida de las comunidades indígenas. El pasado 26 de mayo, el responsable de la REPAM , Mauricio López, daba unos datos preocupantes: en Brasil, el inmenso Estado de la Amazonia está sumergido en el caos y el colapso por la pandemia: en todo el Estado ha habido cerca de 25.000 casos hasta el 15 de mayo y en su capital, Manaos, la escalofriante cifra de 2.400 muertos en abril 2020 (en comparación con los 870 del mismo mes el año anterior).En Iquitos , Perú, más de 2.500 contagiados y en Leticia, en Colombia, se ha colapsado el sistema de salud, con casi 4000 contagiados, teniendo que trasladar pacientes a otras localidades e incluso a Bogotá. 

En la Amazonia Colombiana preocupan profundamente las 22 comunidades indígenas que la habitan, sin centros de salud cerca. Y denuncian, por ejemplo, la ocultación de datos y la inseguridad alimentaria de las comunidades amazónicas en Venezuela o la cantidad de población indígena contagiada en el departamento del Beni en Bolivia o en Brasil, donde se denuncia que el subsistema indígena de salud no funciona unido además a preocupantes proyectos de ley (favoreciendo la minería, extracción de gas y petróleo o hidroeléctricas o nueva regularización de territorio indígena) galopantes sobre los pueblos indígenas o la desprotección a los indígenas peruanos muchos de ellos emigrados a las ciudades y sin protección ante el coronavirus.


La labor de la Iglesia
La REPAM- en su trabajo continuo de denuncia profética, de investigación y de acompañamiento a las comunidades , bajo la Laudato Si´ y su profundo dialogo entre fe y ciencia- advierte también ahora que los vulnerables, los frágiles, como son las comunidades indígenas, lo son más en esta problemática y que ante esta situación puede haber un rebrote en Amazonia , donde se dan varios factores de riesgo: dispersión en el territorio, población debilitada por otras enfermedades como el dengue o el paludismo, presencia de población foránea muchas veces con actividades ilegales como la minería que entra en ese territorio con el riesgo que eso supone para las comunidades locales. Sobre todo por la inexistencia de un sistema de salud capaz de resguardarles y por la dependencia absoluta del sustento diario con lo cual la cuarentena no es viable. 

En definitiva, la Iglesia, la REPAM, Cáritas no habla solo de voluntades o de deseos; habla (igual que lo hacíamos desde aquí mismo con los refugiados en Palestina o en Grecia) de Derechos Humanos y exige su cumplimiento. Y por supuesto, de la vulnerabilidad que supone esta pandemia para aquellos pueblos que, de por sí, están olvidados. 

El documento final del Sínodo de la Amazonia organizado en el Vaticano en octubre de 2019, lo dijo muy claramente:

“La Amazonia hoy es una hermosura herida de dolor y violencia. Los atentados contra la naturaleza tienen consecuencia en la vida de los pueblos (…) privatización de bienes de la naturaleza, concesiones madereras legales y entrada de otras ilegales, caza predatoria, megaproyectos no sostenibles, contaminación de la industria extractiva y el cambio climático. Amenazas reales con consecuencias graves: enfermedades, narcotráfico, grupos armados, trata de personas, perdida de cultura originaria, asesinato de líderes defensores del territorio... Detrás de todo ellos, los intereses económicos y políticos de los sectores dominantes y las víctima son los más vulnerables: niños, jóvenes, mujeres y la Madre Tierra”. 
Documento final Sínodo Amazonia 

Carmelo Crespo Zaldivar 
Técnico Cooperacion de CDZ