12 junio, 2020

Eucaristía de Caridad en tiempos del COVID-19

La Basílica de Santa Engracia acogió ayer, 11 de junio, día del Corpus Christi, la celebración de la Eucaristía de Cáritas del Día de Caridad. La eucaristía de Caridad es un momento muy especial que cada año reúne a centenares de personas voluntarias, socias y también trabajadores de la entidad. Siempre nos reunimos en la Eucaristía como gran celebración de final de curso. Cada año intentamos organizarla de diferente forma y este aunque por un motivo muy distinto tuvimos que adaptarnos a la situación.


Las mascarillas y el distanciamiento social no evitaron que en nuestros ojos se mostrara la alegría del encuentro y del compartir. Cerca de 200 personas nos congregamos en la Basílica cumpliendo, eso sí, todas las normas de aforo y sanitarias establecidas. Y para ayudar a que muchas más personas desde casa pudieran celebrarla con todos nosotros, retransmitimos en directo por la página de Facebook, donde se puede ver aún el vídeo, y está disponible también en YouTube.


Gonzalo Gonzalvo Ezquerra, consiliario de Cáritas Diocesana de Zaragoza, fue el encargado de presidir esta Eucaristía tan especial. Donde rezamos por las personas que acompañamos, por los afectados por el COVID-19, por los que nos han dejado durante el curso y pusimos en manos de Dios los frutos de nuestra acción sociocaritativa. Gonzalo en su homilía destacó diferentes mensajes de la campaña "El poder de cada persona. #CadaGestoCuenta" y destacó la labor que hay detrás de las cifras que podemos ver en la memoria del año pasado y que se presentó también ayer. Por otro lado, el consiliario puso en valor y agradeció la labor de los voluntarios y trabajadores y la necesaria e importante aportación de los socios, donantes y colaboradores


Como siempre, se le regaló a la parroquia un cáliz y una patena de madera de olivo, realizado por artesanos de Belén, que se utilizó durante la celebración. 

Desde este blog nuestro más sincero agradecimiento al párroco, don Santiago Aparicio, por abrirnos las puertas para organizar esta celebración allí, incluso a pesar de las circunstancias de la situación actual. 

Gracias a todos los que ayer compartisteis este día con nosotros. Sin duda, mereció la pena. 

#SomosCáritas

#ElPoderDeCadaPersona  

11 junio, 2020

El día de Caridad... ¡una oportunidad!

El Día de la Caridad y el Día del Corpus Christi, es decir, la celebración de la eucaristía. No es casualidad que coincidan en el mismo día. Celebrar la eucaristía es celebrar y hacer presente la vida que Jesús entrega por amor a toda la humanidad y que se hace presente en el pan y el vino cada vez que nos reunimos en torno a su mesa. Celebrar el Día de la Caridad significa partir y compartir el pan en comunidad, responder a la propuesta de vida que Dios nos hace para aprender a vivir como hermanos y hermanas, con el corazón y el alma en atenta mirada hacia los demás, para dar la vida y hacer propia la misión de Jesús: amar al mundo y mostrarle lo que Dios le ama. Vivir la caridad es saberse amado por Dios y ser capaz de verle reflejado en los demás, en la Creación, en las personas más pobres, vulnerable y excluidas de nuestros lugares cotidianos, dejarse tocar por sus vidas y aprender a mirar a escuchar el sufrimiento y el dolor de los demás, sin miedo, para conmovernos y no pasar de largo. 

Una propuesta para la vida 
Tenemos la oportunidad de renovar nuestro “sí a Jesús”, para reactivar nuestro seguimiento y el compromiso con su misión, para dar vida y multiplicarla y ser vida para otros. Como comunidad cristiana y como Cáritas, es el momento de renovar nuestra forma de vivir el compromiso con las distintas realidades de nuestro mundo para mejorarlo. Estamos llamados a ir moldeando nuestra vida, el tipo de decisiones que tomamos a nivel político, social y económico, la forma de consumir y de emplear el dinero, la forma en que nos relacionamos con los demás, nuestras actitudes en el trabajo y en las actividades que realizamos, la forma en que empleamos el tiempo…


Todo ello conforma nuestra manera de ser y estar en el mundo, y la manera de ser al estilo cristiano, al estilo de los seguidores y seguidoras de Jesús, pasa por:
  • Vivir desde la gratuidad y la donación,
  • Vivir desde la hospitalidad y la acogida de todas las personas sea cual sea su procedencia.
  • Vivir desde la tolerancia y el respeto que construye ciudadanía participada y participativa.
Abre la puerta
Es hora de exponerte a la realidad del mundo más allá de lo que ves o escuchar en los medios de comunicación. La realidad viene cargada de mensajes que quieren decirte algo. Jesús hoy, nuevamente, dice: “Estoy a la puerta y llamo”. Lo dice en los gritos imponentes de las personas migrantes que llegan a nuestros barrios; en el silencio de quienes viven ahogados en la soledad; en las familias desahuciadas de sus hogares; en las personas sin hogar, incapaces de practicar protocolos de distanciamiento; en los ancianos, tristes de dolor en medio de la soledad y el dolor; en la situación desesperada de autónomos y trabajadores que han visto destruido el sustento de sus familias… 

¿Qué vas a responder tú? 

¿Te paras, pasas de largo, miras hacia otro lado?

¿Qué ves?

¿Qué ven los demás de ti?


10 junio, 2020

Campaña de Caridad: necesitamos mantener la esperanza

Desconcierto. Incertidumbre. Angustia. Soledad. Miedo. Vulnerabilidad. Fragilidad. Sufrimiento. Muerte. Todo esto, de golpe, ha irrumpido en nuestras vidas generando un cambio impensable tan sólo hace unos meses. El desasosiego nos atenaza, nos sacude profundamente. Hemos descubierto de pronto que la inseguridad planea por encima de nuestras cabezas como una espada de Damocles que se ha activado sin que tuviéramos ni siquiera unos avisos preventivos. Hemos tenido que parar nuestras vidas mientras la ciencia, sumida también en el desconocimiento, ha de reconocer que se ha descosido por los cuatro costados la coraza tecnológica y busca a la desesperada urgentes soluciones sin garantía de éxito por el momento. 

El futuro no parece prometedor y se han activado de nuevo todas las alarmas que evidencian ya el afloramiento de la extensión de la pobreza, de las carencias de lo más elemental, de la falta de recursos en las familias, de la miseria, del desempleo. 


En medio de este tsunami social, el compromiso al que reiteradamente está llamando Cáritas eleva al máximo la necesidad de su puesta en práctica. Ante la desolación, necesitamos mantener más que nunca la esperanza, necesitamos hacer sentir la presencia de una Iglesia que abra sus puertas samaritanas. Ha sido necesario clausurar las puertas materiales de nuestros templos, pero el compromiso de la caridad, siempre de la mano de la justicia, no puede cerrar nunca su actividad. Se han multiplicado los hermanos y hermanas que yacen al borde del camino. Cáritas llama a multiplicar también las manos dispuestas al consuelo, al alivio y a elevar la voz para que se activen políticas de redistribución y de solidaridad con el fin de que nadie se quede en el camino llorando su abandono y su soledad. 


Al lado de esto, sin duda lo más urgente y necesario en estos momentos, Cáritas también llama a realizar una profunda reflexión que nos lleve a todos sin excepción a cambiar modos y estilos de vida. Necesitamos con urgencia nuevos horizontes. No podemos seguir construyendo un planeta basado en el acaparamiento, en la desigualdad, un planeta foco de múltiples pandemias que se suman a las del coronavirus COVID 19, las pandemias de la pobreza, de las guerras, del hambre, del cambio climático, de la desigualdad, de la globalización de la indiferencia, del maltrato a la naturaleza. 

Es necesario que la humanidad reaccione y se apreste a recorrer caminos más solidarios, a replantear sistemas que pongan en el centro a las personas y no a los mercados. 


Necesitamos mantener la esperanza reforzada por multitud de personas que con su trabajo ofrecen un testimonio social de primer orden posibilitando el mantenimiento de los servicios sociales básicos para la convivencia, y por miles de iniciativas desinteresadas que han puesto voluntariamente al servicio de la sociedad y especialmente de los más vulnerables su saber y su actuar. 

Para transitar hacia el futuro de una normalidad que nadie se atreve a definir, necesitamos mantener la esperanza. Como creyentes hoy adquieren especial relevancia muchas de las bellísimas palabras que recorren el libro de los Salmos que subrayan la confianza en Dios y en su misericordia tales como: “Yo confío en tu misericordia, mi alma gozará con tu salvación”… “Dios es nuestro refugio y fortaleza, poderoso defensor en el peligro”. 

Desde Cáritas, en comunión con toda la Iglesia y con todas las entidades y organizaciones que no escatiman esfuerzos en su labor solidaria, decimos que la fuerza del mensaje evangélico nos empuja a enamorarnos más del compromiso al que nos vemos estimulados por la referencia salvífica de Jesús de Nazaret. 

Ramón Sabaté Ibarz 
Voluntario de Cáritas Diocesana de Zaragoza

09 junio, 2020

Campaña de Caridad: El poder de cada persona #CadaGestoCuenta


Celebramos la Semana de la Caridad. En Cáritas creemos que las personas tenemos el poder de cambiar las cosas y hacer del mundo un lugar mejor. 

Y si una sola persona es capaz de tanto, ¿te imaginas todo lo que podemos conseguir juntos? Nosotros sí. 

¡Hagámoslo posible!


#CadaGestoCuenta

08 junio, 2020

Caridad en tiempos revueltos


Comenzamos la SEMANA DE LA CARIDAD con un artículo de nuestro consiliario. 

Hay un refrán mejicano que dice: “Cuéntale tus planes a Dios y veras como le haces reír”. Un pequeño virus que no sabemos dónde se esconde y que lo ha invadido todo, nos ha hecho cambiar los planes y nos ha dejado, durante mucho tiempo encerrados en casa, parando casi toda la actividad económica. 

Llegamos a la luna, trasplantamos el corazón, el AVE marcha a 350 por hora, vamos venciendo el cáncer… y un bicho pequeño nos devuelve a la realidad. 

Y de repente ha hecho del hombre orgulloso, un humilde y desvalido gusano. 

Hemos descubierto nuestra fragilidad y vulnerabilidad, y se nos ha abierto un futuro más lleno de incertidumbres que de certezas. 

Pero también ha sido un tiempo en el que hemos descubierto a las personas que estaban a nuestro lado, en nuestra propia casa, en el rellano de la escalera y en nuestro bloque y que hasta ahora eran invisibles. Esto no vale para los pueblos pequeños. 


Además, a la hora de afrontar las dificultades ha salido lo mejor de cada uno en la ayuda a los demás. Mascarillas, pantallas, compras, medicamentos, llamadas telefónicas, canciones grupales, aplausos, carteles de “todo ira bien”… 

Lo que hemos hecho es lo que tendríamos que haber hecho antes y tendríamos que hacer después. Tenemos el poder, la posibilidad y la oportunidad, y además el entrenamiento

Hemos abierto las ventanas y balcones para salir al exterior y encontrarnos con los demás. Hemos compartido el dolor y hemos dejado que las vidas de los otros entraran en las nuestras, reflejando así la vida de Jesús de Nazaret, que se conmovió y se comprometió, ante el sufrimiento de los más frágiles y desgraciados. 

Los problemas no han de gobernar nuestras vidas, y donde otros ven dificultades, nosotros hemos de ver posibilidades

Una invitación a ser activista de la CARIDAD, con gestos sencillos, como los que hemos hecho, que reflejen el amor por la vida y el compromiso con los más desfavorecidos. 

En definitiva, a llevar una vida honrada, sobria y solidaria. 

Gonzalo Gonzalvo Ezquerra
Consiliario de CDZ