La Parroquia de San
Valero, del popular barrio de Las Delicias, organizó, el pasado domingo 25 en sus
salones parroquiales, una jornada de encuentro bajo el epígrafe de “Familia y
Parroquia”. El invitado en dicha ocasión fue Gonzalo Gonzalvo, consiliario de
Cáritas Diocesana de Zaragoza, que sorprendió a los asistentes con una
conferencia cercana y directa en torno a “Una parroquia pobre para los pobres”.
Gonzalo, buen conocedor de
la realidad de Cáritas en la zona, comenzó poniendo en valor la gran labor del
equipo de Cáritas de la parroquia que, en el último año, ha acompañado a 215
familias. Familias, fundamentalmente subsaharianas y norteafricanas, a las que la
situación actual ha llevado a una situación complicada, no sólo en el
terreno económico, sino también en el terreno familiar y de salud.
Continuó su exposición,
declarando la importancia de la parroquia y la familia, como centros
evangelizadores de comunión y participación. En palabras del Consiliario
Diocesano: “El espacio familiar de la casa y el espacio eclesial de la
parroquia han estado estrechamente unidos desde los comienzos de la iglesia. En
la familia cada uno aporta lo que puede y recibe lo que necesita. Solo en la
familia se dan las relaciones de paternidad y maternidad, de filiación y de
hermandad, que son las mismas que componen la vida de la iglesia comunidad:
experiencia de Dios como Padre, experiencia de Cristo como hermano y
experiencia de hijos”.
Gonzalo aludió al Papa
Francisco cuando, en una de sus primeras homilías, dijo "como me gustaría
una iglesia pobre para los pobres". También mencionó el Concilio Vaticano
II, así como el documento que los obispos melquitas hicieron público un mes
antes de terminar el Concilio, en el que se comprometieron en ocho puntos muy
concretos a vivir ese espíritu conciliar.
Así mismo, continuó su
exposición argumentando que en el capítulo 8 de la encíclica Lumen Gentium se habla de que “la
Iglesia ha de vivir pobre y en relación con los pobres de este mundo, porque
esto está en la esencia, su esencia”.
La conferencia finalizó
con un pequeño debate entre los asistentes sobre los diferentes tipos de
pobrezas que existen: económicas, de soledad, cultural, de salud...
Tras la despedida de
Gonzalo, los participantes compartieron un vino con dulces en una animada
tertulia.
Sin duda, esta actividad
ha sido una oportunidad de compartir y profundizar sobre el ejercicio de la
Caridad.