El pasado día 6 de junio se llevó a cabo un acto de encuentro con las personas que han formado parte de los 43 años de vida y de historia de la Escuela de Educación en el Tiempo libre de Caritas, SERVICIO DE AIRE LIBRE, personas de dentro y fuera de Cáritas; este acto se celebra antes del cierre definitivo del SAL, que será en diciembre de este año 2014.
El acto tuvo dos partes:
Una más institucional, coordinada y presentada por Juanjo Hernández; donde, a modo de entrevista, los invitados fueron respondiendo a diversas preguntas:
Para hablar de los comienzos, Antonio Ramos (promotor de la Escuela) y Amparo Riazuelo, (primera directora del SAL), nos fueron contando el origen de la Escuela, destacando y definiendo la escuela desde el crecimiento de la persona en todas sus dimensiones y con la mirada puesta desde la fe.
Señalando que lo más importante en el SAL son las personas, Gema Puig (alumna, profesora y tutora de cursos en el SAL) destacó valores como el trabajo en equipo, la metodología, la confianza, el respeto. Comentó cómo le fue transmitido el estilo propio de esta Escuela en la educación en el tiempo libre.
Mostrando la importancia del trabajo desarrollado junto a otras entidades habló Pablo Antoñanzas (presidente de la Coordinadora de Escuelas de T.L. de Aragón) y se leyeron unas palabras de Esteban Rivas (presidente de DIDANIA, Entidad que agrupa las Escuelas de T.L cristianas a nivel nacional) y José Alberto Vicente (anterior consiliario de la misma entidad) destacaron y valoraron la trayectoria de esta Escuela. En las dos plataformas, el SAL fue miembro fundador.
Caritas como la casa que acoge, abre nuevos caminos. Jaume Sanaú, Director de Caritas de Zaragoza, valoró los 43 años de historia del SAL, explicó por qué el cierre de la Escuela SAL y nos invito a participar en el futuro poniendo la mirada en los jóvenes y la educación en valores.
Juanjo y Tere con el Director de Cáritas |
La segunda parte orientada a la animación, fue coordinada por Gabriel Gutiérrez (profesor del SAL) junto a otros compañeros, también profesores y colaboradores, que habían preparado este acto. Invitaron a los 90 participantes a bailar, cantar y jugar, destacando la participación en los juegos con paracaídas.
Además de un ágape, que estuvo preparado desde el principio hasta el final del acto, también hubo un mural con los tres arbolitos que identifican al SAL donde los asistentes pudieron expresar lo que sentían sobre la Escuela: amistad, amor al prójimo, crecer como persona, alegría, retazos de vida, años de educar y de aprender, cariño, abrazo, para toda la vida, ejemplo de fe y compromiso, juego, diversión, camino compartido, descubrir personas estupendas, una semilla que perdura en el corazón, encuentro, deja huella, servicio, ilusión, comunidad, experiencia, sentido, imaginación, creatividad, mucho corazón, revelación, aprendizaje, dulzura, un signo del Reino, gracias...
Finalizo el acto con unas palabras de despedida y agradecimiento de Mª Teresa Pérez, actual directora del SAL, haciendo alusión a la profecía de los portadores de sueños y a la necesidad de mantener siempre un sueño.
Podemos afirmar que fue un acto de agradecimiento, encuentro, de abrazos, de besos, de diversión, de reflexión, y, sobre todo, de emoción y cariño, poniendo la mirada en la esperanza del camino que está por iniciar que se alimente de esta experiencia de vidas de 43 años.
Mª Teresa Pérez
Directora del SAL