Compartimos con todos vosotros el artículo escrito por una de las enfermeras de nuestra residencia. Carmen ha querido plasmar por escrito los sentimientos que le invaden trabajando y viendo a otros trabajar y acompañar a las personas mayores con las que convive a diario. Nos unimos al agradecimiento a todos los que hacen posible que el centro de Cáritas “Santa Teresa” sea algo más que una simple residencia, sea una GRAN FAMILIA repleta de muchos corazones unidos. Y os dejamos con el artículo de Carmen.
Ciencia de nuestros antepasados, sabiduría que se transmite de abuelos a padres e hijos. Donde residen los sabios en experiencias y las personas que con su existir nos hacen replantearnos nuestra vida. Donde reside la ciencia del olvido, en la que la memoria se escapa por cualquier poro. Donde las palabras no cobran ningún sentido, o donde se da todo el sentido a las palabras, donde la compresión se multiplica al cuadrado, porque no hay ninguna clase de explicación. Donde se llora, se ríe, se canta, se reza, se grita, se parlotea, se queja y ahí está en la ciencia llevada al extremo. Pero también es donde se encuentra la esperanza, la contemplación, las miradas perdidas en un fondo que nunca entenderemos.
Universidad en la que se pasa un día y otro y otro con o sin que cuente en el calendario, miles de historias que pasan por las cabezas sin poder ser expresadas. Noches que se hacen largas sin que el insomnio cuente de nada. Donde unos van y otros vienen sin un rumbo ni una meta.
Donde las muestras de cariño son de ida pero en ocasiones no de vuelta. Honro a las personas que viven con nuestros mayores, con el cariño, la humanidad con que la hacen. Honro a las personas voluntarias que dedican su tiempo a acompañarlos. Admiro cómo ponen el corazón en el día a día de nuestros mayores.
Podría nombrar varias, pero nombraré una en especial, en la que trabajo ahora: la residencia de Sta Teresa.
Gracias por vuestro servicio a la humanidad.
Carmen Aguilar
Enfermera
Residencia Sta Teresa
