El pasado 14 de diciembre el equipo del Proyecto de Cárcel de Cáritas Diocesana de Zaragoza participó en un Encuentro con los familiares de presos que la entidad acompaña. Fue una experiencia emotiva y enriquecedora para todos. Pili García, responsable del Proyecto, nos ofrece un testimonio de lo que supuso este Encuentro y cómo lo vivieron:
Como todos los años, el equipo de Proyecto Cárcel realiza un Encuentro con los familiares de los presos a los que se acompaña en las cárceles de Zuera y Daroca en nuestra sede central.Un par de horas para hablar, para ponernos al día de los proyectos , ilusiones, esperanzas y también de los desasosiegos que viven las familias en su día a día y que en este espacio de tiempo tienen oportunidad de compartir tanto con el equipo como con otras personas que están pasando por la misma situación.
Un poco de ambiente navideño como decoración, un fondo de villancicos y unos dulces para acompañar es todo el escenario que necesitamos la tarde del día 14 de Diciembre para celebrar nuestro especial Encuentro.
Comenzamos con una lectura del Papa Francisco donde habla del “Perdón” como eje fundamental para la convivencia y la paz con uno mismo y con los demás. Unas frases sencillas pero cargadas de valores y que a todos nos hicieron reflexionar en alto sobre ellas y que dieron pie a unos minutos de conversación. A continuación un café y una lectura de la Filosofía Canina, que perfectamente es aplicable al ser humano y que deberíamos poner en práctica : “Cuando alguien a quien amas se aproxima, corre a saludarlo” , “si lo que deseas está enterrado, cava hasta encontrarlo..”, “evita morder por cualquier problema”….
Una vez concluida, unos minutos de relajación antes de empezar una dinámica especialmente emotiva donde la luz fue la protagonista. Una vela encendida y un texto de introducción que nos invitó a hacer un viaje hacia nuestro interior en busca de esa “luz” interior que todos llevamos dentro y que nos guía. Una música de fondo y unos minutos de reflexión hicieron que todas las velas que estaban apagadas poco a poco se fueran encendiendo. Cada uno, individualmente y desde su libertad se levantaba de su silla y encendía una velita por alguien ó por algo, diciendo : “Enciendo esta luz por….”Y poco a poco la cruz de velas que se mostraba apagada encima de la mesa durante toda la velada, se fue llenando de una luz brillante y luminosa, dando lugar a un emotivo ambiente lleno de generosidad y esperanza.
Para terminar cada uno recibió un sobre que contenía una palabra que fuimos pronunciando en voz alta formando entre todos un mensaje de despedida y que nos gustaría compartir con todos vosotros: “Si enciendes una luz para alguien, también iluminará tu camino. Feliz Navidad y año 2016”