19 enero, 2016

Celebración de la Jornada del emigrante y refugiado

El domingo 17 de enero Cáritas Diocesana de Zaragoza se sumó junto a toda la Iglesia diocesana de Zaragoza a la celebración de la Jornada  Mundial del Emigrante y el Refugiado con el lema “Emigrantes y refugiados nos interpelan. El evangelio de la Misericordia”. 

Con este motivo se celebró una Eucaristía en la iglesia de Santiago que contó con una asistencia muy numerosa. Estuvo presidida por nuestro arzobispo Don Vicente Jiménez que, tras el saludo inicial, presentó el panel de realidades y metas fijadas recordando las  palabras del papa Francisco “quien emigra es obligado a modificar algunos aspectos que definen a la propia persona e, incluso en contra de su voluntad, obliga al cambio también a quien lo acoge. La respuesta para vivir estos cambios, de manera que no se conviertan en obstáculos para el auténtico desarrollo y lograr que se transformen en oportunidades de crecimiento humano, social y espiritual, está en el Evangelio de la Misericordia

Este año, tratándose del año jubilar extraordinario de la Misericordia el arzobispo Don Vicente alentó a los presentes a sentir y vivir la necesidad de conversión de los corazones y a pedir para que todos, abrazados al Padre, constituyamos una única familia humana. Participaron animadamente en la celebración  el coro Cristo Rey de la comisión de subsaharianos, el coro de la comunidad rumana y el coro de la comunidad latinoamericana. 
  
En la oración de los fieles fueron proclamando las preces distintas personas pertenecientes a comunidades diversas: chinos, rumanos, africanos, latinos, españoles. Todos coincidiendo en reconocerse hermanos y en rezar porque sean respetados los derechos de los pueblos, promoviento la apertura al diálogo y practicando la caridad como fundamento de la misericordia.  También la presentación de las ofrendas por esas mismas comunidades resultó colorida con frutos flores, artesanía, pan y vino.
 
Una ocasión para poner en práctica lo que el papa Francisco en su mensaje para este día nos recuerda: “En la raíz del Evangelio de la misericordia el encuentro y la acogida del otro se entrecruzan con el encuentro y la acogida de Dios: Acoger al otro es acoger a Dios en persona. No se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir que brotan de la experiencia de la misericordia de Dios, que se manifiesta en las personas que encuentran a lo largo de su camino