Por otra parte, los trastornos mentales se enmarcan con frecuencia en un entorno de vulnerabilidad social, de pobreza, de dependencia y hasta de exclusión social. Los afectados viven en situaciones de gran precariedad y especialmente de precariedad económica, lo cual les resta en un alto grado sus posibilidades de autonomía personal y social.
Con el fin de dotar de dignidad la vida de las personas con enfermedades mentales sintiéndose cerca de ellas y luchando codo a codo con ellas y con sus familias para que se sientan personas y ciudadanos de pleno derecho. Cáritas, en Zaragoza, dispone de un Centro, el Centro de Rehabilitación Psicosocial San Carlos, que atiende a 40 personas; y de un Proyecto de Acompañamiento en domicilio Hay un dato significativo: el 46% de los usuarios del CRPS “San Carlos” residen con sus padres. La escasez de recursos económicos y la dependencia derivada de la enfermedad, limita las posibilidades de vivir de forma autónoma. Unido a la media de edad de los usuarios, nos encontramos con padres mayores y con falta de recursos residenciales.
Es preciso apostar por intervenciones centradas en el ámbito comunitario que refuercen y apoyen a las familias, evitando la institucionalización. Debe ser responsabilidad de todos los agentes e instituciones crear y lograr recursos específicos para trabajar en pro de la salud mental, pero, en mayor medida, en pro de la integración de las personas con enfermedad mental en la sociedad .
Aceptar al enfermo mental es una forma de aceptar al diferente. Nuestro individualismo exige derribar barreras y entre éstas las de carácter social son las más difíciles de derribar.
Los usuarios del CRPS "San Carlos" han elaborado, con motivo de este Día Mundial de la Salud Mental esta revista:
Revista del CRPS San Carlos
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