07 agosto, 2013

Diario del último día del campo de trabajo y despedida




Iglesia de la Natividad


El día 2 es el último día de esta magnífica labor de voluntariado que hemos desarrollado en Palestina

Por la mañana hemos hecho lo mismo que hicimos el primer dia, juntarnos por grupos, españoles y palestinos en cada uno de ellos, para poder responder a una serie de preguntas y ver si se habían cumplido los objetivos. Afortunadamente todos ellos se han conseguido e incluso alguno que no habia sido fijado. Posteriormente cada voluntario ha dado su opinion personal de lo que le ha gustado, lo que no y algún aspecto a mejorar.

En ambas partes se han ido apuntando todos los objetivos y comentarios mas relevantes y ese ha sido nuestro reflejo de la labor solidaria realizada. Además hemos comentado con los palestinos cómo podemos estar en contacto para que nos puedan mantener informados de la realidad diaria que acontece en Palestina.

Hoy es viernes y, como todos los viernes, tenemos misa en Cremisan. La de hoy ha sido muy bonita debido a que había un grupo de jóvenes italianos y otro muy numeroso de palestinos. Ha sido una  Eucaristía de las que gustan y demuestran que el cristianismo tiene juventud que lo sustenta.

Eucaristía en Cremisán


El resto de la tarde la teníamos libre y hemos aprovechado para ir por última vez a la Natividad. Hemos tenido suerte porque cerraban y entramos de los últimos grupos. Última vuelta por el centro de Belen y vuelta a casa. Mañana día de despedidas. Toca hacer la maleta y descansar

 

El último día de nuestra estancia en Palestina ha sido el día 3 de agosto. Hemos acudido a la parroquia para realizar la evaluación global el grupo de españoles que hemos asistido al campo de trabajo

Después han llegado la despedidas y emprender el camino al aeropuerto. Y trás pasar los controles de seguridad, ha llegado el único punto negativo del viaje. Teniamos overbooking y 2 compañeros se han tenido que quedar en Tel Aviv y llegar 2 horas más tarde a Barajas,  viajando vía Roma.

Escribo estas lineas desde el coche de vuelta a Zaragoza y no me gustaría despedir este blog sin dar las gracias a quienes han hecho posible esta bonita experiencia.

En primer lugar al personal de Cáritas Española, y, en especial, a Cáritas Zaragoza por todo el apoyo desde el primer momento en el que me adentré en la aventura del voluntariado.

No me olvido tampoco de las personas que me animaron a que participase en esta aventura: Don Carlos García, que fué el que me informó del proyecto que tenían entre manos Cáritas Zaragoza con Cáritas Alicante;  Beatriz Seara de Cáritas Alicante,  nuestra madre/hermana/amiga en Beit Jala, siempre pendiente de que estuviésemos bien y, por supuesto, de coordinar todo. Gran trabajo realizado por ella. Y finalmente no me olvido de la persona, gracias a la cual escribo estas líneas, Mercedes Torrejón, el auténtico enlace entre el voluntariado y yo. Ella me trasmitió  desde el primer momento lo especial que seria esta experiencia.

Tierra Santa desde el avión

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