15 enero, 2019

¡Feliz año nuevo!

Arrancamos año nuevo con energías renovadas y desde Cáritas retrocedemos al 2018 para hacer balance sobre los logros alcanzados y las metas que faltan aún por cumplir.

Por ello, este 2019 nos proponemos algunas acciones y buenas intenciones que mejoren el mundo en el que vivimos.

 
  • Estar al lado de los más necesitados para erradicar la pobreza
  • Erradicar la movilidad  humana forzada
  • Cuidar el medio ambiente y consumir energías asequibles y no contaminantes
  • Eliminar las desigualdades entre los seres humanos
  • Mejorar el empleo de calidad
  • Luchar por  la paz y justicia en el mundo
  • Promover la producción y el consumo responsable

Por ello os pedimos que este año sigáis ejerciendo, junto a nosotros, el compromiso con los más necesitados para así poder responder mejor a los retos y a la realidad que vivimos, construyendo entre todos un mundo más justo y solidario.

10 enero, 2019

Y dices que eres cristiano...¡Pues no pareces tan mayor!

Al hilo del mensaje de nuestra campaña "Tu compromiso mejora el mundo", nuestro consiliario Gonzalo Gonzalvo Ezquerra ha querido trasmitirnos una reflexión acerca del compromiso de los más jóvenes.

Este titular gracioso, resume la idea que mucha gente tiene de la Iglesia Católica. Y a la vez, la realidad que se vive en bastantes comunidades cristianas, grupos, y movimientos. Una realidad que afecta también a Cáritas Diocesana de Zaragoza y a otras muchas.



Es verdad que la mayoría de los jóvenes no quieren compromisos duraderos, porque su misma vida, está cimentada sobre arenas movedizas. No tienen un suelo firme, por su edad y porque esta sociedad tampoco lo tiene.



Si que en algunos momentos se puede contar con ellos para acciones puntuales y especialmente en tareas de acción social.



Cáritas, además de ser una institución que se mueve en el ámbito social, tiene un punto de denuncia y un puntazo de Iglesia.



A los voluntarios que vienen a Cáritas no se les discrimina ni rechaza porque tengan otras convicciones religiosas o no tengan ninguna. Pero si se les pide que respeten la identidad cristiana de la institución.



Cáritas es el “corazón misericordioso” de la Iglesia, que somos los cristianos que un día fuimos incorporados a ella por el bautismo. Cáritas es el “amor de Dios” puesto en las manos de los cristianos.



Y aquí aporto un dato: El 53,5% de los jóvenes españoles no creen en Dios. Para muchos de ellos, la Iglesia está en el penúltimo lugar de sus preferencias, solo por encima de los políticos.

Y mucha gente apoya a Cáritas, pero no acepta a la Iglesia. Son muy libres. Aunque hay que afirmar que la Iglesia es Cáritas y Cáritas es la Iglesia.



Cáritas es el aspecto visible del amor de la Iglesia, sin olvidar a otros grupos e instituciones formadas por cristianos, que son libres para organizarse y vivir y realizar la caridad cristiana. Sería una pena que lo de “ser cristiano” o formar parte de Cáritas, solo fuera algo de los mayores. Incluso sería saludable, que llegados a una cierta edad, se fuera dando paso a otras generaciones nuevas. Las personas con una cierta edad son fuente de experiencia y sabiduría, pero a veces pueden ser freno para los nuevos.



Y de todas formas, el hacer el bien, el preocuparse de los necesitados, el defender los derechos humanos, el poner en las relaciones el bálsamo de la ternura… y tantas cosas que desde Cáritas (voluntarios, socios, trabajadores, usuarios, donantes…) intentamos hacer, no es solo cosa de mayores.

08 enero, 2019

Trabajamos con las personas: el caso de Fátima

En Cáritas tenemos la suerte de trabajar con y para las personas. Cada una de las personas con las que trabajamos nos ayuda a mejorar como profesionales y como hermanos.

Gracias a todas ellas, nuestra vocación se hace realidad. Detrás de cada persona que acompañamos hay una historia de vida que nos humaniza.  Fátima ha querido dejarnos su testimonio por si puede ayudar a otros.  Desde Cáritas agradecemos su fortaleza y  humanidad.


Soy universitaria y trabajé más de diez años en un servicio especializado de un hospital. Vine a España huyendo de la falta de dignidad y libertad que tenemos las mujeres en mi país. Estuve casada con un hombre que no me permitía pensar, todo tenía que ser como él decía. Es funcionario de alto rango y estaba acostumbrado a que le obedecieran. Tengo tres hijos y me divorcié después de mucho tiempo aguantando todo tipo de malos tratos.



Vine a este país con mis tres hijos hace alrededor de dos años y medio y traje todo el dinero que había podido ahorrar. Eso me dio para vivir durante dos años, al final de los cuales tuve que solicitar ayuda. No puedo trabajar porque estoy en situación administrativa irregular y comencé a hacer cursos mientras los chicos iban al colegio. En esos dos años me relacioné con muy poca gente, andaba temerosa y además mi marido me había hecho creer que no servía para nada. Nuestra situación familiar se deterioró cuando se acabó el dinero, mi hijo mayor, de quince años, decidió volverse con mis padres una vez terminada la educación secundaria obligatoria.



En los cursos que realicé conocí a una compañera que me habló de Cáritas y acudí. Desde entonces mi estado anímico ha mejorado, estoy viviendo en un piso de las Hermanas de la Caridad con mis dos hijos. Este curso he terminado 3º de la ESO y voy a seguir estudiando porque quiero salir adelante y que mis hijos hagan lo mismo. Me hubiera gustado poder convalidar mi título y así haber podido trabajar en lo que yo estoy especializada y devolver a este país algo de la ayuda que me están prestando, pero al ser eso muy difícil he optado por estudiar lo que ya estudié y sacarme algún título que me capacite aquí para ejercer.



Hoy, gracias a Dios y al acompañamiento recibido, me siento fuerte para conseguir una vida mejor para mí y mis hijos. Puedo abrazarles con libertad sin tener represalias, hablar con los profesores de todas las facetas con libertad al igual que con mis hijos. Sólo siento no haber tomado la decisión unos años antes para que mis hijos hubieran sufrido menos. He ganado en libertad, alegría y dignidad. Gracias, sólo necesito de sus oraciones.

04 enero, 2019

El Colegio Agustinos visita el huerto de San Nicolás

La semana pasada 75 alumnos de 4º de la ESO del Colegio Agustinos de Zaragoza visitaron el huerto de "San Nicolás", invitados por el proyecto Educar la Mirada para hablar sobre qué es Cáritas y su compromiso con la sociedad.

Las encargadas de guiar la visita fueron Gloria, Carmen, Mariano y Cristina del CPRS San Carlos, Carmen Manero, directora de San Nicolás y Tere Pérez técnico del proyecto Educar la mirada. La visita al huerto fue rápida a causa de la lluvia, que nos ha impedido disfrutar más del espacio de recogimiento que nos ofrece el huerto, pero que ha permitido conocer  quiénes son las personas que lo cultivan y cómo trabajan dentro del huerto. Para los participantes de la actividad, más allá de adquirir conocimiento de horticultura, aprenden a trabajar en equipo y a mejorar las relaciones interpersonales que mejoran su autoestima y su integración en la sociedad. 

Aprovechando la ocasión el personal del CPRS San Carlos, el cual trabaja con personas con enfermedad mental, ha planteado una reflexión acerca de cómo esta actividad ayuda a la normalización de la vida tras el diagnóstico y durante el tratamiento de una enfermedad mental. 

Para finalizar la actividad se ha explicado qué es Cáritas a través de un video y se han realizado diversas dinámicas para trabajar el tema del compromiso y cómo lo vivimos.

02 enero, 2019

Encuentro del Programa de Integración de Espacios Escolares

El pasado viernes dia 14 diciembre, los PIEES (Programa integración espacios escolares) organizaron encuentro, junto con la colaboración de Cáritas Zaragoza.

 La jornada, que tuvo lugar en el IES Pedro de Luna, congregó a un sin fin de educadoras y alumnos de los diferentes institutos integrantes (José María Blecua, Virgen del Pilar, Pablo Gargallo, Pedro de Luna, Sanz Briz, Azara y Portillo).  Mendiante juegos y diversas dinámicas los participantes aprendieron las injusticias creadas en países del Sur por el único hecho de haber nacido allí, así como que acciones se pueden llevar a cabo desde aquí tanto a nivel personal y como grupos con el fin de  que esas injusticias y desigualdades cada vez sean menores. Conocer otras realidades, como la de los niños y jóvenes potosinos, que viven en los Centros Educativos Agroecológicos del Norte de Potosí, enriquece a la persona y abre la mirada a pensar que junto a ellos otro mundo es posible.

La jornada acabó con una divertida merendola y el reparto de mochilas y pulseras "wipala", la bandera tradicional de Bolivia. En definitiva fue un encuentro de convivencia en el que se compartieron muchas experiencias y que animo a los participantes a seguir trabajando en el futuro en la misma linea.