Ante la celebración, hoy día 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Cáritas quiere reafirmar su reconocimiento y respeto de los derechos de la mujer, y reivindicar el trabajo llevado a cabo por la institución a favor de aquellas que presentan una situación de mayor vulnerabilidad social.
Han sido muchos los progresos logrados en las últimas décadas en materia de igualdad, especialmente en lo relativo al acceso a la educación, la progresiva incorporación al mercado de trabajo y a los más altos puestos de representación política. No obstante, todavía es mucho el trabajo que queda por realizar para hacer de la igualdad de oportunidades una realidad, especialmente en el terreno laboral y familiar donde se pone de manifiesto de manera especialmente llamativa la ausencia de equidad. Es por lo cual que la paridad entre hombre y mujeres se convierte en un elemento esencial para el desarrollo social y, por tanto, para el desarrollo sostenible.
Son muchos años ya los que Cáritas lleva trabajando con actividades, programas y proyectos dirigidos a la promoción personal de las mujeres, mediante la adquisición de habilidades personales, sociales y laborales, la toma de conciencia de su realidad, el desarrollo de su autoestima y el fortalecimiento de sus propias capacidades con el objetivo prioritario de conseguir la restauración plena de sus derechos y su dignidad. Para ello, Cáritas proporciona diversos servicios de acogida, orientación y asesoramiento psicológico y jurídico, así como programas de formación laboral y de convivencia.
En definitiva, en este Día Internacional de la Mujer, Cáritas apuesta por una vida exenta de todas las violencias, donde cada mujer pueda desarrollar su vida libremente y con autonomía, y sea reconocida plenamente como persona poseedora de derechos y dignidad. Así mismo, insta a las Administraciones Públicas a desarrollar políticas proactivas para asegurar una igualdad real, el acceso a los derechos y la garantía de una protección y asistencia adecuadas.