07 abril, 2014

Una sola familia humana, alimentos para todos (II)

     Hoy, lunes, 7 de abril, en Cáritas Diocesana de Zaragoza hemos presentado la Campaña “Una sola familia humana, alimentos para todos” con una puesta en escena muy cotidiana. Hemos traído un alimento muy habitual en nuestras cestas de la compra para que nos contara de dónde viene y cómo ha sido criado.

       Os dejamos su historia:
     “Me llamo Melani Carmen, soy una piña de Costa Rica. Nací y crecí en una mata baja y pinchuda junto a muchas hermanas, en una extensión de tierra muy, muy  amplia, que tenía un dueño muy poderoso.
   
       Mis cuidadores fueron hombres humildes que trabajaban muy duro la tierra para sacarnos adelante en unas condiciones extremas. Yo los veía casi todo el día agachados,  con un sol abrasador y sin tener una sombra donde descansar.
        Trabajaban 14 horas diarias, durante 6 días a la semana, sin derechos, sin seguros y cobrando una miseria.
        Un día, nos dijeron que ya estábamos preparadas para el viaje ¿Qué sería eso del viaje? Ilusionada y contenta me puse mi mejor traje junto con mis hermanas; nos compraron pasajes para viajar en avión, kilómetros y kilómetros, con todo lo que supone de contaminación. Llegamos a España completamente mareadas.  Yo me preguntab: ¿no hubiera sido más fácil que me hubieran llevado al mercado más próximo en lugar de traerme a España?. Y aquí estoy, en una verdulería de Zaragoza, donde he hecho muy buenos amigos.
       Os podría contar la historia de mi amigo tomate “Hassan” que vino desde Marruecos, de mi amigo el espárrago “Federico Juan” que viajó desde Perú a Navarra y ahora está en Zaragoza, y de “Mei” la seta que vino desde China.
        Cuando cierran la verdulería, y solo queda la luz de la calle,  nos juntamos encima del mostrador y compartimos un montón de historias parecidas. 


Los amigos de Melani Carmen
     Y todos nos preguntamos ¿Qué hacemos aquí?,  ¿Por qué nos han hecho viajar tantos kilómetros y kilómetros? “



     Muchos de los alimentos que comemos recorren miles de kilómetros hasta nuestra mesa y tienen un gran impacto ambiental y social. La Campaña “Una sola familia humana, alimentos para todos” nos invita a ser conscientes de esta situación y nos propone cambiar nuestros hábitos de consumo.

                                               ¿Te atreves?


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