22 diciembre, 2012
Tres años celebrando la Navidad en San Pablo.
Ana, trabaja en la Cáritas de San Pablo; así nos cuenta cómo ha sido la celebración de Navidad: emoción, ternura, cercanía, en fin, la NAVIDAD:
Lo comentábamos antes de que llegara la gente. Este año hemos tenido mucho trabajo con las acogidas y, prácticamente, se nos ha echado la Navidad “encima”. ¡Qué paradoja¡ ¿verdad?
Pero, como los demás años, el momento de encuentro con las familias en Navidad, ha sido un de gran calidez y calidad humana, a pesar del frio que hace fuera últimamente. Un momento de esos que le dan sentido a nuestro maltrecho “espíritu navideño”, uno de esos momentos que te recuerdan por qué estás en este trabajo o por qué eres voluntario en un equipo de Caritas, en mitad de una crisis económica brutal.
La Navidad esta tejida de Sueños y de Esperanza. Todas y todos estamos hechos de la misma materia y necesitamos soñar y creer en un futuro mejor. Eso no depende del lugar de dónde vienes o hacia el que vas. Hoy lo hemos comprobado de nuevo.
Les hemos dado la palabra y les hemos pedido que nos contaran cómo viven la Navidad.
Y... un hombre de Pakistán nos ha contado cómo su aldea se ha inundado varias veces y cómo ha hecho realidad su sueño de construir una casa sólida para su familia. A cambio, el malvive desde hace unos años en nuestra ciudad. Aun así es firme, hace lo que tiene que hacer y se siente bien consigo mismo.
Ana, del barrio de toda la vida, ha tenido que salir a toda prisa cuando hemos puesto los villancicos, porque no podía contener las lagrimas. Su hermano era el que animaba estas fiestas y ya no está. Busca consuelo. Este es un buen sitio.
Michel, un hombre togolés, nos ha relatado cómo, en su pais, pasan la Navidad en la playa con los niños y Marina, de Argentina, sentada a su lado, asiente, en su país también es verano en Navidad.
Amina, argelina, a la que van a desahuciar en estos días, nos ha contado un rico postre con siete dulces distintos que hacen en su país, para Año Nuevo, y otra mujer portuguesa con un niño en brazos, nos ha descrito un guiso especial que hacen en estas fechas y que comparten con toda la familia.
Observo a Fátima, que, últimamente, esta siempre muy triste, y hoy rie y habla por los codos. Por unas horas, ha olvidado su realidad.
Cecilia, nicaragüense, sola, sin papeles, sin trabajo, con una hija pequeña, se ofrece voluntaria para ser la portavoz de su equipo, y nos cuenta cómo vive ella la Navidad. Nos recuerda que Dios nace para todos y todas. Se nos ponen los pelos de punta. Esta muy segura de lo que dice.
Con sus madres han venido muchos niños. Unos chicos del colegio del Sagrado Corazón, donde trabaja una de las voluntarias, han venido para jugar con ellos. Y al final, los más pequeños, les decían a sus madres que se querían quedar con los “tíos”.
Ya veis, somos una gran familia. Una de repuesto para muchos, ya que la suya no está cerca.
Después de soñar un poco juntos, de aplaudir, cantar, besarnos y felicitarnos, hemos compartido una merienda.
Para algunos de los presentes, este rato ha sido su celebración de Navidad de este año. Para todos es una caricia en el alma.
Por eso, aunque sea una pequeña celebración, es tan importante para nosotros.
Ana Martínez Fraile
18/12/12
Trabajadora Social del Equipo de Cáritas de San Pablo
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