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19 julio, 2018

Hablemos sobre la movilidad humana forzada

Los pasados días 19 de mayo y 15 de junio, las Hermanas Canonesas del Santo Sepulcro organizaron sendas jornadas sobre la Movilidad humana forzada y la acogida desde la Iglesia.

Marisa López y Carmelo Crespo, técnicos de Hecho migratorio y Cooperación, respectivamente, de Caritas Diocesana de Zaragoza, hablaron de las causas y el tránsito de nuestros hermanos migrantes y de la respuesta que les damos como sociedad.

En la primera sesión y a través del método “ver, juzgar y actuar” se acercó a los asistentes a la realidad de miles de personas que viven en otros países golpeados por las guerras, el hambre, la persecución o marginación a minorias, el acaparamiento de tierra y/o la trata de personas. Así mismo, se expusieron los motivos por los cuales se producen esas migraciones forzadas y las tristes condiciones en las que viajan en su camino migratorio. Posteriormente, en grupos de trabajo se debatió como se interviene desde las comunidades y como personas ante este problema y que cosas se podrían hacer. Todos coincidieron en que otro mundo es posible, pero para ello es necesario voluntad política y transformación así como otra forma de vivir en nuestros países con interés real en lo solidario y lo fraternal donde las personas sean lo primero.
En la segunda jornada, se analizó cómo se vive la llegada de las personas de otros países. Con videos 
y datos se desmontaron mitos y rumores que recorren nuestra sociedad y nuestro entorno.
Estas acciones, y como Iglesia que somos, vienen dadas para dar respuesta a nuestro deber de ser capaces de acoger e integrar así como de cambiar las miradas hacia nuestros hermanos, cruzadas muchas veces por el miedo y los prejuicios. Debemos salir y movilizarnos, ser capaces de derribar los muros que no hacen más que romper esperanzas y cortar sueños para los migrantes y que, además, nos limitan como personas, como comunidades y como sociedad.
Luchemos por tanto por la dignidad de nuestros hermanos y seamos realmente acogedores abriendo, desde el corazón, nuestras puertas.