17 septiembre, 2009

La otra realidad de la vuelta al cole












En Cáritas, al igual que en otros servicios públicos y privados, estamos recibiendo peticiones de muchas familias ante la urgencia de cubrir necesidades básicas. La situación de crisis no sólo afecta a necesidades más básicas de alimentación, vivienda, luz,… En Cáritas nos preocupa enormemente la situación de los menores de muchas de estas familias y de su proceso de integración escolar y educativo.
Las solicitudes para apoyo en la compra de material escolar y uniformes-chandals que estamos recibiendo son muchas.
A pesar de la gratuidad de libros, el coste de materiales y ropa escolar es un coste que no pueden asumir en su totalidad muchas de estas familias. Muchas de ellas se han quedado fuera de la convocatoria de becas del Departamento de Educación por varias razones: no poder cumplir los requisitos exigidos, por desinformación y por presentar fuera de plazo la solicitud.
La posibilidad de recibir ayuda desde los servicios sociales -Ayudas de Urgencia en los Centros Municipales de Servicios Sociales- no está siendo viable en todos los casos y, aún siéndolo, los plazos de respuesta no son adecuados, ya que puede oscilar entre mes y medio o dos meses en algunos casos.
Desde el Servicio de Educación Compensatoria se ha establecido una partida presupuestaria para apoyar económicamente a estas familias -priorizando la etapa de educación infantil- que ha de tramitarse, según se ha establecido este año, desde los propios centros escolares, tanto públicos como concertados. Este protocolo se desconoce por parte de algunos centros escolares; y dado que las familias no pueden solicitarlo directamente, se está impidiendo el acceso de las mismas a estas ayudas.
Paralelamente a esta vía están surgiendo iniciativas, desde algunos centros y desde las AMPAS (Asociaciones de Padres), para apoyar estas situaciones de necesidad con fondos propios e incluso organizando la solidaridad entre la comunidad educativa.
El resultado de esta situación descrita es, cuando menos, arbitrario: depende de la voluntad, sensibilidad y medios de cada centro. Teniendo en cuenta esto las familias y los menores en situación vulnerable tienen más o menos posibilidades de acceso e integración en el medio escolar. Nos consta que va a haber muchos niños que no van a disponer de los materiales en el inicio de curso, con las nefastas consecuencias socioeducativas en sus procesos de aprendizaje que esta situación trae consigo.
Entendemos que, en primera instancia, es la Administración quien debe dar respuesta a esta situación, si bien, dado el bloqueo existente y viendo las diferentes iniciativas que están surgiendo, vemos interesante sugerir la coordinación e intercambio de buenas prácticas tanto entre los centros públicos como en los concertados.

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