01 junio, 2009

Formación para los equipos de las Cáritas parroquiales.





Imágenes de los participantes en las diferentes sesiones


Durante los meses de abril y mayo han tenido lugar los cursos Cuidarse para cuidar y la Jornada Para cultivar la esperanza que forman parte del plan de formación para los equipos parroquiales. Se pretende reforzar las actitudes positivas con las que hacer frente a este período difícil de crisis que estamos atravesando. Del primero de ellos se celebraron 5 talleres en diferentes zonas de la ciudad de Zaragoza y el segundo reunió a más de setenta personas en una Jornada de la que ofrecemos el testimonio de uno de los participantes:



Con la sensación de que hemos vivido un momento especial y muy intenso emocionalmente, nos vamos un puñado de gente, unos setenta, todos de Cáritas, tras finalizar la Jornada
Para cultivar la esperanza
, en la que hemos participado esta mañana de sábado en la acogedora Parroquia del Corazón de María.

Nos hemos reído, hemos rezado, hemos cantado; hemos aprendido a estar atentos a nuestros sentimientos, a reconocer un poco mejor nuestras respuestas y nuestras actitudes, hemos mirado la realidad de frente, sin engaños ni paños calientes, nos hemos dado cuenta de lo pequeños y, a la vez, fuertes que somos; y así, nuestro conductor, experto en hacer fácil lo difícil, nos lleva a recordar que somos parte de un proyecto mucho más grande, el proyecto de Dios, que estamos en sus manos y que hemos venido a sembrar y a cultivar, que lo importante es el camino y que el momento que nos ha tocado vivir, aunque duro, es también apasionante.


Migueli -el profesor, el animador...- es un hombre de formación extensa, con experiencia en proyectos sociales, que ha viajado y conoce bien la América latina, músico sensible, implicado en múltiples y diversos proyectos educativos, formativos y de comunicación, que no para de aprender y se embarca con generosidad en experiencias como esta, en la que le pides: esto, pero también aquello, y que sea divertido y además serio, y que sirva para ... Transmite vitalidad y esperanza con sus canciones, que son oración, y con su testimonio, simpático y entrañable, profundo e intenso, coherente y claro.

Como dice en una de las canciones con las que enriqueció su discurso sobre la gestión de las emociones:
Quisiéramos ser cien o al menos treinta y tres, pero el Señor nos dijo, con solo dos o tres
. Gracias Migueli por acompañarnos.

Pues eso, que ¡cunda la esperanza! y que se note en esto somos cristianos.

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