|
Vista general rueda de prensa |
Desde hace unos años, Cáritas
Diocesana de Zaragoza viene haciendo público su diagnóstico social y su
preocupación por las dificultades de acceso a los derechos sociales. En este
momento, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, facilitados por el
Instituto Aragonés de Servicios Sociales, la
tasa de riesgo de pobreza en Aragón, en 2012, se eleva a un 19,5%, siendo
el 22,2% en España (umbral de España). Mucho distan estos datos del 12% que
alcanzaba dicha tasa en 2009. De este modo, desde el inicio de la crisis y en
tan sólo tres años, la tasa de riesgo de pobreza se ha incrementado en Aragón
en un 62,5%.
En la misma línea un reciente estudio
de la CEU (Universidad Cardenal Herrera) constata que, a pesar de ser la quinta
comunidad autónoma de menor incidencia de la pobreza en 2011(16,6 Aragón y 21,7
España), la crisis ha incrementado el número de personas en situación de
pobreza a un ritmo superior que la media estatal. Por otra parte, la intensidad de pobreza en Aragón, que
mide el mayor o menor nivel de pobreza entre los pobres, es la cuarta más elevada de España en 2011(8,75 Aragón y 8,86
España), convirtiendo a Aragón en una de las CC.AA. con más intensidad de pobreza,
con un empeoramiento muy acusado desde el comienzo de la crisis. Los menores son el grupo de edad con mayor
porcentaje y nivel de pobreza, seguido por los jóvenes. También es mucho más elevada la incidencia de la pobreza
en las personas inmigrantes que en los nacionales, y de entre éstos, es
especialmente grave la situación de los inmigrantes
extracomunitarios.
Por
todo ello, no es de extrañar que Cáritas Diocesana de Zaragoza haya incrementado en un 45,7% el número de
ayudas respecto al año pasado y haya destinado un 54,5% más de cuantías económicas a estas ayudas. Sólo contando con
datos hasta el 30 noviembre de 2013, se concedieron un total de 12.309 ayudas
económicas directas por un importe de 1.737.141,15 euros. Este incremento de
ayudas económicas no sólo se explica por el aumento de la incidencia y la
intensidad de la pobreza, sino que también, pone de manifiesto déficits e
insuficiencias en las políticas sociales que agravan todavía más las
situaciones de pobreza.
|
Director y Secretario General de Cáritas |
En
este sentido, Cáritas Diocesana de Zaragoza ha constatado que las ayudas que más se han incrementado son
las de educación y vivienda y las que más aumentan su cuantía económica son
las de gastos sanitarios. En
concreto, las de educación formal son un 92% más (en importes suben un 77,7%), lo
que refleja la inadecuada gestión de becas de material curricular y de comedor
así como sus retrasos en la adjudicación.
Por
otro lado, con un 85% de incremento resulta alarmante el gran crecimiento de
las ayudas de vivienda puesto que no sólo aumentan las situaciones de pobreza
energética sino que también existen numerosas peticiones para el pago de
alquiler y realquiler, con riesgo de pérdida de vivienda. En el caso de las
ayudas por alimentación suben un 32,2%, y sus importes un 33,8%.
Atendiendo
a las cuantías destinadas a gastos sanitarios, el importe destinado a éstas se duplica
al destinado en el 2012, lo cual refleja que las personas que solicitan estas
ayudas son personas con enfermedades de larga duración y con tratamientos farmacéuticos
costosos, no asumibles por sus precarias economías, entre ellos, personas en
situación en irregularidad administrativa.
Todo
ello está también relacionado con las persistentes dificultades de acceso y retrasos en la concesión del Ingreso Aragonés
de Inserción así como con las carencias
de los Servicios Sociales para atender con prontitud a las personas y
cubrir adecuadamente sus necesidades básicas. En los Centros Municipales de
Servicios Sociales de Zaragoza capital existen restricciones en la concesión de
algunos conceptos de Ayudas de Urgencia y en algunos Centros existen retrasos
en la concesión de citas. Por su parte, en algunos Servicios Sociales Comarcales se agota pronto el
escaso presupuesto para Ayudas de Urgencia, existiendo también impedimentos
para conceder estas ayudas en algunos conceptos.
Ante la dura realidad cotidiana que Cáritas vive junto a las familias que acompaña, se corre el peligro del desánimo, de la pérdida de esperanza y del sentido de su tarea. Cáritas aborda esta Navidad con una campaña centrada en la ESPERANZA. Pese a que puede parecer una aparente contradicción, es precisamente esa situación la que convoca y urge a la sociedad a vivir la Esperanza en todas sus variantes.
La grave situación de crisis requiere de personas con una esperanza “profunda”, sólida, creíble. No se habla de una falsa esperanza, de dar ánimos sin compromiso y de vagas ilusiones. Cáritas habla de la esperanza como compromiso con el presente. Esta es la esperanza que guía la labor de Cáritas, una esperanza que impulsa a la acción para construir espacios de novedad, de vida, de justicia y de fraternidad para restaurar los derechos de todas las personas a las que hoy les son negados.
Exposición del Secretario General: