Hace ya unas semanas que el COVID-19 llegó a nuestras vidas para quedarse y no sabemos durante cuánto tiempo, igual que le sucede a muchas personas cada día con la pobreza. ¡Ójala tuviéramos la vacuna para el coronavirus o para la pobreza! Pero no es así. Nuestra mejor baza es la ESPERANZA, la SOLIDARIDAD y la COMUNIDAD, ahora la comunidad virtual.
Saber que siempre hay ángeles dispuestos a tendernos su mano, ahora en el mejor de los casos con guantes y protección para cuidar de los más débiles, pero siguen estando allí. Pensemos en todas las personas que trabajan para que este Estado de Alerta se acabe cuanto antes: personal sanitario, las fuerzas armadas y del Estado, los trabajadores de los establecimientos de alimentos, los trabajadores sociales y educadores, los periodistas, los fabricantes de medicamentos y elementos de protección, los voluntarios y todos y cada uno de nosotros que, de forma responsable, cumplimos con el decreto hecho hashtag #YoMeQuedoEnCasa.
¡Gracias a todas las personas por ser ángeles!
Desde nuestras casas, creemos comunidad virtual de hermanos, ayudemos, confiemos y oremos por esta situación. Para que los más vulnerables no sean los más perjudicados, para que nuestros mayores se sientan acompañados desde la distancia y para que nunca nos soltemos de la mano del Padre.
Vivamos esta cuarentena cuaresmal desde el corazón.