Luis Moreno, técnico del Arciprestazgo de Zuera, nos envía el texto de la convivencia, que llevaron cabo el día 2, con la Comunidad que acaba de llegar a vivir a la Cartuja de Aula Dei:
El pasado día 2 de mayo nos reunimos los voluntarios del Arciprestazgo de Zuera con la recién llegada comunidad católica, que se ha instalado en la Cartuja de Aula Dei, Chemin Neuf. Este encuentro fue organizado desde los primeros días de su llegada a nuestro Arciprestazgo, pero por diversas causas no había podido ser hasta ese momento.
La vivencia experimentada este día bien mereció la espera. Nos recibieron con las puertas abiertas las personas que en estos momentos están siendo la avanzadilla, para organizar y hacer mínimamente habitable algunas partes de este gran edificio, que tan deteriorado se encuentra. Para el próximo curso, se espera que vengan 40 niños con sus respectivas familias.
Pero antes de seguir contando nuestra experiencia de esa tarde, queremos presentaros esta comunidad, que abre su primera presencia en España, en la Diócesis de Zaragoza.
Chemin Neuf es una comunidad católica internacional con vocación ecuménica, nacida de un grupo de oración en Lyon (Francia) en 1973. Posee casi 2.000 miembros y está presente en treinta países. Las raíces del movimiento se encuentran en la tradición ignaciana y en la experiencia de la renovación carismática.
Reúne a sacerdotes, laicos comprometidos con el celibato (hombres y mujeres), así como solteros sin compromiso y parejas con o sin hijos, que optan por un estilo de vida que viene marcado por la oración comunitaria y la vida apostólica.
El lugar que eligieron para reunirnos a todos fue el patio de la Cartuja. Una maravillosa tarde de primavera sin lluvia fue nuestra aliada para poder disfrutar del encuentro. Después de la presentación de cada participante, nos dispusimos a contar la labor de Cáritas en nuestra Diócesis, y por supuesto en cada uno de nuestros pueblos. Por su parte, nos contaron los principios de su comunidad, su forma de organizarse y su fines. El diálogo estaba servido: dudas, preguntas, aclaraciones. Todo ello nos llevó gran parte de la tarde. La traducción simultánea fue imprescindible, pues no todos hablábamos francés y tampoco ellos español. Esto no fue obstáculo para que al final de la velada, y más relajados, nos comunicásemos con más fluidez.
La oración y las canciones fueron otros momentos muy especiales, cantamos en francés y en español; y al final, más de uno se lanzó a cantar jotas.
Después de la visita por la Cartuja, se pusieron en común los alimentos que cada uno trajo de sus pueblos, compartiendo un momento más distendido.
Entrar a la Cartuja sin ninguna limitación, fue una experiencia que para los voluntarios de la zona parecía increíble. Formar parte de las primeras mujeres que libremente paseaban por los espaciosos claustros, y con los demás, todos los voluntarios que descubrían maravillados los secretos de las celdas de los Cartujos, sin duda nos situaron en un momento privilegiado, y no solamente por el espacio físico, sino porque estos espacios fueron mostrados desde los corazones de las personas que forman la comunidad de Chemin Neuf.
A través de esta noticia queremos transmitiros que los nuevos vecinos necesitan cualquier tipo de ayuda para la restauración de tan hermoso monumento, para poderlo hacer más habitable a los nuevos pobladores. Constatamos que son muchas las manos que se necesitan y por ello, desde la zona estamos planteando poder acudir de manera individual o en grupo, a colaborar en estas tareas. Necesitan manos, manos para pintar, limpiar, cocinar… y corazones para dar calor a tan frías paredes. Deciros que la edad no importa, que si alguien está interesado puede contactar directamente con ellos en el correo electrónico:
Finalmente, queremos dar las gracias a Jacques, Marie, Manuel, Rosario, Marie de la Croix y Domique, por este primer encuentro de amigos y cómo no, por encontrar las llaves que se perdieron en la noche. Merci.