21 septiembre, 2011

Cáritas recibe el Premio a los Valores Humanos


Fernando de Yarza, Carlos Sauras, Pilar de Yarza, Luisa Fernanda Rudi e Iñaki Gabilondo Fotografía de Guillermo Mestre, por gentileza de Heraldo de Aragón

El pasado día 20 de septiembre Cáritas Zaragoza recibió el Premio a los Valores Humanos y el Conocimiento por parte de Heraldo de Aragón. En nombre de Cáritas recibió el premio su director, Carlos Sauras, que pronunció el discurso de aceptación y agradecimiento En una gala, celebrada en la planta de impresión de Villanueva, se entregaron los premios, tanto a Cáritas, como a Iñaki Gabilondo, periodista galardonado con el Premio Antonio Mompeón Motos.

A continuación el discurso que pronunció Carlos Sauras:

Presidenta del Gobierno aragonés, Presidenta y Vicepresidente de Heraldo de Aragón, autoridades, amigas y amigos todos:

Recibo con profundo agradecimiento esta distinción a los Valores Humanos y el Conocimiento que Heraldo de Aragón ha querido conceder a Cáritas.

Heraldo, que hoy cumple 116 años de presencia ininterrumpida, es el medio de comunicación que aglutina la conciencia y las aspiraciones de esta tierra. Por ello, estas distinciones cuentan con un gran reconocimiento, como se puede comprobar repasando el elenco de personas y entidades que las han recibido en las anteriores ediciones.

Me alegra, también, compartir este acto con Iñaki Gabilondo, a quien tuve la suerte de conocer en el año 1971 en San Sebastián, cuando, recién terminados los estudios de Periodismo, me incorporé a la redacción de un periódico donostiarra. Iñaki era entonces director de la COPE y sería, muy poco tiempo después, director de Radio San Sebastián de la SER. Fue siempre un amigo y un ejemplo para los que entonces éramos jóvenes periodistas y comenzábamos a ejercer la profesión en una sociedad muy compleja.

Represento en este acto a los más de 1.200 voluntarios que formamos Cáritas Diocesana de Zaragoza, a los 120 técnicos de la institución, a los siete mil socios que nos apoyan y, especialmente, a todas las personas que acuden a nosotros en busca de ayuda y orientación. Estos últimos son los merecedores de este Premio, por su capacidad de resistencia, por su valor y por su esfuerzo ante la adversidad.

Cáritas, como bien sabéis, es la organización de la Iglesia que coordina la acción socio-caritativa en cada diócesis. El arzobispo de Zaragoza no ha podido estar hoy entre nosotros por encontrarse en Roma. En su nombre nos acompaña el Vicario General, don Manuel Almor. Quiero recordar en este momento, también, a las otras Cáritas Diocesanas de Aragón, así como a todas las instituciones de acción social que trabajan en nuestra Comunidad en favor de quienes viven en la exclusión y en la pobreza.

Cuando me llamó Pilar de Yarza para comunicarme esta buena noticia para Cáritas, comentamos que se premiaba a todas las gentes y entidades que a lo largo de estos años de profunda crisis se han volcado en la atención y el acompañamiento a las familias golpeadas por la pobreza. Realmente sorprende el tejido de acción social que hay en Aragón y, por supuesto, en la ciudad de Zaragoza.
Además de las fundaciones de mayor arraigo –algunas con varios siglos de vida, como la Hermandad del Refugio-, hay un número muy importante de patronatos y asociaciones de todo tipo, que han ido naciendo a lo largo del tiempo para dar respuesta a las necesidades que se planteaban.

Quiero hacer patente mi agradecimiento a Heraldo de Aragón, por la sensibilidad permanente de sus directivos y de sus redactores hacia los temas sociales. Se trata de un interés que va más allá de la simple información y que revela la inquietud por construir una sociedad más justa. Quiero agradecer, en particular, a la Presidenta y al Vicepresidente de Heraldo -a Pilar y a Fernando- su generosidad y su cercanía hacia Cáritas y hacia otras muchas iniciativas sociales que buscan mejorar las condiciones de vida de las personas necesitadas.

Esta crisis está siendo muy larga y no atisbamos a ver en el horizonte un panorama alentador. Pero si algo ha tenido de positivo este tiempo difícil ha sido el ver la generosidad de tantas personas y la incorporación de nuevos voluntarios que se han comprometido en este servicio. Son mujeres y hombres que están convencidos de que la justicia y la caridad –que no es otra cosa que el amor que va más allá de la justicia- son valores que pueden hacer posible una sociedad más fraterna.

En nombre de todos ellos, Cáritas recibe esta distinción.

Muchas gracias.

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