El Secretario General y el Presidente de Cáritas Aragón en la rueda de prensa
Medios de comunicación asistentes a la rueda de prensa
Con la asistencia de numerosos medios de comunicación, en el centro Joaquín Roncal de Zaragoza, ha tenido lugar esta mañana la presentación de la Memoria de Cáritas Aragón 2011. El Presidente de Cáritas Aragón, Carlos Sauras, y el Secretario regional, Frank Yagüe, han dado cuenta del trabajo realizado en este año por las Cáritas aragonesas.
Carlos Sauras, al hacer la valoración general de 2011, lo ha calificado como un año duro que se ha caracterizado “por la persistencia de la pobreza” que ya venía de 2010 y sobre todo de 2009. Las personas afectadas llevan mas tiempo sufriendo los efectos de la crisis, por lo que sus procesos de inserción están siendo más duros cada día. Ha reconocido que no podemos ser demasiado optimistas al ver cómo están funcionando los mecanismos de inclusión como la vivienda y el empleo. Tras su valoración ha manifestado su decepción personal, y como Presidente de Cáritas Aragón, con la respuesta que las administraciones han dado a lo que está siendo “una verdadera epidemia social”. Y, como otras veces ha recordado, ha afirmado que “si esto hubiera sido una epidemia de gripe, estaríamos ante muchos muertos”. Las administraciones no han respondido con la agilidad necesaria.
En diciembre de 2008, en la campaña de Navidad, Cáritas ya denunció la situación y, cada 6 meses, lo hemos repetido en las comparecencias públicas. No ha habido reacción ágil , y no se trataba sólo de ser ágil, sino de una cuestión de justicia y de derecho. Ha recordado que los pobres no votan, no protestan y sufren con resignación los problemas que les afectan, pero son ciudadanos con derechos.
Respecto a la política de recortes se ha referido a los recortes en las políticas sociales de inclusión social afirmando: “esperamos que no los haya ” y ha advertido que “cuando pase esta crisis a la sociedad se la juzgará por la dignidad con que haya tratado a las personas más necesitadas”. Y ahí son los gobiernos los principales responsables. Ante esta situación lo que se debería esperar es incrementos en partidas imprescindibles.
A pesar de este panorama ha destacado la esperanza que Cáritas ha conocido desde el comienzo de la crisis: voluntarios, socios, donativos, colectas, campañas, trabajadores que han trabajado más horas, más días y con más preocupaciones. Para Cáritas esta generosidad es una gran esperanza en el futuro.