El pasado 10 de marzo y con motivo del día internacional de la mujer, Cáritas Diocesana de Zaragoza en colaboración con las Canonesas del Santo Sepulcro convocaron a la comunidad cristiana a un Encuentro de Oración bajo el lema “Tejer Paso a Paso” para mostrar la solidaridad con el pueblo palestino y, sobre todo, con las mujeres palestinas. Os dejamos la crónica de la técnico de Cáritas, Pilar Colás.
Iniciamos la celebración haciéndonos eco de la campaña lanzada por la ONU bajo el lema “Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género”. Esta campaña, suscrita por nuestro país, reclama el compromiso de los gobiernos para poner fin a la brecha en la igualdad de género.
Con una lectura del profeta Oseas hicimos presente el amor que Dios nos tiene, pues es Él quien nos enseña a caminar. Y a través de un vídeo que mostraba los primeros pasos de una niña aprendiendo a caminar fuimos conscientes de la importancia de la tenacidad y el empeño para lograr nuestros objetivos.
También descubrimos cómo las mujeres palestinas con perseverancia y esfuerzo están dando pasos destinados a lograr esa visibilidad e igualdad en su país. En ocasiones pasos lentos, como pudimos comprobar en alguno de los testimonios de las mujeres de la organización Palestinan Agriculture Relief Comitees (PARC) que agrupa a pequeñas cooperativas agrícolas de Palestina, la mayoría formadas por mujeres y cuyo objetivo es facilitar la comercialización de sus productos y favorecer el empoderamiento de las mujeres. En otros casos los pasos son veloces como descubrimos con las componentes de “Speed Sisters”, las Hermanas de la Velocidad, el primer equipo de rally de Oriente Medio formado sólo por mujeres, tanto cristianas como musulmanas. Una de las componentes del equipo manifestaba con motivo del Día Internacional de la Mujer: “Mi mensaje a las mujeres y niñas de todo el mundo es que siempre que tengas un sueño debes aferrarte a él, porque te puede llevar muy lejos, siempre que tengas valentía y constancia.”
Finalizamos la celebración ofreciendo a los asistentes un pequeño ovillo de lanas de diferentes colores, como símbolo de que nosotros también debemos empezar a tejer paso a paso, para que las mujeres y las niñas palestinas puedan también dar pasos para vivir con dignidad, igualdad y con las mismas oportunidades en su propia familia y en su propio país.