El día 27 de Agosto, se llevó a cabo la última actividad de este verano 2011. Nos hemos deleitado con una de las nueve maravillas del mundo: nuestro Pirineo aragonés en su valle de Tena. Hemos conocido alguno de sus municipios, sus parajes y hemos pasado un día en familia en un entorno natural.
Hemos participado 42 personas de 6 nacionalidades diferentes y es digno de destacar la buena relación que hemos vivido, el gran espíritu de participación y de colaboración y la sana alegría que destilaba el ambiente.
Visitamos el centro de interpretación de ARGUIS que resultó interesante pues te ambienta para ir introduciéndote hacia el interior del Pirineo con esa preciosa Sierra de Guara. En este ambiente almorzamos y salimos para Panticosa. Como todos sabemos, la vegetación se va adueñando de nuestras retinas con su frondosidad y belleza y solo queda la posibilidad de contemplar y de gozar. En Panticosa subimos a la estación y caminamos hasta el ibón de Sabocos, (toda una aventura para los que no estábamos preparados ni habituados a la montaña) pero todo lo dimos por bien empleado cuando, al llegar, pudimos admirar tanta maravilla. Allí descansamos, comimos, contemplamos, nos refrescamos. . . Allí nos hubiéramos quedado pero nos pareció más oportuno regresar a casa.
Al regreso hicimos una parada en las orillas del río Guarga para analizar las aguas y recoger algunas basuras, allí merendamos y los compañeros de Fondo Natural, nos obsequiaron con unas riquísimas tortas artesanas del lugar como despedida del verano ¡ Todo un detalle!. El tiempo se echaba encima y había que llegar a Zaragoza, así que de nuevo al autobús y hasta Zaragoza.
Ha sido una experiencia preciosa y creo que inolvidable de la que si algo tuviera que destacar seria la gran lección que he aprendido de acogida, de ternura, de pasión por lo que uno de verdad se cree, de entrega y de servicio desinteresado, es decir de aquellos valores a los que Jesús de Nazaret denominó “EL REINO YA ESTA ENTRE VOSOTROS”
Cuanto me gustaría que este proyecto cogiera fuerza y desde Caritas nos lo tomáramos muy en serio.
Doy gracias a Dios por este gran regalo y a Beatriz por proporcionármelo.
Con cariño
Mª Josefa
(Voluntaria de Cáritas)
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