29 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: Tierra Santa (2)

Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo afectan las circustancias actuales a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de la Caridad Universal. Hoy Carmelo nos sigue contando cosas de los hermanos que viven en Tierra Santa, os dejamos con la segunda parte de su artículo. 

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Dejábamos el artículo de la pasada semana con la palabra preocupación, pero no me gustaría dejarlo así prefiero combinarlo con otras palabras como dignidad, comunidad y trabajo. Nuestros proyectos, actualmente allí, son tres: dos de apoyo agropecuario y comercialización de productos, junto a Cáritas Jerusalén y Caritas Española y uno de educación: apoyando el colegio de Ntra. Señora del Pilar y a las Hnas del Calvario. 

 Ha sido este tiempo de parón, tiempo de saber que poco se podía hacer. Junto a las compañeras de Cáritas Española ha sido tiempo también de comunicación con nuestras contrapartes de los países con los que cooperamos para saber de las gentes allí y de las posibilidades de continuar. En paralelo, el trabajo administrativo aquí estaba también paralizado y la pregunta, en medio de la incertidumbre, era cómo continuar, cuándo hacerlo y qué pasaría en el futuro: ¿Cumpliremos con las propuestas, alcanzaremos los plazos, daremos el servicio a las familias con las que nos habíamos comprometido? 

En primer lugar, os quiero hablar de Belén. Fue uno de los primeros focos en esta pandemia y el confinamiento fue estricto, respondido con responsabilidad por sus habitantes. Tal es así que en los campos de Beit Jala, un vergel verde en el distrito de la ciudad de Belén, los campesinos no han podido acceder a sus tierras. Y justo allí, teníamos en marcha sendos proyectos de nuestra Cáritas, uno apoyado por el Ayuntamiento de Zaragoza y otro, iniciando justo en marzo, apoyado por el Gobierno de Aragón. Para tener una visión general de la importancia de estos proyectos, habría que comentar que un 27% de los hogares de la Cisjordania ocupada sufre de inseguridad alimentaria (Informe OCHA) por falta de empleo, el alto coste de la vida y los escasos ingresos familiares... Un vector importante en sectores campesinos es la poca producción, a su vez con causas también enraizadas, entre otros, en el conflicto. 


Preocupa también la caída del turismo, en una ciudad de continuo turismo religioso como es la eterna Belén (por cierto, ciudad hermanada con Zaragoza y cuyo alcalde nos visitó en 2018). Además, a las familias del proyecto, más allá de la producción agropecuaria, la razonable preocupación por la protección de su tierra, heredadas de sus ancestros están con la amenaza cierta de la ocupación. Esa preocupación se agudizó hasta la semana del 17 de mayo por la imposibilidad de trabajarlas. En este tiempo, Cáritas Jerusalén continúa apoyando a las familias y desde aquí continuaremos apoyando su trabajo, al lado de los últimos. 

En segundo lugar, os quiero hablar de Jerusalén. Allí en pleno centro se encuentra el colegio de Ntra Sra del Pilar, con el que lleva trabajando Cáritas Zaragoza desde 2004, con fondos propios y también con apoyo de la DPZ. Jerusalén, ciudad donde empiezan y acaban los caminos, Ciudad Santa para las tres grandes religiones y ciudad hoy en día de contrastes. En este tiempo, se paralizó también toda la actividad educativa, hace bien poco las alumnas pudieron volver de nuevo. El colegio- en un antiguo edificio que fue hasta 1923 sede del Consulado español- cumple una fenomenal labor educativa y de acogida a más de 200 niñas palestinas (cristianas y musulmanas) de familias en situación vulnerable e imparte educación desde preescolar a superior. Además, es un centro modelo en Jerusalén Este, modelo de educación en valores, de tolerancia, de cuidado a las personas, de amparo y de generosidad... Desde allí la Madre Marta Gallo y su equipo y con voluntarias como Bárbara lidian a diario en una realidad, sin duda, compleja, apoyando la educación y el crecimiento personal de las niñas y jóvenes del colegio. 

En estos días, el patio exterior del colegio se ha convertido en improvisado lugar de reunión para cristianos. El párroco del centro, al tener que cerrar la Iglesia, ha celebrado las misas en árabe para un máximo de 30 personas por día, fuera martes, domingo o cualquier día. Haciendo comunidad desde la comunidad, bajo la imagen de la Virgen del Pilar. En el confinamiento, profesoras y alumnas han tenido dificultades para la enseñanza a distancia. Sin duda, los privilegios también se han notado en esta cuarentena. Y ahora el futuro: retorno de las alumnas, con nuevas situaciones familiares, seguramente afectadas gravemente y de nuevo por esta crisis... Desde el equipo de Cooperación de CDZ acompañaremos ese futuro desde el servicio y la cooperación fraterna, creyendo -junto al equipo del colegio- con firmeza en una vida mejor para esa generación. 


Aquí, desde nuestra Iglesia y nuestras comunidades, tenemos la oportunidad de abrir los ojos peregrinos. En nuestra reflexión, nuestra oración y en nuestros viajes parroquiales allí no veamos solo los muros turísticos e históricos: miremos a los primeros cristianos y la sociedad donde viven, a las piedras vivas y los otros muros, estos modernos e impuestos, que rodean las primeras comunidades. Sin miedo, con denuncia profética, desde aquí ampliemos esa mirada en Tierra Santa y seamos capaces de ver la realidad de aquellas personas que habitan la tierra donde está la esencia de nuestra fe y que hoy es signo de sufrimiento para muchos, pero tiene que serlo también de esperanza. 

"La misión de la iglesia es una misión profética que proclama la 
Palabra de Dios en el contexto local y en los acontecimientos cotidianos, con 
osadía, dulzura y amor por todo. Y si la Iglesia toma partido, es por el 
oprimido que Ella toma partido. Ella permanece a su lado, como Jesús ha 
estado del lado del pobre y del pecador que ha llamado a la penitencia, a la 
vida y a volver a encontrar la dignidad que Dios le ha dado y que no es 
permitido a nadie de privarla de ella". 
Documento Kairos .Un momento de verdad. 

Carmelo Crespo Zaldivar 
Técnico Cooperación CDZ

27 mayo, 2020

Las personas sin hogar en tiempos del COVID-19

Hoy os traemos un artículo de Goyo García Carpintero, trabajador social de Cáritas Zaragoza que atiende y acompaña a las personas sin hogar que se acercan a Cáritas buscando apoyo. El artículo de Goyo comienza con una reflexión directa: ¿Cómo vivir un confinamiento cuando no tienes un hogar? Y es que cuando se decretó el Estado de Alarma, las calles se vaciaron y entonces las vimos, caímos en la cuenta de todas esas personas que su techo, es la calle. Personas que conoce muy bien Goyo y que hoy quiere contarnos más sobre ellas. 

No calificamos ni hablamos de sintecho, hablamos de personas sin techo. Seres humanos con rostro y nombre. Personas que sufren la más extrema de las situaciones, la de falta de vivienda, de exclusión residencial. Pero también hablamos de aquellas alojadas en “centros de alojamiento de urgencia”, como los albergues fijos o temporales, que llevan dos meses sin salir del centro, por estar confinados. Estas personas no tendrán a donde ir cuando se levante el confinamiento. Todos ellas sufren exclusión residencial, “sin vivienda”. La misma situación en la que están mujeres alojadas en dispositivos de alojamiento para ellas, o personas privadas de libertad que cuando queden libres, o menores acogidos cuando cumplan la mayoría de edad y sean expulsados de los pisos tutelados… Todas estas personas sufren exclusión. Exclusión residencial. 

Y en medio de nuestro confinamiento, complicado pero cómodo en nuestras casas, quiero que reflexionemos un poco más. No me quiero olvidar de los que están alojados en habitaciones alquiladas en pisos compartidos. Creo que ni siquiera nos podemos hacer a la idea de cómo puede ser vivir un confinamiento solamente en una habitación. Pero aún sigo con más colectivos que me preocupan, por ejemplo, las mujeres forzadas a vivir en confinamiento con su maltratador, o quienes tienen una orden de desahucio. Todas estas personas sufren exclusión. Exclusión residencial: “vivienda insegura”. 

Y quienes habitan espacios no aptos (coches, naves abandonadas…), o temporales (caravanas), o conviven hacinados en viviendas, u ocupando un local o una casa abandonada… Todas estas personas sufren exclusión. Exclusión residencial: “vivienda inadecuada”. 

Pues bien, desde casa, teletrabajando, podemos acompañar a través del teléfono -a quien lo tenga- y así lo hemos hecho. Pero, para que mentir, lo hemos hecho con ganas de volver a encontrarnos cara a cara, como lo hacemos siempre. ¿Pero véis lo importante que es evitar la exclusión tecnológica en una situación como esta? Tener un teléfono, una tarjeta, un cargador y un sitio donde poder cargarlo… Sin duda, nada será igual después de esta experiencia que estamos viviendo. Y además creo que ¡nada debe ser igual! No podemos volver a estar como estábamos, en relación al sinhogarismo, que es a lo que me dedico yo. Tenemos que repetir tantas veces como haga falta que el derecho a una vivienda digna y adecuada es un Derecho Universal básico (artículo 25 DDHH). Pero tampoco debemos olvidar los demás derechos como la salud (¡cuánto estamos hablando de salud estos días!), el alimento (que no ha faltado a nadie pese al estado de “alarma”) y ¡qué importante es la vida! Cuidar la nuestra y la de los que nos rodean. 

Y desde ya… nos vemos otra vez de nuevo en nuestra sede, con mascarilla y cita previa, sin abrazarnos, pero nos vemos. Y eso ya es motivo de alegría.

25 mayo, 2020

Re-apertura de los centros de Cáritas

Estimados amigos, nuestros centros y servicios llevan unos días abiertos (con cita previa) adaptándose poco a poco para cumplir las medidas de seguridad, distancia e higiene que permitan cuidar la salud de todas las personas acompañadas, voluntarias y trabajadoras. 


La atención al público general está cerrada y sólo se realiza la acogida con cita previa en el teléfono 976 294 730. Todas las personas que necesitan ser atendidas por Cáritas deben llamarnos a ese teléfono. 


En estos momentos, en nuestra sede no podemos recoger donaciones de juguetes ni ropa, las de juguetes quedan aplazadas y las de ropa rogamos que se hagan en los contenedores rojos de A TODO TRAPO, habilitados para ello. Está disponible el listado en nuestra web

La tienda Latido Verde ya está abierta al público con las estrictas medidas de seguridad y prevención. Podéis estar al tanto de sus noticias en su página de Facebook. 

Mucha gente nos pregunta ¿y entonces, cómo puedo colaborar con vosotros? 


1. Haciendo un donativo por transferencia a las siguientes cuentas bancarias:
  • Ibercaja: ES31-2085-0113-62-0300027229
  • Triodos Bank: ES28-1491-0001-25-2082701828
2. Realizando una aportación a través de la web: www.caritas-zaragoza.org/hazundonativo.php
3. Enviando un donativo a través de Bizum con el código de ONG: 33461 

Importante: los socios y donantes que lo deseen serán atendidos presencialmente en la sede (Pso. Echegaray y Caballero, 100). También pueden pedir cita previa y/o realizar cualquier gestión (altas, bajas, aportaciones extraordinarias...) llamando al 976 21 33 32.

La misión principal de Cáritas es acoger, acompañar y atender a los últimos y más desfavorecidos, incluso en una situación tan excepcional como la que se está viviendo actualmente. Cáritas Diocesana de Zaragoza sigue estando cerca de los más necesitados, aunque por responsabilidad ese “estar cerca” sea un poco diferente en el contexto actual que nos toca vivir. 

22 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: Tierra Santa (1)

Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo viven estos tiempos de cuarentena, cómo cambia la vida en otros países y, sobre todo, cómo afectan esos cambios a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de Cáritas de la Caridad Universal. Hoy les toca el turno a nuestros hermanos que viven en Tierra Santa, os dejamos el artículo de nuestro compañero, Carmelo. 

Cáritas Zaragoza lleva muchos años colaborando con Cáritas Jerusalén, situada en Palestina, en muchos temas: desarrollo social, agropecuario, salud, agua, mujeres y empleo, comercio justo o protección de tierras… También apoyamos la educación, colaborando con el colegio del Pilar, que gestionan las Hnas. del Calvario. Además, formamos parte de la bonita Iniciativa por la Paz (IPP) junto a otras diocesanas de nuestro país y junto a Cáritas Española. Fuimos fundadores (en tiempos de nuestra anterior técnico de cooperación: Mercedes Torrejón) junto a otras Cáritas que trabajaban desde principios de los 2000 en esas tierras sagradas que tuvieron la buena idea de juntarse, para compartir ideas comunes. Desde entonces participamos con reuniones esporádicas en Madrid, y trabajamos conjuntamente temas como el Comercio Justo, el Desarrollo, la Sensibilización y, una iniciativa muy especial, el campo de trabajo para jóvenes. Tal y como contamos también en este blog, en el año 2019 fueron dos jóvenes zaragozanos, Lidia y Manuel, que han pasado a formar parte de nuestro equipo de voluntarios de Cooperación. 


Contexto histórico 
Gracias a nuestra colaboración con Cáritas Jerusalén podemos contaros algunas cosas de la realidad de allá. El contexto habitual en el que viven nuestros hermanos palestinos es realmente complicado. Allí los cristianos suponen apenas el 1.8% de la población y ellos sufrieron también las consecuencias violentas de la Nakba (catástrofe) del 48- al escribir esto se conmemora los 72 años- y no pudieron recuperarse, como tantos otros palestinos. Hoy los cristianos tienen presencia de calidad en la autoridad palestina y en la sociedad civil, además de ser como Iglesia, una autoridad reflexiva y comprometida con su pueblo que vive bajo las reales dificultades de la ocupación israelí. Tras los acuerdos de Oslo en 1993, el Territorio Palestino se clasificó en tres zonas “políticas”. 

Para comprender bien todo esto, os recomiendo leer el documento cristiano “Kairos” que nos habla, desde la fe, la serenidad y la firmeza de la lucha por la paz, ante el “Pecado contra Dios que es la opresión” y donde se vislumbra la esperanza, aun en una situación como la que allí viven. 

La crisis sanitaria allí 
En la actualidad que nos ocupa, el 5 de marzo se detectaron los primeros casos de COVID-19; se dice que traído por peregrinos y por ello el Estado de Israel estableció medidas de cuarentena para los viajeros. En Jerusalén se podía salir a pasear en los alrededores de la vivienda y el confinamiento estaba además aderezado y animado por las protestas de activistas por la complicada situación política israelí, entre alianzas electorales, juicios y demás. 

En los territorios palestinos, la situación no ha sido tampoco fácil en esta emergencia. En Gaza, territorio golpeado continuamente, la situación sanitaria preocupaba especialmente. Cuentan con un sistema de salud colapsado totalmente. Hay que saber que la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos – UNRWA- enumera 8 los campamentos de refugiados, campos que albergan a más de 1.200.000 personas, es decir, más de la mitad del total que habita Gaza). 

Según un informe de NNUU de finales de abril hubo solamente 17 casos confirmados en esa zona. En cambio en Cisjordania se dieron más de 320 casos. El 22 de marzo entraron en confinamiento en Palestina, aunque con ciertas excepciones para el comercio. Por ejemplo, compañeros nuestros de Cáritas Jerusalén que viven en Cisjordania no podían pasar los férreos y desagradables “check point” para entrar en Jerusalén, sede de la Cáritas nacional y por tanto su lugar de trabajo. 


Nuestros proyectos 

En esta situación, los proyectos que apoyamos desde nuestra Cáritas junto a DGA, Ayuntamiento de Zaragoza y DPZ han estado paralizados. Sabemos que Cáritas Jerusalén ha apoyado a más de 500 familias con alimentos, pero nos trasladan que existe una preocupación profunda en varias áreas: en el campo por ejemplo por la producción y la tierra, en las ciudades por el turismo y el paro. La semana que viene os seguiré contando más cosas de allí, siempre desde nuestra dimensión universal, y en este caso en concreto con una mirada de peregrinos cristianos. 


“Nosotros creemos que nuestra tierra tiene una vocación universal. En esta visión de universalidad, el significado de las promesas, de la tierra, de la elección y del pueblo de Dios se amplía para incluir a toda la humanidad, empezando por los pueblos de esta tierra. La promesa de la tierra no fue nunca un programa político, sino una introducción a la salvación universal; fue el comienzo de la realización del Reino de Dios en la tierra”. 
(2.3) Documento Kairos Un momento de verdad. 2009 

Carmelo Crespo Zaldívar 
Técnico de Cooperación de CDZ

20 mayo, 2020

Las colaboraciones en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad”. Hoy nuestra compañera, Pilar, nos cuenta para este blog cómo se han volcado algunas entidades y/empresas para colaborar con nuestra Cáritas y ayudar a través de nosotros a los que más lo necesitan. 

Con el COVID-19 todo ha cambiado. Sin embargo, algo parece haber seguido intacto, la generosidad de las personas, y la de muchas empresas y entidades, grandes y pequeñas, que construyen la red productiva y económica de nuestro entorno. Es habitual que en momentos socialmente difíciles, esta generosidad fluya y aumente, y esto es lo que hemos experimentado a lo largo de estos dos últimos meses en Cáritas, a través del equipo de Colaboraciones Institucionales, que junto a Administración, se encarga de atender esta línea de trabajo institucional. 


La solidaridad mostrada, que hemos estado recibiendo minuto a minuto, día a día, de manera personalizada y con un agradecimiento infinito, nos da la posibilidad de seguir apoyando y acompañando a las personas en desigualdad, las de antes y las que se han sumado inevitablemente a esta población de riesgo, no sólo sanitario sino también social, al perder su trabajo u ocupación. De momento, gracias a estas colaboraciones tenemos la oportunidad de continuar con nuestra labor, sin bajar la guardia y poniendo en el centro a las personas y, también, cuidando el planeta, nuestra casa común. 

La colaboración ha llegado en forma de múltiples donativos económicos, suscripciones como socios, intenciones para cualquier tipo de colaboración, algunas veces imposible por las circunstancias, pero igualmente meritorias. También en forma de ofrecimiento de productos, algunos de ellos alimentarios, que con el transcurso del confinamiento serían desechados por falta de consumo. Es el contrasentido de nuestro sistema, por un lado personas con necesidades básicas sin cubrir, por otro el desaprovechamiento de alimentos. Sin embargo, parece haberse tomado conciencia de que esta es la peor de las opciones. Gracias a los que así lo habéis visto. Como ejemplo nuestra colaboración con Encantado de Comerte 3, empresa de jóvenes emprendedores cuya línea de trabajo es el aprovechamiento de la comida. 


Hemos tenido que aclarar en muchos ofrecimientos que Cáritas no realiza reparto de comida ni tiene comedores sociales, y que no dispone de logística y almacenaje de alimentos, ya que su intervención social se basa en la autonomía de las familias, realizando un acompañamiento educativo con ellas a través de ayudas económicas en efectivo. Sin embargo, en estas circunstancias, hemos reajustado alguno de estos criterios a favor del aprovechamiento alimentario, la cobertura de alimentación en un amplio colectivo de familias con especiales dificultades, aportándoles además una alimentación equilibrada, y el detraimiento de gasto en consumibles de productos ofrecidos. 

Nuestra residencia Santa Teresa, nuestros proyectos especializados y la atención a la alimentación y necesidades básicas de las familias, desprotegidas y abrumadas por la realidad actual, han recibido esta generosidad con colaboraciones múltiples y diversas: confeccionando mascarillas en los primeros momentos de escasez e incertidumbre, donando pantallas protectoras, miles de litros de agua, de leche, chocolates, yogures, productos alimenticios variados, productos de limpieza y colaborando en su transporte y distribución de forma altruista. 


Desde los más grandes, a los más pequeños GRACIAS. Muchos no queréis dar notoriedad a vuestra colaboración y por eso no nombraremos a las más de 124 empresas socias y a las 280 empresas donantes y colaboradoras, 40 de ellas nuevas en estos dos últimos meses de COVID-19. Estas colaboraciones han abierto puertas y ventanas y esperamos darles continuidad cuando todo se normalice. Recojo el comentario de uno de los más activos colaboradores en el reparto de alimentos a domicilio, gracias a cuya colaboración ha sido posible hacer llegar 448 lotes de alimentos básicos para cubrir una necesidad imperiosa, como es la de comer. Esta colaboración ha sido estrecha y, por su complejidad, ha generado algunas pequeñas incidencias, sin embargo su contestación ante estos imprevistos agradeciendo su paciencia fue: “Lo que se hace a gusto no agota la paciencia. Encantados por ayudar”. 

GRACIAS. ESPERAMOS SEGUIR CONTANDO CON VUESTRA COLABORACIÓN, AHORA Y SIEMPRE. 

LA DESIGUALDAD NO TIENE FECHA DE CADUCIDAD Y LLEGAN TIEMPOS MUY DUROS PARA MUCHAS FAMILIAS 

Tu compromiso mejora el mundo
Si tú cambias, todo cambia
#CadaGestoCuenta


Mª Pilar Tirado Aramendi
Coordinadora de Colaboraciones Institucionales