12 mayo, 2020

Detalles durante el confinamiento con motivo del COVID-19

Hoy os traemos el bonito gesto de una persona que vive en nuestra residencia Santa Teresa. Ella preparó con mucho cariño el reparto de estos preciosos dibujos para las auxiliares y compañeras de limpieza de la Residencia en agradecimiento por su dedicación y en nombre de todas las residentes que pintan. Además junto a cada dibujo añadió una dedicatoria. 

Ya que ella no ha querido desvelar su identidad, lo dejaremos en incógnita, para que sea en nombre de las muchas residentes que estos días se entretienen con esta labor que aunque al principio no les resultara muy apetecible, ahora están encantadas. Y os animamos a todos vosotros también a pintar, os aseguramos que si os ponéis os irá resultando agradable y al final os encontraréis a gusto con la tarea.


Y el resto del Equipo de la Residencia se suma a este reconocimiento que los residentes hacen de las compañeras auxiliares y personal de limpieza que están dando el 100% en un tiempo en el que se ha incrementado su trabajo y que como los voluntarios dicen: un tiempo para VALIENTES. Valientes profesionales y con gran calidad humana.

Beatriz Sierra / Nerea Nuevo
Trabajadoras sociales de la Residencia


11 mayo, 2020

La acogida en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando a cabo en la diócesis y en nuestra Cáritas y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad” del que hablábamos en la campaña de la pasada Navidad. Hoy os acercamos cómo lo están viviendo en el servicio de Acogida General a través de Mayte, una de esas ´voces´ amables que atienden la centralita de la sede de Cáritas en Zaragoza. 

Me gustaría compartir con todos vosotros una reflexión que lleva en mi interior todas estas semanas de intenso trabajo desde casa, y es que mi labor es atender el teléfono de la centralita de Cáritas en Zaragoza. Digo teléfono, porque desde mitad de marzo, ese primer encuentro no lo podemos hacer presencialmente. Y es que trabajar desde casa ¡es tan distinto! Echo en falta las acogidas en persona, ver la cara de las personas que atiendo, los saludos de mis compañeros cada mañana y también echo en falta los encuentros de mi comunidad de vida, mi catequesis, el resto de mi familia, mis paseos por el mar, entre otras muchas cosas. Pero intento dar lo mejor de mí a pesar de todo lo que echo en falta.


Día a día, intento que no me afecten las cosas que me cuentan las personas que llaman pero resulta realmente complicado. Cuanta desesperación y cuanto dolor está causando este maldito virus. Es un choque emocional fuerte, porque te hace descubrir lo privilegiados que somos nosotros. Entonces, piensas y te consuela lo importante que es toda la labor que estamos haciendo desde Cáritas, como se han volcado todos los compañeros, muchos voluntarios que pueden seguir colaborando desde sus casas y que buen equipo hacemos. Pero, amigos, muchos días me quedo con la sensación de ¿qué más podemos hacer? 

El otro día leyendo la biblia, me fijé en el pasaje de Lucas "Camino de Emaús". Y me hizo pensar en lo que estamos viviendo ahora. Después de cada llamada, de cada familia que contacta con nosotros pidiendo ayuda, al igual que los Discípulos, siento como el corazón me arde por dentro y me preguntó ¿Jesús dónde estás? Tras orarlo, puedo decir que ahora más que nunca está visible en todas y cada una de esas personas que luchan cada día por hacer la vida más llevadera de los que sufren y entre ellas estamos todos nosotros. Está claro, que el COMPROMISO SOCIAL es el testimonio religioso más provocador de Fe en estos momentos. Ojalá que todos veamos esto como una OPORTUNIDAD para empezar a ver la vida con otros ojos y descubrir su verdadero sentido en lo más pequeño y en lo más sencillo. 

Foto de archivo de todo el equipo de Acogida General de CDZ
Y finalizo con esta frase: "Resulta curioso que, en mitad de esta extraña situación llena de dolor e incertidumbre, podamos reencontrarnos con la belleza o la verdad"... y que tan cierto es. Cueste lo que cueste, no dejemos de SONREIRLE a la VIDA para seguir ayudando a los demás.

08 mayo, 2020

Una mirada a otra realidad: Bolivia (2)


Continuamos con nuestra serie de artículos sobre otros territorios, para conocer cómo viven estos tiempos de cuarentena, cómo cambia la vida en otros países y, sobre todo, cómo afectan esos cambios a las vidas de nuestros hermanos. Siempre desde la mirada de Cáritas de la Caridad Universal. 

Hoy continuamos con Bolivia, y la labor que apoyamos desde Cáritas Zaragoza a través de la ONG K´Anchay y la Pastoral Social Cáritas Bolivia. En primer lugar, seguimos conociendo la situación de Bolivia durante esta crisis sanitaria. Han ascendido a medio centenar los muertos por COVID-19. Aunque los contagios no han crecido tanto. Las cifras oficiales hablas de unas 1000 personas infectadas. Mientras tanto, el gobierno boliviano negocia con el Banco Mundial la subida de la categoría del país a “renta media alta” con el objetivo de poder acceder a un tipo de créditos especiales. Pero a nosotros nos importa más “lo micro”. Los bolivianos de a pie siguen pensando cómo comer cada día, preocupación diaria incluso desde antes de la cuarentena. 



Cáritas Diocesana de Zaragoza trabaja intensamente en el departamento de Potosí, apoyando los internados que gestiona la ONGD K´Anchay y apoyando también los proyectos de seguridad alimentaria y agroecología de la Pastoral Social de Cáritas Potosí. 

Qachari es uno de los internados de K´Anchay y está en el municipio de Sacaca. Nos cuentan que las prácticas -que hicieron los alumnos en febrero en ese internado cultivando cebolla dulce en la huerta- han tenido como resultado el reparto de cebolla a los ancianos de la comunidad. Además de la crisis sanitaria, las familias campesinas están preparando los campos para sembrar la “papa” y los jóvenes continúan jugando al fútbol. Eso sí, los caminos de la comunidad están cerrados, lo que provoca un bloqueo a la entrada de personas y, por supuesto, de cosas. ¿Qué ha supuesto esto? Pues, por ejemplo, a primeros de marzo, estábamos construyendo cocinas nuevas en el internado y cómo ya no hay suministro de gas y se acerca el duro invierno y la alternativa de leña no da tiempo, pues se ha paralizado el tema. 

Otro asunto parado es el tema escolar. El gobierno suspendió las clases el 12 de marzo (en Bolivia el curso casi coincide con el año natural). Aquí hay más elementos que intervienen además del educativo (que saben que es una auténtica oportunidad) también el alimenticio: el internado garantiza durante todo el curso tres nutritivas comidas diarias. Todo eso parece básico, pero para muchas familias de allá es algo excepcional. 


Algo más al sur, en el mismo departamento de Potosí, el padre Marco y su equipo trabajan comprometidamente en la Pastoral Social Cáritas que ha montado un centro de recogida de alimentos. La Pastoral Social Cáritas Nacional cuenta con un pasado fuerte en el Área de Emergencias pero claramente debilitada desde 2016, donde las diocesanas se baten en primera línea. Además en la ciudad apoyan - gracias a la red Cáritas y a la solidaridad potosina- a familias venezolanas a quienes el confinamiento detuvo en la fría e imperial ciudad, a familias mineras que viven al día y que han visto sus ingresos reducidos a cero. 

Además, Tacobamba y Puna tenemos dos proyectos (apoyados por DGA y Ayuntamiento de Zaragoza, coordinados por Cáritas Española) que están actualmente paralizados donde se ve con preocupación, por ejemplo, el calendario agrario que no cesa. También aquí las comunidades están cerradas y se dio un fenómeno curioso: muchas familias que emigraron a Argentina, viendo lo que se avecinaba, volvieron a estas sus tierras de origen quechuas a confinarse. En estos lugares de economía puramente campesina hay mucha incertidumbre sobre el futuro. Tanto la Pastoral Social Cáritas como Cáritas Zaragoza acompañaremos de cerca la adaptación de los proyectos a la nueva realidad. Y es que en estas zonas viven los rostros campesinos e indígenas de la pobreza y necesitan de nuestro apoyo ayer, hoy y mañana. 


Agradecemos fraternalmente el trabajo e información de Padre Marco Abascal, Cintia Salazar y equipo de PSC Potosí así como de Guiller Cabrera y equipo de K´Anchay, con Robert Crespin al frente. 


“Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, atacando las causas de la inequidad, no se resolverán los problemas del Mundo”. 
Papa Francisco, EG/202. 

Carmelo Crespo Zaldivar 
Técnico de Cooperación de CDZ

06 mayo, 2020

El Centro San Nicolás en tiempos del COVID-19

En este tiempo de confinamiento seguimos poniendo en valor esas acciones que se están llevando a cabo en la diócesis y en nuestra Cáritas y que ejemplifican estupendamente ese “ser comunidad” del que hablábamos en la campaña de la pasada Navidad. Hoy os acercamos cómo lo están viviendo en el Proyecto de Acompañamiento San Nicolás a través de su directora, Carmen Manero.

El equipo lo conformamos 15 voluntarios y 5 profesionales de la educación social y el trabajo social. Habitualmente, son más de 50 familias las a las que ofrecemos un acompañamiento personalizado y continuado en el tiempo que requiere de una gran cercanía y contacto con la familia. Esto implica entrevistas, charlas, visitas al domicilio, etc. que nos permiten conocernos y establecer un vínculo del que poder partir. En nuestro propio centro, ofrecemos también la posibilidad de participar en actividades ocupacionales y en un taller de manipulado de papel, en las que participan alrededor de 30 personas. 


Ante esta situación excepcional, las personas nos transmiten temor ante el contagio y falta de información en algunos aspectos relacionados con la misma y su prevención, incertidumbre... La asistencia diaria al centro para realizar cualquiera de las actividades ofrece un sentido y una ocupación al tiempo, compañía, aprendizaje… La cercanía y contacto personal propio del acompañamiento que implica una participación en su vida cotidiana, su entorno, quedan suspendidos. 

Trabajando desde casa, salvar un poco esta distancia se hace posible gracias al teléfono, al WhatsApp, al correo electrónico… nos permite estar unidos a los que trabajamos y en contacto permanente con las personas que acompañamos. Pero tenemos esa “espinita clavada” porque nos falta vernos y compartir más de lo que cuentan las palabras. Nos quedamos cortos en sensaciones, gestos… aunque la complicidad y la confianza permanecen a pesar de esta distancia impuesta. 

Nuestra labor principal ahora es escuchar, sostener, apaciguar y quizás por dar un poco de esperanza… Por ejemplo, a aquellas madres solas con sus hijos, con falta de espacio en sus casas, con pocos recursos personales para poder cubrir todas las necesidades lúdicas y educativas de los niños, al no disponer tampoco de formación ni medios tecnológicos suficientes. O a esas personas que viven solas, sin familia, sin amigos,…que viven en habitaciones de pisos compartidos y no disfrutan de relaciones de convivencia positivas. A esas familias donde la calidad en las relaciones no acompaña igual que a otros la salud, estando más desamparados que nunca y a personas que en otros momentos hemos atendido en el proyecto y que han retomado el contacto con nosotras. Acompañamos a personas que este confinamiento ha provocado más soledad si cabe y ha empeorado situaciones de necesidad que ya existían, poniendo de manifiesto la gravedad de su situación. 


Desde nuestra casa, haciéndolo lo mejor que sabemos, esperamos con esperanza que esto pase pronto y volvamos a vernos y podamos recuperar el tiempo perdido todos juntos en el Centro San Nicolás.

04 mayo, 2020

Entrevista: los sacerdotes ante el COVID-19

Hemos querido abrir una ventana a través de la mirada de algunos sacerdotes que colaboran con los equipos de las acogidas parroquiales. Hoy, Jaime y Sergio nos van a contar en primera persona su labor como párrocos y la situación de las personas que acompañan desde sus parroquias. 

1. ¿Cómo estáis llevando a cabo la labor de Cáritas en vuestras parroquias? 

Jaime: “Estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos”, estas palabras del papa Francisco del pasado 27 de marzo, nos ayudan a comprender mejor nuestra misión hoy. Desde la unidad pastoral hemos tratado de insistir en la necesidad de sentirnos todos Cáritas y de asumir corresponsablemente esta tarea de la caridad en la comunidad. Como unidad pastoral y apoyados por nuestra trabajadora social de referencia de Cáritas hemos tratado de coordinar una respuesta eficaz a la urgente necesidad que vivimos en nuestro barrio de Oliver a causa de esta pandemia". 

Sergio: "Vivir la caridad es parte del mensaje de Jesús, y Cáritas es el compromiso de la comunidad cristiana por hacer presente el amor de Dios, especialmente en los más necesitados. Mi labor como cristiano y como pastor es estar acompañando y animando al equipo de Cáritas de mi parroquia, trabajando junto a los voluntarios, a la trabajadora social de Cáritas de nuestra zona y a las personas que acompañamos, aunque ahora sea de forma telemática". 

2. ¿Cómo ves la situación de las personas que acuden a Cáritas en estos momentos? 

Jaime: "En nuestro barrio, siempre hay ese margen de personas que están en riesgo de exclusión. Ahora, con la pandemia, observamos una situación diversa: muchas personas que trabajaban en empleos esporádicos o por horas y que no habían acudido nunca a nosotros. Ahora esas personas ya no disponen de su fuente de ingresos y se encuentran en una situación realmente precaria. Nuestra respuesta debe ir encaminada a ayudar a todos ellos, sin excluir a nadie". 

Sergio: "Es fundamental ser buena noticia, ser evangelio, cuando hay tantas malas noticias. Hace falta ser oído abierto cuando hay tanta distancia física, obligados por el confinamiento, o ser palabra de cariño, ante la distancia afectiva. La situación externa, la vemos y la intentamos paliar con ayudas económicas pero me preocupa más lo interno que no vemos, por ejemplo el cómo están viviendo las familias que atendemos la incertidumbre y el miedo ante lo que vendrá". 


3. ¿Esta situación, cómo ha hecho cambiar vuestra labor cómo párrocos? 

Jaime: "Como sacerdote, aunque la situación es triste y dolorosa, a la vez pienso que es el momento perfecto para replantearnos las opciones pastorales y los medios para poder llegar de una manera efectiva y afectiva a tantas personas que necesitan de nuestra ayuda, acompañamiento y cercanía. Por otra parte, como párroco de una iglesia de barrio, agradezco la coordinación entre las diferentes asociaciones, proyectos e instituciones y la nueva Red de Apoyo vecinal. Ello nos ayuda a vivir muy cerca a la realidad del día a día y nos facilita una respuesta tejida en conjunto para los que más nos necesitan. Nuestra misión ahora es la de saber estar, acompañar, escuchar y permanecer". 

Sergio: "Aunque los templos estén cerrados, la Iglesia está presente en cada cristiano. El acompañamiento a los fieles cristianos es más virtual, telefónico o por redes o apps que estamos aprendiendo a descubrir. Es seguir viviendo lo mismo en diferente contexto. Seguir siendo signo de fe, de esperanza y por supuesto de caridad". 

4. ¿Cómo crees que podemos ayudar todos? 

Jaime: "Con gestos sencillos de corresponsabilidad, solidaridad, generosidad, siendo conscientes que lo poco o mucho que pueda aportar es importante. El papa Francisco nos señalaba: "los seres humanos han descubierto que no pueden seguir cada uno por su cuenta, sino sólo juntos y que nadie se salva solo". 

Sergio: "Ahora no podemos encontrarnos en los locales parroquiales, pero podemos acompañar por teléfono y seguir siendo buena noticia. Además, pienso que es momento también de cuidar lo importante y no dejarnos llevar siempre por lo urgente. Seguimos teniendo mucho campo para trabajar y el Señor nos envía a ello". 


5. ¿Qué mensaje de esperanza quieres lanzar a los amigos de Cáritas? 

Jaime: "Los cristianos tenemos que reconocer en esta pandemia una oportunidad de oro de llevar la Buena Noticia a un mundo al que, de repente, se le ha caído la escala de valores con la que medía las cosas, las personas, etc… Es una oportunidad, como quizás no hemos tenido en mucho tiempo, de descubrir y de mostrar el amor de Dios a los demás a través de la fe, la oración, la caridad y la esperanza". 

Sergio: "Aunque estemos en casa, y nos sintamos encerrados, tenemos muchas posibilidades. Nuestro mundo necesita buenas noticias y testigos que las den. Y el Señor camina junto a nosotros, aunque nos cueste reconocerlo. Abre tu corazón y ayuda a quien encuentres como prójimo, es el Señor esperándote, pero solo lo descubriremos desde la caridad". 

Agradecimientos: 
Jaime Gualdrón, parroquia de la Coronación Virgen (Oliver) 
Sergio Martínez, parroquia del Rosario (Almozara)